Alfonso Arzate García, conocido como El Aquiles, fue identificado por autoridades de México y Estados Unidos como uno de los principales operadores del Cártel de Sinaloa en la frontera del país.
Desde 2014, su nombre figuró en investigaciones por su participación en operaciones de narcotráfico transfronterizo, particularmente en la región de Tijuana, Baja California.
El pasado 3 de junio, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, anunció la detención de José Antonio “N”, alias Chaparro, considerado uno de los líderes de una célula criminal que formaba parte de la estructura dirigida por El Aquiles.
De acuerdo con las autoridades federales, este grupo, conocido como Los Aquiles o también como Los Arzate, se dedica a actividades como narcomenudeo, vigilancia criminal (halconeo) y homicidios por encargo.
El Aquiles, junto con su hermano René Arzate García, alias La Rana, han operado durante más de una década al servicio del Cártel de Sinaloa, específicamente bajo la línea de Ismael “El Mayo” Zambada.
En conjunto, los hermanos crearon una red criminal en Tijuana con fuerte presencia también en municipios cercanos, como Rosario y Tecate. Su principal función fue facilitar el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, incluyendo cargamentos de metanfetamina, marihuana y fentanilo.
Las autoridades estadounidenses, particularmente el Departamento del Tesoro, han señalado que Los Arzate manejan las rutas de narcotráfico en el noroeste de México, coordinando el traslado de drogas desde centros de producción hasta los puntos fronterizos, así como la logística para su ingreso a ciudades como San Diego. Además, se les atribuyen operaciones de lavado de dinero derivado de estas actividades ilícitas.
Ficha de búsqueda y captura y recompensa del FBI
La Administración de Control de Drogas (DEA) considera a El Aquiles, un objetivo prioritario, dado su papel en la distribución de sustancias ilegales y en conspiraciones para ocultar ganancias del narcotráfico. A pesar de múltiples esfuerzos, tanto él como su hermano han evadido la captura.
Aunque ambos son calificados como individuos extremadamente violentos, hasta el momento solo René Arzate cuenta con una recompensa pública. Desde 2015, el Buró Federal de Investigación (FBI) ofrece hasta 20 mil dólares por información que permita su localización y detención.
A él se le vincula con delitos adicionales como asesinatos, secuestros y tráfico de drogas, lo que lo ha posicionado en la lista de los más buscados por dicha agencia.