Se fue una leyenda del boxeo italiano. Nino Benvenuti, campeón mundial de los medianos y medalla dorada en los juegos olímpicos de Roma 1960 en la categoría de peso welter, murió este martes a los 87 años. En Argentina es muy recordado por haber sido el rival al que Carlos Monzón venció para conquistar la corona mundial y forjar su leyenda.
Benvenuti también fue campeón del mundo del peso superwélter entre 1965 y 1966, campeón de Europa del peso mediano entre 1965 y 1967, así como -de hecho- monarca mundial de los medianos entre 1967 y 1970: una larga lista de éxitos, a la que hay que añadir la histórica trilogía con Emile Griffith. El primer combate fue elegido Pelea del año en 1967, un galardón que también se concedió tres años más tarde al combate que perdió contra el argentino Carlos Monzón.
Fue justamente el recordado choque del 7 de noviembre de 1970, en Roma, donde un furibundo recto de derecha de Monzón enmudeció a los italianos: fue KO en el 12° round y el título mundial quedó en manos del santafesino, hasta ese momento un desconocido en el concierto internacional. A partir de entonces, se construyó la leyenda de Monzón, con 14 defensas, récord que fue recién sobrepasado por Bernard Hopkins dos décadas más tarde. Una de esas defensas fue justamente frente a Benvenuti, el 8 de mayo de 1971, en Mónaco, donde Monzón resolvió la cuestión mucho más rápido que en el primer pleito: KO al minuto del tercer asalto. Esa derrota significó el final de la carrera de Benvenuti.
Nacido el 26 de abril de 1938 en Izola d’Istria, municipio esloveno que entonces era italiano, se apasionó por el boxeo en el gimnasio de su casa cuando era niño. De hecho, su padre también había sido practicante del noble arte. A mediados de la década de 1950, Benvenuti empezó a exhibir sus dotes boxísticas a escala nacional. La consagración llegó en los Juegos de Roma de 1960, donde ganó la medalla de oro en la división de peso welter, venciendo en la final al soviético Jurij Radonjak. Además del oro, Benvenuti también ganó la prestigiosa copa Val Barker, concedida al mejor boxeador técnicamente del torneo, por delante de Cassius Clay.
En su relación con los argentinos, fue vencedor del cordobés Víctor Zalazar en 1963, mientras que perdió con el sanjuanino José Roberto Chirino, en la penúltima pelea de su carrera, en Bologna, en 1971.
Emile Griffith y Carlos Monzón fueron sus más grandes rivales. Pero además, luego de terminada su carrera profesional, se convirtieron en buenos amigos del italiano. Contra el campeón estadounidense, Bevenuti ganó el primer y el tercer combate, y perdió el segundo. Una trilogía que hizo soñar a millones de italianos entre 1967 y 1968, con las dos victorias del boxeador italiano en el legendario Madison Square Garden de Nueva York. Contra Monzón, Benvenuti ya era un campeón envejecido. Sin embargo, marcó a fuego a los italianos en una época dorada del deporte de los puños. Como escribió el periodista Pablo Marcacci en La Gazzetta dello Sport: “Es natural decir que, gracias a Nino Benvenuti, los italianos no sólo han celebrado grandes victorias: también se han sentido mejor”.
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