Nishant Lalwani: “Solo tenemos un año para salvar a los medios independientes”

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La alarma dejó de ser una metáfora: para Nishant Lalwani -CEO del Fondo Internacional para Medios de Interés Público (IFPIM, por sus siglas en inglés)-, el apagón informativo ya empezó. El responsable del fondo que hoy sostiene a más de un centenar de medios en 31 países asegura que el periodismo independiente está entrando en una zona crítica, presionado por la caída de ingresos, el avance de la inteligencia artificial y el retroceso del financiamiento internacional. “Si actuamos colectivamente, todavía estamos a tiempo; si no, las noticias independientes pueden convertirse en cosa del pasado”, advierte.

Lalwani describe un escenario en el que la desinformación crece más rápido que la capacidad de los medios para resistirla, mientras los algoritmos se quedan con el tráfico y las plataformas concentran un poder económico sin precedentes. La pérdida del periodismo, sostiene, no es sólo un golpe a la democracia: es una amenaza directa para la seguridad de los países y la estabilidad económica de las sociedades.

Influencers que no existen: cuando la nueva estrella es una IA

Con una visión global alimentada por equipos en cinco regiones, el ejecutivo asegura que existen estrategias probadas para revertir la crisis, desde fondos nacionales de periodismo hasta acuerdos de licencias con empresas de IA y mecanismos fiscales que recompensen la producción informativa. Pero advierte que la ventana para implementarlas es corta y que los gobiernos deben dejar de ver al periodismo como un costo y empezar a tratarlo como un pilar de desarrollo.

Aun así, no pierde el optimismo. Lalwani cree que el creciente reconocimiento del rol económico, social y democrático del periodismo -respaldado por premios Nobel, filántropos y hasta jefes de Estado- abre una oportunidad inédita. El desafío, dice, es actuar rápido para que esa toma de conciencia llegue antes que el colapso.

-IFPIM nació justo cuando el apoyo internacional a los medios independientes se estaba derrumbando -desde recortes del gobierno de EE.UU. hasta el retiro de grandes filantropías-. ¿Cómo explica este declive y qué significa para la supervivencia del periodismo de interés público en el sur global?

-La concepción del Fondo Internacional es anterior a estos hechos. Comenzamos operaciones en 2022, antes de los recortes de USAID y del retiro de otros actores, aunque ya advertíamos que el financiamiento internacional era insuficiente, unos 500 millones de dólares de AOD. Desde entonces, las cosas empeoraron. Diseñamos nuestro modelo para que fuera resiliente a cambios políticos: como fondo multilateral agrupado, no dependemos de un solo donante. Esto nos protege de cambios geopolíticos repentinos. Por ejemplo, aunque teníamos financiamiento estadounidense importante, los recortes de USAID no generaron reducciones en nuestras subvenciones existentes. El declive global del apoyo responde a factores políticos y económicos: gobiernos que recortaron ayuda exterior por cambios de prioridades, crisis como la guerra en Ucrania que reasignaron presupuestos, países de altos ingresos cada vez más orientados hacia adentro, retroceso de la cooperación multilateral y resurgimiento del autoritarismo. Esto amenaza como nunca la viabilidad del periodismo independiente y los medios de interés público. Las consecuencias afectan no solo al sector sino a toda la sociedad: sociedades peor informadas, desinformación que moldea opinión, polarización extrema, cultura autoritaria que reemplaza a la democrática y gobiernos que actúan con impunidad. La erosión de los medios independientes desestabiliza regiones, debilita normas democráticas y amenaza la seguridad. El Fondo Internacional es hoy uno de los pocos donantes especializados que permanecen en muchos países. La evidencia muestra que una de las formas más efectivas de contrarrestar la desinformación y apoyar la democracia y la seguridad es la presencia sostenida de medios independientes. Sigo siendo optimista: sabemos qué funciona y surgen soluciones prometedoras, como financiamiento flexible para fortalecer instituciones, fondos nacionales que atraigan ingresos locales y mecanismos más justos para que las plataformas compensen a los medios mediante licencias o impuestos digitales. También vemos innovación a través de nuevas tecnologías diseñadas con interés público. Esto demuestra que la inversión estratégica y coordinada no solo sostiene a los medios, sino que puede ayudar a reconstruir el ecosistema informativo.

