Desde hace varias semanas, los visitantes nacionales y extranjeros que llegan hasta el poblado de Aguas Calientes se enfrentan a una imagen insólita: colas que superan las cinco horas, turistas en el suelo, bajo el sol, sin sombra ni servicios adecuados, esperando conseguir una entrada para ingresar a Machu Picchu. El principal atractivo turístico del Perú, y una de las maravillas del mundo, atraviesa una crisis que ha puesto en evidencia fallas estructurales en la gestión del acceso al santuario.
Las imágenes difundidas en redes sociales mostraron también un cartel que advertía que las entradas para el martes 16 de abril estaban agotadas desde el día anterior. Esta escena se repite a diario en plena plaza del pueblo, frente a la única oficina presencial de venta del Ministerio de Cultura. En ese punto, miles de turistas buscan una oportunidad para ingresar al sitio arqueológico, con la incertidumbre de no saber si lograrán su objetivo.
En medio de este escenario, la Municipalidad Distrital de Machupicchu publicó un pronunciamiento directo. Desde la cuenta oficial en redes sociales, el alcalde Elvis La Torre expresó su molestia y apuntó directamente contra los organismos responsables de la situación. “La Municipalidad Distrital de Machupicchu hace de conocimiento público su absoluto rechazo al maltrato que vienen sufriendo los turistas nacionales y extranjeros en los últimos días”, indicó el documento.
Para la autoridad local, el problema no es nuevo ni aislado. La publicación señaló la falta de soluciones reales desde el Ejecutivo, y cuestionó la falta de coordinación y voluntad política para atender una situación que afecta no solo al turismo, sino también a la economía de todo el distrito.
Rechazo a los ministerios
En su pronunciamiento, la municipalidad no evitó responsabilizar a los sectores encargados de la gestión cultural y turística del país. “Esta situación denota una vez más la desacreditación creciente por la que atraviesa el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Turismo y Comercio Exterior”, señala el texto, firmado por el alcalde. El mensaje acusa a ambas instituciones de no implementar soluciones sostenibles ni mostrar interés por resolver la problemática.
La autoridad local afirmó que “no son conscientes de las consecuencias que genera su accionar”. En su crítica, apuntó también contra los ministros actuales por desconocer la realidad del país y no abrir canales de diálogo con los actores locales. “Es inaudito que los titulares de estas carteras ministeriales no conozcan la realidad de nuestro país y no tengan la voluntad de dialogar y desarrollar políticas públicas en favor del sector turismo”, añade el comunicado.
El mensaje culmina con una exigencia directa a la jefa de Estado. “Requerimos que la Presidenta de la República exhorte a los miembros de su gabinete a cumplir con sus funciones de forma seria, responsable y empática. Caso contrario, desde el distrito más importante del país, haremos sentir nuestro malestar a través de mecanismos constitucionales”, advierte el documento.
Infobae Perú intentó obtener una respuesta oficial del Ministerio de Cultura sobre este problema, pero no hubo respuesta hasta el cierre de la edición. Mientras tanto, el caos persiste.
Venta presencial sin sustento técnico
La actual modalidad de venta presencial en Aguas Calientes se implementó tras la aprobación de una resolución directoral emitida por gestiones anteriores. Según los reportes locales, esta decisión no cuenta con el respaldo de un análisis técnico adecuado. Como resultado, el sistema genera largas colas y un flujo turístico desordenado, en un contexto donde se debería ofrecer un servicio eficiente.
Los boletos pueden adquirirse de forma presencial en dos oficinas autorizadas en la ciudad del Cusco: en la calle Maruri 324 (Dirección Desconcentrada de Cultura) y en la calle Garcilaso s/n (Ministerio de Cultura). Sin embargo, la disponibilidad es limitada, ya que los boletos también se venden por internet. Esto obliga a miles de turistas a desplazarse hasta Aguas Calientes para intentar conseguir una entrada en persona.
El Ministerio de Cultura dispuso la venta diaria de mil boletos en la oficina ubicada cerca de la plaza principal del pueblo. Esta alternativa se ha convertido en la única opción para muchos visitantes que no logran obtener entradas a través del portal web. No obstante, el método exige que los interesados permanezcan en el pueblo al menos un día más, muchas veces sin certeza sobre su ingreso al santuario.
Recomendaciones para los viajeros
Según la información difundida por entidades locales, la mejor opción para evitar estos inconvenientes es comprar los boletos por internet con anticipación. No obstante, en muchos casos los turistas llegan sin esta previsión, lo que genera una saturación del sistema presencial. Para comprar una entrada en Aguas Calientes, es necesario presentarse con documento de identidad o pasaporte, y realizar la operación de forma directa. No se permiten intermediarios ni compras con documentos de terceros.
El pago se efectúa en efectivo y, una vez adquirida la entrada, esta se entrega en formato físico. Los boletos para los horarios más solicitados suelen agotarse temprano. Por ello, se recomienda llegar al pueblo en la madrugada y registrarse lo antes posible. Además, en el mismo lugar pueden adquirirse los boletos de bus hacia Machu Picchu y contratarse los servicios de guía.