CÓRDOBA.– En esta semana terminan las declaraciones de testigos en el juicio que se realiza en Córdoba por el presunto asesinato de cinco bebés y el considerado intento de homicidio de otros ocho en el Hospital Materno Neonatal. Después comenzará la ampliación de indagatorias de los acusados; la principal de ellos es la enfermera Brenda Agüero. Para mayo se prevén los alegatos y se dictará la sentencia en el arranque de junio. Habrá unas dos semanas sin audiencias antes de que se inicien los alegatos.
El juicio por jurados populares empezó en enero, ya que se interrumpió la feria judicial por este caso. La enfermera Agüero está acusada de ser la autora material de cinco asesinatos más otros ocho en grado de tentativa, y diez exfuncionarios y profesionales enfrentan imputaciones por incumplimiento de deberes de funcionario público, falsedad ideológica y encubrimiento. Agüero está presa desde agosto de 2022, mientras que la exdirectora del Neonatal Liliana Asís es la otra detenida con prisión domiciliaria.
La enfermera habló al inicio del proceso, pero sin referirse en profundidad a la causa, sino a su vida, sus estudios y sus tareas en el hospital. Se descuenta que declarará antes del final del juicio. De comprobarse las acusaciones, la única pena que le cabe es la de prisión perpetua. En la audiencia en la que ella declaró, su abogado defensor Gustavo Nievas sostuvo que “más adelante” ampliaría sus dichos y puntualizó que estaba profundizando la lectura de la causa. Agüero estudia Derecho en la cárcel.
Ya declararon las madres de las víctimas en lo que, sin dudas, fueron las semanas más dramáticas del juicio y el ingeniero informático, esposo de una médica, que denunció ante la Justicia por primera vez las sospechas que había dentro del Neonatal. También lo hicieron los peritos médicos, psicológicos y psiquiátricos, trabajadores del hospital y los informáticos que trabajaron en el análisis de los teléfonos móviles de Agüero y de otros acusados.
Datos borrados de teléfonos
Hace unos días, dos letrados querellantes pidieron que se amplíe el peritaje técnico que analizó la información de los teléfonos de los exfuncionarios imputados: quieren tener detalles respecto de quiénes y qué borraron de los equipos. En la etapa de instrucción se detectó que uno de los teléfonos secuestrados a Asís registraba eliminación de datos.
Respecto de los peritos toxicológicos, concluyeron que “estadísticamente es muy poco probable que las lesiones de los bebés hayan ocurrido con las vacunas que se les dan, vitamina K y hepatitis (…). No producen esas lesiones” y también remarcaron que “llama la atención la cantidad de chicos con colapso posneonatal”. Los especialistas utilizaron como base para los peritajes las historias clínicas de los 13 casos y las únicas dos autopsias realizadas, a los dos recién nacidas que murieron entre el 6 y el 7 de junio de 2022. En la mayoría de los casos, ratificaron que hubo hiperpotasemia (elevado nivel de potasio) e hipoglucemia severa (por inyección externa de insulina).
Los bebés murieron entre marzo y junio de aquel año y, en el mismo período, se descompensaron los ocho que sobrevivieron. Las dos autopsias desarrolladas corresponden a Angeline Rojas y Melody Luz Molina, nacidas el 6 de junio de 2022, y dan cuenta de que la causa fue un cuadro de exceso de potasio, “inyectado de manera intencional”.
Además de Asís, están acusados el exministro de Salud Diego Cardozo; Alicia Ariza, exjefa de Enfermería del hospital; Pablo Carvajal, exsecretario de Salud provincial; Julio Escudero Salama, exsubdirector de Gestión Administrativa del Ministerio de Salud; Alejandro Gauto, exjefe del Área Legales del Ministerio de Salud, y las médicas Marta Gómez Flores, María Alejandra Luján, Adriana Moralez y Claudia Ringhelheim (especialista en obstetricia y tocoginecología).