GENERAL PIRÁN.– La versión inmediata del conductor del ómnibus fue la de un encierro o maniobra peligrosa de otro vehículo. La hipótesis inicial en la que se afirman los peritos es la de un chofer que se durmió o por otra razón perdió el control de la unidad. El resultado fue el vuelco a la vera de la ruta 2, el rescate de más de medio centenar de pasajeros heridos y la confirmación de dos mujeres fallecidas, atrapadas entre asientos y hierros retorcidos.
Los sobrevivientes confirmarían luego que durante el viaje no notaron ninguna situación que les llamara la atención y tampoco en los instantes previo al incidente, cuando percibieron que el ómnibus seguía derecho, ya pisaba césped y se desplomaba sobre el lateral derecho contra el fondo de un largo y ancho zanjón.
Los cadáveres no pudieron ser retirados hasta tanto, ya en horas de la tarde, una grúa de gran porte se ocupó de mover y levantar el chasis de este ómnibus de doble piso que salió de la calzada de la ruta 2 que lleva hacia la costa, desvió hacia la banquina y terminó volcado sobre un lateral en un zanjón de más de dos metros de profundidad. Las identidades de las fallecidas no se difundieron.
Nueve de los lesionados, atendidos primero en los hospitales municipales de General Pirán y Coronel Vidal, debieron ser trasladados de urgencia y bajo premisa de “código rojo” al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de Mar del Plata, preparado para atender cuadros de alta complejidad. Todos, a pesar de la gravedad de las heridas, están fuera de peligro.
Los protagonistas de este siniestro vial, ocurrido poco antes de las 8 a la altura del kilómetro 325 de esta autovía, viajaban a participar del 1° Encuentro Internacional de Hábitat que se había programado para este martes en el Hotel Provincial de Mar del Plata y en el que se había anunciado la presencia del gobernador Axel Kicillof.
Los centros de salud de la zona sufrieron la ola de demanda con distintos cuadros por lesiones y, según confirmaron algunos de los profesionales a LA NACION, situaciones importantes de crisis nerviosa y shock por lo que les significaron esos segundos dramáticos de despiste y vuelco y los minutos que dedicaron a tratar de rescatar a los sobrevivientes.
El fiscal Germán Vera Tapia, responsable de la Unidad de Delitos Culposos N°11 de Mar del Plata y a cargo de la investigación, confirmó que el chofer que marchaba al volante del ómnibus contratado especialmente para este viaje quedó aprendido, acusado de doble homicidio culposo agravado por conducción imprudente.
También ratificó que el test de alcoholemia que se le practicó al acusado dio resultado negativo, aunque se iba a completar esa prueba con análisis sanguíneo. El otro conductor que acompañaba debió ser asistido en uno de los hospitales, ya que sufrió golpes.
“El chofer habría comentado al bajar que lo habría tapado otro auto con una mala maniobra y Policía Científica dice que no dobló, como si se hubiese dormido”, dijo a LA NACION el fiscal. Sobre la calzada, en esa curva amplia hacia la izquierda donde se produjo el siniestro no se veían rastros de frenadas o algún otro indicio de maniobra brusca sobre el pavimento. Las condiciones de tiempo también eran óptimas al momento del incidente vial.
“No llovía y, por lo que fuera, el ómnibus siguió de largo. Nos dimos cuenta recién cuando tocó el pasto”, contó el padre Paco Olveira, que viajaba en el piso superior y del lado de la ventanilla sobre el lateral que se produjo el vuelco. “Gracias a Dios no había agua en el zanjón y no perdí el conocimiento”, contó a LA NACION, y confirmó que fue de los que ayudó a salir a todos, en particular a los que estaban más golpeados o nerviosos. “Teníamos miedo que explote o siga volcando”, reconoció, y destacó la pronta presencia de bomberos, policías y ambulancias en la zona.
En total fueron más de 40 los heridos. Los más graves presentaron en un caso una lesión craneal, otro tenía diagnóstico inicial de traumatismo cervical y de clavícula, y una tercera un cuadro de hemiperitoneo. Estos quedaron bajo observación y tratamiento en el HIGA. En Mar del Plata se les organizaban alternativas de alojamiento a los familiares que llegaron para acompañarlos durante este proceso de recuperación.
En Pirán y Vidal quedaron los restantes, que a medida que fueron atendidos pudieron ser derivados a un punto de encuentro, establecido en el gimnasio polideportivo. Entre las heridas se encontraba la directora de Integración Social del Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (Opisu), Julieta Esquibel. Una de sus colaboradoras confirmó a LA NACION que presentaba varios golpes y un cuadro de muchos nervios por lo vivido. “Se irá pronto a su casa”, anticipó la mujer. Remarcó también la atención recibida en el Hospital Municipal de Coronel Vidal, al que llegaron casi 20 lesionados.
Una de las mujeres fallecidas viajaba en el piso inferior de esta unidad de dos plantas. De la segunda no se logró confirmar su ubicación dentro de la unidad, dato que luego se intentará determinar en el curso de la investigación. “Le tomé el pulso y estaba muerta”, reveló Olveira a LA NACION. Arriesgó que la víctima habría salido despedida del ómnibus, ya que estaba por debajo de la carrocería.
La viceministra de Salud bonaerense, Alexia Navarro, se acercó hasta el lugar del siniestro y supervisó desde allí las derivaciones de los heridos. También el intendente de Mar Chiquita, Walter Wistchnivesky, en cuya jurisdicción ocurrió el siniestro, y el director de Defensa Civil de la provincia, Fabián García.
La calificación que impuso el fiscal, que tuvo un primer contacto con algunos sobrevivientes ilesos en cercanías del lugar del siniestro, se sustenta en el aporte de los peritos que se inclinan por una “falla humana” del chofer. Recién este miércoles se le tomará declaración. Para entonces también se espera contar con resultados del peritaje toxicológico.
Al chofer que acompañaba se le tomará también declaración en la medida en que logre recuperarse de algunos golpes que había recibido y pueda comparecer en tribunales. Por el momento no está imputado.
Algo más de tiempo demandarán los resultados de la labor de los especialistas forenses, que tendrán que determinar el estado en que se encontraba el vehículo y buscar una explicación a este violento despiste.
Habilitación y licencia
La investigación también buscará apuntar si la contratación del viaje reunía y cumplía todos los requisitos. En principio el ómnibus estaría habilitado, lo mismo que el conductor, con su licencia vigente. Lo que se intenta reconstruir es cómo se organizó, quién se encargó de pagar y si existía un listado de pasajeros previo a partir.
Si bien se mencionó que el grupo llegaba desde Morón y Florencio Varela, algunas versiones dieron cuenta que los viajeros fueron subiendo en el recorrido. Todos los pasajeros, se confirmó, eran mayores de edad.
El otro dato chequeado por la Justicia es que el ómnibus involucrado tenía su correspondiente cobertura de seguro vigente. De hecho llegó al lugar algún representante de la aseguradora para ponerse a disposición de la causa y responder por el cliente, en este caso el titular de la unidad.
Con participación de personal policial y móviles de Aubasa, la empresa concesionaria de esta autovía, se debió implementar una suerte de “by pass” sobre la calzada donde se produjo el despiste para facilitar el movimiento y trabajo de los peritos, primero, y de los rescatistas, algo más tarde.
Coincidió con un movimiento intenso de tránsito en la mañana posterior al cierre del fin de semana extralargo, con lo que se volvió muy lenta la marcha en esa zona, ya que sobre una misma calzada se debió organizar la circulación de vehículos en ambos sentidos.