Eduardo Ramírez Carazo
Zaragoza, 3 may (EFE).- La actriz alemana Nastassja Kinski (Berlín, 1961) ha reconocido que durante su prolífica carrera temprana hubo varias ocasiones en las que, a menudo, no la “tomaban en serio” a causa de su corta edad y ha considerado que si no hubiera sido por ‘Paris, Texas’, quizá no estaría viva.
Conocida por sus papeles protagonistas en esta película de 1984 de Wim Wenders y en ‘Tess’ (1979) de Roman Polanski, Kinski ha charlado con EFE antes de recibir, en Zaragoza, el Premio Saraqusta a su trayectoria en el cine de temática histórica.
Pregunta: ¿Cómo sienta recibir este homenaje a su carrera en Zaragoza?
Respuesta: Estoy muy agradecida, especialmente en este momento de mi vida. Nosotros, los actores y actrices, hacemos películas, pero luego también llevamos una vida normal. Y ahora, este premio está conectado con un momento difícil para este mundo, y para mí también. Así que estoy doblemente agradecida. A veces el cielo está oscuro, llueve, pero luego sale el sol.
P: El premio reconoce especialmente su labor en ‘Tess’, que le valió un Globo de Oro.
R: ‘Tess’ fue muy importante para mí. Yo era muy joven y me dio una plataforma donde tomarme en serio, estoy muy agradecida por ello. Pero todas mis películas han sido relevantes para mí, o al menos casi todas. Unas más, otras menos, pero cada vez que trabajamos es una oportunidad.
P: Era muy joven, ¿no se sintió desprotegida en una industria tan asfixiante?
R: A menudo, sentía que no me tomaban muy en serio, pero gracias a ‘Tess’ pude cargar con una gran responsabilidad y eso me gustó. Es fácil tomar a una chica joven e intentar que haga lo que tú quieras. Cuando eres joven, no tienes la fuerza suficiente. Pero yo fui muy afortunada. Cuando hice ‘Tess’ me rodeé de muy buenas personas, comenzando por el productor, que normalmente está muy infravalorado. Él fue el capitán de ese barco. Estaba allí para todos, creía en todo el mundo y hacía que fuéramos un equipo. Me gustan las responsabilidades, trabajar y prepararme con mis actores. Fue una experiencia única.
P: Luego llegó Coppola…
R: Sí. Yo estaba muy nerviosa porque pensaba en qué pasaría si fracasaba, si él no quedaba satisfecho. Pero Coppola nos dio un buen entrenamiento, a cada uno de nosotros. Yo entrené un tiempo en el circo para hacer esas escenas; había actores que no sabían ni bailar. Incluso Gene Kelly vino a ayudarnos con las coreografías. Fue como estar en el País de las Maravillas. Así que siempre estoy muy agradecida de que me hayan escogido para algo tan especial.
Y luego hice ‘El beso de la pantera’, que fue una película extraña, pero hay detalles en ella que no olvidaré jamás. También, el hecho de trabajar con animales, con David Bowie, Giorgio Moroder, quien hizo la banda sonora… Adoro la música, soy una melómana, así que estaba todo conectado.
P: Se convirtió en todo un icono muy rápido.
R: Yo era relativamente joven. Después de todo eso tomamos la famosa fotografía de la boa con Richard Avedon. La vida es como una cadena, no creo que hubiera posado en esa imagen si no hubiera rodado ‘El beso de la pantera’. El fotógrafo me comentó: “¿Ya has trabajado con una pantera? Bien, tenemos una boa”, así que cambié completamente de imagen de la noche a la mañana. Y eso me ayudó a experimentar con diferentes aspectos de mi trabajo, a no ponerme límites y aprender que puede que no siempre tengas el éxito que conseguiste antes, pero siempre te dan una oportunidad.
P: Con ‘París, Texas’ su carrera vivió un nuevo renacer. Han pasado ya cuarenta años, pero sigue muy presente.
R: A veces, no es necesario hablar demasiado. Es la historia de una mujer, un hombre y su hijo. Disfruté mucho de trabajar con Harry Dean Stanton, solo hay que verlo. Ahora, miro atrás y pienso qué hubiera pasado si no hubiera conseguido esa oportunidad. Quizá no estaría viva, u otra cosa. Creo mucho en el destino y esos momentos también lo forjan. Las personas también te ayudan y avanzas paso a paso, pero cada uno de esos pasos es importante y valioso.
P: Jane es un personaje lleno de tristeza y nostalgia con su pasado, ¿se vio reflejada en ella a la hora de interpretarla?
R: En la película, dentro de esa pequeña habitación, estaba con mis pensamientos, con algunos hechos de mi vida, por supuesto. Ese cuarto le hacía sentir a Jane muy sola y le forzaba a recordar y sentir todo lo que le pasó. Cuando las personas discuten todo el tiempo no pueden encontrar realmente las causas de lo ocurrido. Pero si toman un poco de distancia, se echan de menos, lo reflexionan y ambos lo sienten, hallan un anhelo para querer arreglarlo. Y esa es la oportunidad que ella tuvo.
P: Wenders ha sido, de algún modo, su director fetiche…
R: Sí, lo conozco desde que tenía 12 años, así que lo conozco bastante bien. Cuando él pronuncia una palabra, sé exactamente qué quiere decir. Juntos hicimos tres películas; es el único con el que he rodado varias veces.
P: ¿Cree que la industria cinematográfica ha avanzado lo suficiente para proteger a las actrices que, como usted, comienzan siendo tan jóvenes?
R: Bueno, ni siquiera en la vida hay suficiente protección para los niños y los jóvenes, empecemos por ahí. Pero en el cine sí, claro, lo necesitamos. Pienso que, hoy día, las jóvenes actrices son mucho más fuertes, pueden decir que no quieren algo o negarse a hacer un papel. Quizá yo no era tan fuerte o era más tímida o lo que fuese. Pero creo que vivimos en un momento bueno para que la gente pueda alzar su voz, pueda escribir, ir a pedir ayuda. Cuantas más hablen, más se ayudarán entre ellas. Esa necesidad de protección es algo que siempre me ha conmovido.
P: Ha manifestado en algunas ocasiones su deseo de rodar con Almodóvar. El año pasado, el director filmó su primer largometraje en inglés, ¿está ese sueño más cerca?
R: Es posible que esté más cerca. Quizá me conoce un poco, así que continuaré persiguiendo ese sueño. Lo adoro y amo sus películas. Ya veremos. El está de verdad en este mundillo, pero yo también estoy aquí, espero que lo sepa. EFE
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