-Sus informes recientes advierten que la inteligencia artificial está alimentando la desinformación y erosionando el tráfico y los ingresos de los publishers, especialmente en idiomas no ingleses. Al mismo tiempo, IFPIM está lanzando iniciativas como el Global Media Trust para negociar acuerdos de licencias con empresas de IA. ¿Dónde ve oportunidades realistas para que los medios recuperen valor en la era de la IA?

-Las amenazas actuales que mencionás no favorecen a las empresas de IA en el largo plazo, porque dependen de fuentes de alta calidad y oportunas para entrenar y fundamentar sus modelos de lenguaje. Si no fuera por el trabajo de periodistas profesionales, los chatbots tendrían aún más probabilidades de inventar cosas o difundir desinformación. Así que el valor que los medios de interés público pueden aportar es claramente enorme, y sólo está creciendo a medida que las empresas tecnológicas siguen integrando la IA generativa en sus productos. Por eso estamos apoyando soluciones que puedan garantizar un intercambio de valor más justo entre quienes se benefician del periodismo y quienes lo producen. Algunas de las oportunidades más obvias para los publishers giran en torno a licenciar contenido para entrenar y fundamentar datos. Con el lanzamiento del Global Media Trust, estamos argumentando que las empresas de IA -desde startups pequeñas hasta gigantes tecnológicos globales- deberían asociarse con medios de la región para asegurar datos de entrenamiento y fundamentación más representativos, confiables y diversos lingüísticamente para los modelos de IA. En mercados que no han sido prioridad para las empresas tecnológicas globales, creemos que hay una gran oportunidad para fomentar acuerdos colaborativos de licencias y construir conjuntos de datos que puedan servir mejor a los idiomas y contextos locales. Así es como los medios de interés público pueden monetizar su valor, pero también construir activamente la infraestructura necesaria para cumplir con la creciente demanda de datos de alta calidad y oportunos.

IFPIM: A Moment of Truth: Securing the Future of Independent Journalism

-Más allá de las subvenciones directas, IFPIM está ayudando a crear fondos nacionales en países como Sudáfrica, Brasil y Colombia para agrupar recursos de gobiernos, filantropías y actores privados. ¿Qué lecciones están surgiendo de estos experimentos? ¿Podrían ser un modelo escalable para otras regiones, incluida América Latina?

