La actriz Diane Keaton, una de las figuras más queridas y singulares del cine estadounidense, falleció a los 79 años en California, según confirmó su familia a PEOPLE. Por el momento no se han dado más detalles sobre las causas del deceso, y sus seres queridos han pedido respeto y privacidad en este momento de duelo.
Keaton se convirtió en un ícono del cine gracias a una carrera que abarcó más de cinco décadas.
Su salto a la fama llegó con su interpretación de Kay Adams, la novia —y más tarde esposa— de Michael Corleone en El Padrino (1972), dirigida por Francis Ford Coppola.
Su naturalidad y profundidad emocional la llevaron a ser reconocida como una actriz distinta en una era dominada por los grandes nombres masculinos de Hollywood.
En 1977 alcanzó el máximo reconocimiento con Annie Hall, de Woody Allen, por la que ganó el Óscar a Mejor Actriz.
De Los Ángeles a Broadway
Keaton, cuyo nombre real fue Diane Hall, nació el 5 de enero de 1946 en Los Ángeles. Era la mayor de cuatro hermanos.
Su padre era ingeniero civil y su madre, ama de casa, pero —como ella misma recordaba— tenía aspiraciones artísticas. “Cantaba. Tocaba el piano. Era hermosa. Fue mi defensora”, recordó la actriz en una entrevista para PEOPLE en 2004.
Tras participar en obras escolares, Keaton estudió drama brevemente antes de mudarse a Nueva York para probar suerte en el teatro. Adoptó el apellido de soltera de su madre, Keaton, porque ya existía una “Diane Hall” registrada en el sindicato de actores.
Su gran oportunidad llegó en 1968, cuando fue elegida como suplente en la producción de Broadway Hair, y llamó la atención por negarse a participar en la escena grupal de desnudo.
Un año después, su destino cambió al ser elegida por Woody Allen como coprotagonista de la comedia Play It Again, Sam (1969), obra con la que comenzó una larga relación personal y artística.
Unos años después, Francis Ford Coppola le dio el papel de Kay Adams en El Padrino (1972), algo que la actriz resaltó como “el gesto más amable que alguien pudo haber hecho” por ella. “Ni siquiera lo había leído. No sabía absolutamente nada”, confesó en 2022.
Keaton volvió a colaborar con Allen en Sleeper (1973), Love and Death (1975) y Annie Hall (1977), un título aclamado por la crítica.
Por su interpretación de Alvy Singer en dicha comedia, Keaton ganó el Oscar a Mejor Actriz y además se convirtió en un ícono cultural gracias a su estilo excéntrico —chalecos, corbatas y sombreros— que marcó tendencia durante décadas.
Keaton siguió demostrando su versatilidad en dramas como Looking for Mr. Goodbar (1977), Reds (1981) —que le valió otra nominación al Oscar—, Marvin’s Room (1996) y Something’s Gotta Give (2003), por la que fue nominada nuevamente a la Academia.
También protagonizó éxitos de taquilla como El padre de la novia (1991 y 1995), El club de las primeras esposas (1996) y Baby Boom (1987), sus recordadas colaboraciones con la directora Nancy Meyers.
Además de actriz, Keaton fue directora, fotógrafa y autora. Dirigió películas como Unstrung Heroes (1995) y Hanging Up (2000), además de episodios de series como China Beach y Twin Peaks.
Como escritora, publicó tres libros de memorias: Then Again (2011), Let’s Just Say It Wasn’t Pretty (2015) y Brother and Sister (2020).
Fue una apasionada de la fotografía y de la preservación de viviendas históricas en California.
En 2017 recibió el Premio a la Trayectoria del American Film Institute, entregado por su amigo Woody Allen. En lugar de pronunciar un discurso, interpretó la canción “Seems Like Old Times”, la misma que había cantado en Annie Hall.
Su vida personal
Aunque protagonizó algunos idilios con Woody Allen, Al Pacino y Warren Beatty, Diane Keaton nunca se casó. “Me alegra no haberlo hecho. Soy una excéntrica”, expresó a PEOPLE en 2019.
Keaton decidió formar una familia como madre soltera a mediados de los noventa y adoptó a sus dos hijos. Dexter (en 1996) y Duke (en 2001).
“La maternidad no fue un impulso irresistible; fue más bien una idea que había tenido durante mucho tiempo. Así que me lancé”, explicó a Ladies’ Home Journal en 2008.
Fuera del cine, Keaton también fue una defensora del bienestar animal.
En 2017 trabajó con el Helen Woodward Animal Center en California, apoyando campañas de adopción y concientización. “Diane nos está ayudando a crear conciencia mediante entrevistas y anuncios públicos que animan a la gente a adoptar”, contó Mike Arms, director del centro, en declaraciones recogidas por el portal Animal Wellness. Gracias a su colaboración, más de 313,000 animales fueron adoptados en un solo año a través de la iniciativa Home 4 the Holidays.