
La digestión es un proceso fisiológico que experimenta nuestro cuerpo cada día y que está tan dentro de nuestra vida que, en ocasiones, no reparamos en ella. Sin embargo, una digestión difícil nos condiciona el resto de la jornada, ya que podemos sentirnos pesados o incómodos. En este proceso, el protagonista es el sistema digestivo, que abarca la boca, el esófago, las glándulas salivales, el estómago, los intestinos o el ano, entre otros.
El proceso de la digestión comienza en el momento en el que estamos masticando un alimento. Una vez que se da esa fragmentación física, se produce una descomposición molecular de los alimentos mediante enzimas digestivas y ácidos. Es entonces cuando el cuerpo absorbe los nutrientes, desde el intestino hasta el torrente sanguíneo o linfático. Los desechos no absorbidos se expulsan en forma de heces.
Una de las duda más comunes respecto a la digestión es cuánto tiempo tarda nuestro cuerpo en llevarla a cabo. Aunque es probable que esta pregunta nos asalte especialmente en verano (cuando queremos bañarnos en la playa o la piscina), es importante conocer la duración de este proceso.
Cuánto tiempo dura la digestión
Se debe tener en cuenta que el tiempo varía según cada persona y el tipo y cantidad de comida que se haya ingerido. Cuando comemos, los líquidos digestivos y el movimiento estomacal descomponen los alimentos en una sustancia llamada quimo. Poco a poco, el estómago va vaciando este líquido espeso hacia el intestino delgado, tal y como explica la Clínica Mayo.
El intestino delgado contiene otros líquidos digestivos cuya función es la de descomponer los alimentos en nutrientes que puedan servir para el organismo. El objetivo es absorber estos nutrientes para que puedan circular por la sangre y el cuerpo los aproveche. Todo este proceso, desde que la comida se transforma en alimento y pasa por el estómago y el intestino delgado, puede tardar unas seis horas.
Una vez que el alimento se ha digerido, este pasa al intestino grueso, que es la última porción del aparato digestivo y el que tiene mayor responsabilidad a la hora de absorber el agua de los residuos alimenticios no digeribles. Como explica la Clínica Mayo, “la válvula ileocecal del íleon (intestino delgado) pasa el material al intestino grueso por el ciego. El material pasa a través de las porciones ascendentes, descendentes y transversas y sigmoide del colon y finalmente al recto. Desde este los desechos se expulsan del organismo».
Cuando los alimentos digeridos pasan al colon, lo que queda es principalmente desechos, pues el colon lo que absorbe es el agua y los minerales. Estos desechos se van secando a medida que avanzan por el colon, un proceso que puede tardar entre 36 a 48 horas y que acabará con aquellos saliendo por el recto y el ano en forma de heces.
Por qué ocurren digestiones pesadas
Una comida copiosa y rica en grasa, una masticación insuficiente, un consumo excesivo de alcohol o bebidas con gas, el estrés, la falta de ejercicio y ciertas intolerancias alimentarias pueden provocar que suframos una digestión pesada después de comer.
La digestión pesada provoca una sensación de hinchazón, ardor, lentitud y malestar estomacal que, aun no siendo grave, interfiere con la calidad de vida. Si no existe una causa orgánica clara, se le conoce como dispepsia funcional.