-Los fondos de periodismo que estamos apoyando en países como Sudáfrica, Brasil y Colombia responden a una necesidad global de un apoyo más sostenible para los medios. En todo el mundo, el modelo de negocio tradicional de los medios ha estado en declive constante y el financiamiento estable para el periodismo independiente sigue siendo escaso. Estos fondos están diseñados para abordar esa brecha desbloqueando nuevas fuentes de ingresos, mientras aprovechan oportunidades específicas dentro de cada país. En este momento, estamos apoyando la creación de seis fondos en diferentes regiones. Si bien ciertos aspectos de estos fondos pueden replicarse, cada uno tiene características únicas dependiendo del contexto del país y del modelo de gestión. Por ejemplo, algunos pueden estar financiados principalmente a través de mecanismos públicos como impuestos, tasas de licencia o incentivos fiscales. Otros pueden adoptar un modelo mixto, combinando recursos de empresas tecnológicas, donantes individuales y filantropías locales e internacionales. El enfoque y el tamaño de las subvenciones también variarán: algunos fondos pueden priorizar medios locales o comunitarios, mientras que otros apoyarán medios nacionales o digitales. Nuestro enfoque es bastante específico: un fondo de periodismo es un mecanismo de financiamiento agrupado -no una ONG, un programa de donantes o una red de incidencia pública-. IFPIM cree en la promesa y potencial de formas locales de fondos, pero reconoce que crear nuevos fondos no siempre es la respuesta correcta. Los nuevos mecanismos sólo deben establecerse cuando agregan valor claro -como la proximidad local, la movilización de recursos domésticos y el impacto a largo plazo-. El rol de IFPIM en estos fondos incluye cofinanciar y asesorar en las primeras etapas del diseño institucional, y compartir investigación, estándares y datos sobre qué funciona. Incluso cuando IFPIM no es un contribuyente financiero, puede agregar valor a través de su asesoramiento político y técnico y su capacidad de convocatoria. Hemos creado una red internacional de fondos de periodismo para facilitar el aprendizaje entre pares. En América Latina, vemos mucho potencial en los fondos con los que estamos trabajando en Brasil y Colombia. Ambos países tienen mercados de medios vibrantes y diversos, desde medios nacionales establecidos hasta plataformas digitales emergentes y medios comunitarios locales. También ofrecen oportunidades para desbloquear contribuciones de múltiples fuentes, incluidos gobiernos, filantropías y el sector privado. Todos los fondos están aún en etapas piloto, centrados actualmente en diseño, estructuras de gobernanza y participación de actores clave. Para el año que viene, esperamos tener nuestros primeros aprendizajes concretos, lo que nos ayudará a evaluar cómo estos modelos pueden adaptarse y escalarse en otras regiones, incluida América Latina.

-Están creciendo los llamados para regular y asegurar una compensación justa para el periodismo. ¿Qué tipos de legislación o marcos regulatorios podrían hacer la mayor diferencia, especialmente en el contexto de IA generativa y plataformas globales?

-El auge de la IA generativa presenta una gran oportunidad para moldear la conversación regulatoria sobre derechos de autor, impuestos digitales y mercados digitales. Para nosotros, la prioridad es asegurar que las organizaciones de medios y los reguladores del Sur Global estén preparados para participar eficazmente a medida que surjan estas oportunidades. A través de nuestro trabajo con actores de la industria en América Latina, África y el Sudeste Asiático, buscamos ayudar a que los medios independientes logren una representación justa en negociaciones de políticas y resultados equitativos de futuras regulaciones. Los gobiernos y actores del sector de noticias pueden colaborar a través de fronteras para aprender de respuestas emergentes y diseñar soluciones que se adapten a las necesidades y oportunidades de sus propios contextos. Dentro de cada país, el sector de noticias es más fuerte cuando trabaja colectivamente y avanza una agenda clara y unificada en su relación con gobiernos y plataformas tecnológicas.

Once economistas destacados -incluidos ganadores del Nobel como Joseph Stiglitz y Daron Acemoglu- acaban de pedir a los gobiernos que reconozcan a los medios de interés público como impulsores de estabilidad y crecimiento económico. ¿Qué tan poderosa puede ser esta argumentación económica para persuadir a los responsables políticos frente a los tradicionales reclamos por la libertad de prensa?

-Creo que es un argumento excepcionalmente poderoso, no sólo por quiénes están detrás de esa declaración, sino por la evidencia convincente que la respalda. Cuando economistas líderes como ellos dicen que los medios independientes de interés público son esenciales para la estabilidad y el crecimiento económico -en lugar de ser simplemente un bien público en sí mismo-, destaca la importancia de los medios para una audiencia mucho más amplia. La conversación deja de ser sólo sobre libertad de expresión y pasa a tratarse de resiliencia económica, transparencia y mercados eficientes, áreas a las que los responsables políticos suelen ser mucho más receptivos. El argumento económico complementa, en lugar de reemplazar, el democrático. Muestra que cuando la gente tiene acceso a información confiable, los mercados funcionan mejor, la corrupción disminuye y las sociedades se vuelven más estables y productivas. Y como señala la propia declaración, “el sector privado y la sociedad civil también tienen un rol que jugar en apoyar un ecosistema de medios que pueda sostener una pluralidad de noticias basadas en hechos, con mayor transparencia y supervisión pública”.

