NECOCHEA.- “Cuando te hagarre (sic) vamos a ver quién corre”, se lee en una serie de mensajes que mantiene, durante varios minutos, el tono de una promesa de ajuste de cuentas. Poco después, otra frase refuerza la amenaza: “Me dijo un amigo del Coronel que me quería agarrar en banda”. Y más adelante: “Te vas a ir todo cortado, pedazo de gato. Ya te aviso. El que avisa no traiciona”.
Estos textos surgen, según confirmaron fuentes de la investigación a LA NACION, de los teléfonos celulares secuestrados por la justicia a Bautista Coronel, el adolescente de 17 años que murió apuñalado durante la madrugada del sábado en el marco de una pelea callejera, y al de otro menor de 16, acusado de ser autor del crimen e inmediatamente aprehendido.
Los testimonios obtenidos en las primeras horas posteriores al asesinato ya indicaban que no se trató de un cruce casual. De acuerdo con comentarios de testigos del hecho, que aún no fueron incorporados a la causa, ambos chicos no solo se conocían, sino que existía una tensión previa por motivos que se desconocen y que involucraba a varios amigos de ambos.
El resultado de la autopsia que recibió la fiscal Verónica Posse, a cargo de la unidad del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, confirma que Coronel sufrió una lesión cortopunzante profunda a la altura de la ingle, que alcanzó los vasos ilíacos. Esto provocó una hemorragia masiva que derivó en una muerte rápida, aun cuando se le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar.
Los investigadores realizaron un relevamiento en el lugar del hecho, un playón de la avenida 2, en la costa y casi frente al edificio del casino de esta ciudad balnearia. En la arena recuperaron un cuchillo que habría sido el arma homicida y también una punta o punzón.
El ataque a Coronel quedó registrado en videos tomados con teléfonos celulares que siguieron paso a paso una pelea que comenzó a golpes y luego continuó con armas blancas. Según los investigadores, el cuchillo fue aportado al agresor por uno de los testigos cercanos al hecho.
En las últimas horas trascendieron los chats que revelarían los cruces previos no solo entre los protagonistas de la pelea, sino también con otros miembros de un grupo de WhatsApp. Corresponderían a la madrugada del jueves, casi 48 horas antes del crimen, y allí se reconstruye una disputa que crecía desde las amenazas enviadas de celular a celular.
La fiscal Posse confirmó a LA NACION que hay tres teléfonos secuestrados en el marco de la investigación: uno corresponde a la víctima, otro al imputado y un tercero que fue aportado por la madre de este último cuando el lunes se presentó en sede judicial para colaborar con la causa.
De esas capturas también surge que ya habría habido un cruce previo, con alta carga de agresividad, contra quien resultó víctima fatal. En esa ocasión, el ataque no habría sido cometido por el actual imputado, sino por otra persona de su entorno.
Coronel, siempre en ese intercambio de mensajes, respondió con textos y audios en los que acusaba a su agresor de no enfrentarlo de manera directa y de haber contado con ayuda de algún amigo.
El aprehendido declaró cuando la víctima todavía vivía, por lo que en esa instancia la acusación era por tentativa de homicidio. Durante ese trámite confirmó a la fiscal que no solo conocía a Coronel, sino que alguna vez habían sido amigos. También reconoció que los cruces se dieron en el grupo de WhatsApp llamado “Todo Neco”, donde habrían quedado registradas las amenazas.
Por eso será convocado nuevamente a audiencia de imputación, ahora bajo cargos de homicidio agravado. Antes de ese paso, según pudo confirmar LA NACION, intervino el Servicio de Promoción y Protección de los Derechos del Niño, que presentará informes sobre la situación del acusado.
Mientras tanto, la fiscal avanza con la recolección de otros elementos de prueba, entre ellos más testimonios. Este lunes, tras el sepelio que incluyó una caravana de amigos y familiares de Coronel, declararon los padres de la víctima, que luego evitaron el contacto con los medios.
La investigación continuará en las próximas horas con la convocatoria de varios testigos directos de la pelea y el crimen. En su mayoría, según trascendió, serían menores de edad. Se trabaja para determinar identidades y roles. Vale recordar que el arma homicida no la portaba el autor de la puñalada, sino que le fue alcanzada por algunos de los que alentaban la pelea.
Por eso no se descarta que puedan darse imputaciones por participación de terceros en este hecho que tuvo un desenlace trágico.
En declaraciones a la prensa, la fiscal reconoció que esta problemática crece en la jurisdicción donde actúa y confirmó que en reiteradas oportunidades se secuestraron armas blancas en casos que involucran a menores de edad. “Incluso hay casos en escuelas”, dijo, y advirtió que los chicos las llevan en mochilas o las exhiben a compañeros durante discusiones en clase.
