Con el aval de UNICEF, el municipio cerró un 2025 clave en materia social y proyecta un plan de acción hasta 2028 con ejes educativos, sanitarios y de protección de derechos
La Municipalidad de Necochea cerró un 2025 de fuerte impronta social con la aprobación y puesta en marcha del programa MUNA (Municipio Unido por la Niñez y la Adolescencia), una iniciativa impulsada por UNICEF que busca transformar la atención de niños, niñas y adolescentes en una política de Estado sostenida en el tiempo. El programa cuenta con el respaldo del intendente Arturo Rojas y el trabajo articulado de distintas áreas municipales y organismos externos.
La secretaria de Desarrollo Humano, Sandra Antenucci, realizó un balance positivo del proceso desarrollado a lo largo del año, que incluyó instancias de capacitación intensiva y la validación del proyecto por parte de organismos internacionales. “Fue un año de mucho trabajo técnico y territorial, con resultados muy alentadores”, señaló la funcionaria.
Un plan trienal con ejes prioritarios
Tras una etapa de autodiagnóstico del territorio, UNICEF aprobó en septiembre el Plan de Acción 2025-2028 de Necochea, que se apoya en tres ejes centrales. El primero apunta a la inclusión educativa, con el objetivo de garantizar el acceso, la permanencia y la trayectoria escolar de niños y adolescentes. El segundo eje se enfoca en la construcción de entornos libres de violencia, mediante la articulación con el Servicio Local de Promoción y Protección de Derechos y el sistema judicial. El tercero promueve entornos saludables, orientados al bienestar integral y la calidad de vida.
Como valor agregado, el municipio decidió incorporar ejes transversales propios que contemplan la discapacidad, la gestión presupuestaria con enfoque de niñez y el cuidado del medio ambiente, ampliando el alcance del programa y adaptándolo a las particularidades locales.
Articulación y trabajo en red
Con el plan ya aprobado, el inicio de 2026 estará marcado por la conformación de mesas de acción interinstitucional. Antenucci explicó que esta etapa será clave para consolidar redes comunitarias sólidas, con participación del Poder Judicial, áreas provinciales de Educación y Salud, y los Centros de Orientación Familiar (COF), entre otros actores.
En paralelo, uno de los aspectos destacados del programa es la capacitación específica de los trabajadores municipales que intervienen diariamente en el territorio. La intención es pasar de respuestas aisladas frente a la urgencia a soluciones planificadas, sostenidas y con perspectiva de derechos.
“El mayor desafío es lograr que estas acciones se consoliden como una política de Estado que trascienda las gestiones”, afirmó Antenucci, quien además destacó que diversas instituciones ya manifestaron su interés en sumarse al Plan de Acción local, reforzando el carácter participativo e integral de la iniciativa.