-Usted advirtió que socavar los medios confiables no sólo daña a la democracia, debilita también la seguridad nacional y alimenta campañas de desinformación extranjera. ¿Los gobiernos están empezando a entender este vínculo o sigue subestimado?

-Sí, creo que hay una comprensión creciente de ese vínculo, aunque es algo que los gobiernos que socavan la democracia han entendido demasiado bien desde hace tiempo. Siempre han sabido lo poderoso que puede ser controlar la información. Pero lo alentador ahora es que más actores democráticos están empezando a reconocer que apoyar medios confiables de interés público no es sólo una cuestión de libertad de expresión: es una cuestión de seguridad nacional y resiliencia. Estamos viendo ese cambio reflejado al más alto nivel. En la Conferencia de Alto Nivel sobre Integridad de la Información y Medios de Interés Público, que ayudamos a convocar en el Foro de París por la Paz, cinco jefes de Estado y de gobierno -incluidos la presidenta Maia Sandu de Moldavia, el presidente Emmanuel Macron de Francia, el presidente John Mahama de Ghana, el primer ministro Nikol Pashinyan de Armenia y el primer ministro Edi Rama de Albania- dejaron ese punto muy claro. Desde entonces, 33 gobiernos se sumaron a la Declaración de París sobre Acción Multilateral para la Integridad de la Información y Medios Independientes, comprometiéndose a trabajar juntos para defender el acceso a información libre y confiable. Como dijo la presidenta Sandu en su discurso, apoyar a los medios independientes “no es sólo un acto de solidaridad; es una inversión en nuestra seguridad colectiva”.

-Según su Informe Anual 2024, ¿qué implica una resiliencia real a largo plazo para una redacción independiente y cómo la miden?

-El informe dice que el 93% de nuestros beneficiarios informó que el apoyo de IFPIM tuvo un impacto muy positivo en su sostenibilidad financiera. Esa cifra proviene de nuestra encuesta anual a beneficiarios, no de estados financieros, pero aun así nos dice algo significativo sobre cómo el financiamiento flexible ayuda a las organizaciones a estabilizarse y planificar a futuro. También recolectamos datos financieros detallados de nuestros beneficiarios. En el ciclo más reciente de subvenciones, el 63% de los beneficiarios aumentó sus ingresos totales, y de forma muy significativa: en promedio, alrededor del 25%. Algunos usaron nuestro apoyo para cerrar brechas de financiamiento o eliminar déficits; otros lo usaron para probar nuevos modelos de ingresos, invertir en crecimiento de audiencia o construir capacidad comercial. Incluso en contextos afectados por conflictos como Europa del Este, Medio Oriente o el Sahel, el apoyo central demostró ser notablemente estabilizador: más del 60% de los beneficiarios retuvo o amplió sus equipos editoriales durante uno de los años más difíciles que se recuerden. En IFPIM definimos la resiliencia como la capacidad de un medio para seguir produciendo periodismo de interés público mientras se adapta a shocks internos y externos que a menudo están fuera de su control. Para medir eso, desarrollamos un Índice de Resiliencia Económica, que rastrea indicadores como ingresos totales, dependencia de subvenciones, reservas de efectivo y márgenes operativos -no sólo como puntos aislados sino como tendencias a lo largo del tiempo-. Esto nos da una visión más matizada de la salud financiera y la viabilidad a largo plazo. Pero la resiliencia económica es sólo una dimensión. La resiliencia verdadera también proviene de la innovación y la conexión con las audiencias. En un paisaje informativo que cambia rápidamente -donde la IA, los cambios de plataforma y la caída de la confianza redefinen cómo la gente accede a las noticias-, los medios que experimentan, diversifican ingresos y ponen a sus audiencias en el centro de su trabajo son los que tienen más posibilidades de sobrevivir.

