“Desde una muy temprana edad supe que no quería perderme nada de lo que la vida tenía para ofrecer, solo porque pudiera considerarse peligroso”, dijo una vez Nicole Kidman. Con esa filosofía se convirtió en una de las mejores actrices del mundo y en una de las más galardonadas y queridas. No solo se destaca por su talento, sino también por tener en su repertorio un abanico de personajes: fue una bailarina del Moulin Rouge, una ambiciosa presentadora de televisión y una emblemática escritora. Trabajó en más de 100 películas, se instaló como una referente dentro del mundo de las series como protagonista y productora y cosechó cinco nominaciones y una victoria en los premios Oscar. Este 20 de junio la intérprete australiana cumplió 58 años y en sus más de cuatro décadas dentro del universo de Hollywood tuvo proyectos a los que le dio la espalda, otros que le valieron el máximo reconocimiento de la industria y algunos que desearía nunca haber hecho.
La película que rechazó protagonizar y que pudo haber evitado un escándalo en Hollywood
A principios de los 2000, Nicole Kidman ya era considerada una de las actrices más importantes de Hollywood. En Ojos bien cerrados (1995) – donde trabajó con su entonces pareja Tom Cruise – mostró su costado más dramático y sensual, y en Moulin Rouge! (2001) dejó en claro que además de actuar podía cantar y bailar. En pleno auge, recibió un llamado del director Doug Liman para protagonizar junto a Brad Pitt Sr. y Sra. Smith.
La película -basada en un matrimonio aparentemente normal que en realidad está compuesto por dos asesinos que deben matarse mutuamente- ya tenía a sus dos protagonistas y prometía ser un éxito. Pero, si algo quedó demostrado a lo largo de los años es que hasta que una producción no se estrena, puede haber varios cambios con la historia y los actores. En este caso ocurrió esto último. Aún a sabiendas de que su dupla con Pitt podía ser explosiva, Kidman decidió abandonar el proyecto. ¿El motivo? Priorizó el rodaje de Las mujeres perfectas (The Stepford Wives), basada en la novela homónima de Ira Levin, y trabajar con Matthew Broderick, Bette Midler, Glenn Close y Christopher Walken bajo la dirección de Frank Oz.
Ante su salida, Brad Pitt decidió abandonar el proyecto y a falta de uno, los productores tuvieron que salir a buscar a los dos protagonistas. Se habló de Will Smith, Johnny Depp, Catherine Zeta-Jones y Cate Blanchett, hasta que el director eligió a una joven de 29 años que venía afianzándose en la industria: Angelina Jolie. Su selección hizo que el protagonista inicial volviera a ver con buenos ojos interpretar al Sr. Smith y retomó su papel. La película fue un éxito y se convirtió en un clásico. Pero, también desató un escándalo amoroso en Hollywood.
La química entre los protagonistas traspasó la pantalla y Pitt terminó por separarse de su entonces esposa Jennifer Aniston y comenzó una relación con su coestrella. Estuvieron juntos 12 años, tuvieron seis hijos y se divorciaron en 2024, tras casi una década de disputa legal. Entonces es imposible no preguntarse, ¿si Kidman no abandonaba el proyecto, Brad Pitt se hubiese igualmente separado de Aniston y apostado por ‘Brangelina’?
Las Horas y un retrato de Virginia Woolf que le dio el Oscar
Interpretar a un personaje histórico puede ser un error o un acierto. Es difícil que haya punto medio. En la última década, Gary Oldman ganó el Oscar por su retrato de Winston Churchill en Las horas más oscuras (The Darkest Hour), Jessica Chastain por ser Tammy Faye en Los ojos de Tammy Faye (The Eyes of Tammy Faye) y Rami Malek por ponerse en la piel de Freddie Mercury en Bohemian Rhapsody. Pero, varios años antes fue Nicole Kidman quien hizo historia en los Premios de la Academia al convertirse en la primera australiana en consagrarse como mejor actriz. Lo hizo por su interpretación de Virginia Woolf en Las horas (The Hours) personaje que le demandó una gran transformación física: usó una prótesis en la nariz y a para muchos lució irreconocible.
En 2002, la actriz trabajó con Meryl Streep, Julianne Moore y el director Stephen Daldry en un drama basado en la novela homónima de Michael Cunningham sobre tres mujeres conectadas a través de la novela de Woolf La señora Dalloway (Mrs. Dalloway). El film tuvo nueve nominaciones a los Oscar de 2003, pero la única victoria fue la de Kidman, que en ese momento tenía 35 años y venía de ganar el Globo de Oro y el BAFTA por dicho personaje. Sus contrincantes fueron Salma Hayek (Frida), Diane Lane (Infidelidad), Renée Zellweger (Chicago) y su compañera Julianne Moore (Lejos del paraíso).
“Russell Crowe dijo ‘no llores si llegás allí, y ahora estoy llorando’”, dijo Kidman tras recibir el galardón de manos de Denzel Washington. “¿Por qué vienes a los Premios de la Academia cuando el mundo está tan convulsionado? Porque el arte es importante. Y porque creés en lo que hacés y querés honrarlo. Y es una tradición que debe mantenerse. Al mismo tiempo, decís que hay muchos problemas en el mundo. Y desde el 11 de septiembre hubo mucho dolor, en cuanto a las familias que perdieron a seres queridos, y ahora, con la guerra, familias que también perdieron a sus personas amadas. Que Dios las bendiga. Y estoy acá, frente a mi madre y mi hija, y toda mi vida quise enorgullecer a mi madre. Y ahora quiero enorgullecer a mi hija», expresó entre lágrimas.
El historial de la australiana en los premios de la Academia es de cinco nominaciones y una victoria. Si bien levantó la estatuilla por su papel en Las horas, fue considerada por sus actuaciones en Moulin Rouge!, Rabbit Hole, Un camino a casa (Lion) y Todo sobre los Ricardo (Being the Ricardos).
Batman Forever, un proyecto soñado con un resultado olvidable
Como todos los actores, Nicole Kidman también tiene ese proyecto que le gustaría borrar completamente de su memoriaS y de la de sus fanáticos. Participar de una película de superhéroes suele ser un sueño para muchos, pero solo cuando las cosas funcionan bien, porque de lo contrario pueden volverse una pesadilla. Eso fue lo que le pasó a ella. En 1995, el director Joel Schumacher estrenó Batman eternamente (Batman Forever) protagonizada por Kidman, Val Kilmer, Chris O’Donnell, Tommy Lee Jones y Jim Carrey.
En ese entonces, la australiana era una estrella en ascenso y cuando Michael Keaton -que venía de interpretar a Bruce Wayne en Batman (1989) y Batman regresa (1992) de Tim Burton- se bajó de la producción, tuvieron que buscar a otra actriz que interpretara a la doctora Chase Meridian. Originalmente, el papel iba a ser para Rene Russo, pero finalmente se decidieron que el personaje fuera más cercano en edad a su nuevo protagonista, Val Kilmer.
Fue así como el director eligió a Kidman a quien definió como una mujer “muy bella” y una “extraordinaria” actriz joven. “Traté de poner mucho humor en la película y ella pudo explorar esta faceta, teniendo en cuenta que antes tuvo muchos papeles dramáticos”, sostuvo Schumacher en una entrevista televisiva. Pero, el film no fue tan exitoso como sus antecesores y así como algunos fanáticos lo amaron, otros lo odiaron. Y en este segundo grupo se encuentra su protagonista.
Años después de filmar Batman Forever, Nicole Kidman admitió que no le gustó cómo trataron a su personaje y la forma en la que fue sexualizado. “Es una psicóloga criminalística que tiene una especie de cabello rubio perfecto, labios rojos y usa este tipo de vestidos negros ajustados. Así que es una dicotomía, porque tienes al psicólogo criminal que se viste como Jessica Rabbit”, explicó.
En 2024, en tanto, recordó que muchos sintieron curiosidad de por qué aceptó el proyecto. “Todos me preguntan ‘¿por qué hiciste eso?’. Yo les respondía: ‘¡Porque podía besar a Batman!’“, dijo en diálogo con L’Officiel y su decisión estuvo basada en la filosofía que adoptó durante toda su carrera: “Lo que la gente no entiende es que no se trata del cheque. Espero que muchos de los grandes éxitos de taquilla que hago sean diferentes”. Y está claro que aún hay mucho de ella para ver.