Nishant Lalwani

-La ganadora del Nobel María Ressa advirtió sobre un “Armagedón informativo”. Sus propias cartas describen 2025 como un año turbulento, con la seguridad epistémica bajo ataque. ¿Qué tan cerca estamos de un punto de no retorno, donde el colapso de las noticias confiables se vuelve irreversible?

-María cree que muchos medios digitales del Sur Global y Europa del Este sólo tienen entre seis y nueve meses antes de que se vean obligados a cerrar, y estoy de acuerdo con ella. El socavamiento económico del periodismo es implacable: los resúmenes de noticias generados por IA en Google y el uso de chatbots para búsquedas causaron caídas drásticas en los ingresos publicitarios de los sitios de noticias. La reducción de la ayuda exterior y de programas filantrópicos de periodismo empeoró mucho más la situación. La captura política de los medios está creciendo más rápido que en cualquier otro momento reciente, con inversiones rusas y chinas en medios fuera de sus fronteras estimadas en US$8000/US$10.000 millones por año. Y la centralización del poder tecnológico está acelerando ambas amenazas. Aun así, no creo que estas cosas sean irreversibles todavía. El público y los políticos están cada vez más conscientes del valor del periodismo independiente como un sector crucial que sostiene nuestras sociedades, nuestras economías y nuestras relaciones interpersonales. No necesitamos grandes cantidades de dinero para apoyar las noticias de interés público: estamos hablando de cientos de millones de dólares al año para revertir esta tendencia en gran parte del Sur Global, no de los miles de millones que estamos gastando, por ejemplo, en aumentos presupuestarios de defensa. Y todavía hay tiempo para definir cómo se usa la IA en beneficio del interés público, si lo hacemos colectivamente y no dejamos que unas pocas personas muy ricas de Silicon Valley tomen estas decisiones por todos nosotros. Así que, si realmente actuamos en el próximo año, creo que podemos detener las tendencias que dañarán irreversiblemente nuestros ecosistemas informativos. Si no lo hacemos, temo que las noticias verdaderamente independientes podrían volverse cosa del pasado.

-El portfolio de IFPIM muestra que más de la mitad de la fuerza laboral y el 64% de los roles de liderazgo en los medios apoyados son mujeres, y que la mayoría del personal tiene menos de 35 años. ¿Por qué es crucial esta diversidad para reconstruir la confianza y la relevancia en los ecosistemas informativos?

-Hay mucha evidencia que muestra que una mayor diversidad en las decisiones editoriales y de gestión conduce a un periodismo más representativo, ético e innovador. Cuando las mujeres ocupan roles de liderazgo, generalmente vemos una gama más amplia de voces, perspectivas y temas reflejados en la cobertura mediática. No sólo amplía la representación social, sino que también ayuda a reducir el sesgo de género y fortalece la percepción de imparcialidad y equidad. La participación de jóvenes en las redacciones es igualmente importante. Su involucramiento trae ideas nuevas y una mejor comprensión de las audiencias emergentes, lo que finalmente ayuda a conformar agendas más relevantes para ellas. Por supuesto, todavía queda trabajo por hacer. El informe Women and Leadership in the News Media 2024 del Instituto Reuters muestra que sólo el 24% de los editores jefes de 240 grandes marcas son mujeres. Pero en nuestro caso, el panorama es muy distinto. Muchos de los medios digitales en América Latina y Asia que surgieron en la última década fueron fundados y liderados por mujeres periodistas. Y en Europa del Este -especialmente en Ucrania- vimos más mujeres asumiendo roles de liderazgo a medida que los hombres fueron al frente de batalla. Como enfatiza Unesco en su informe Medios e Igualdad de Género, los medios juegan un rol crucial en moldear cómo las sociedades entienden las relaciones de poder, incluidas las dinámicas de género. Promover la igualdad de género tanto dentro de los medios como a través de ellos es esencial. De hecho, los medios con más mujeres en posiciones de liderazgo tienden a ser más innovadores, financieramente sostenibles y confiables para sus audiencias. Y sabemos que las audiencias más jóvenes y diversas tienen más probabilidades de comprometerse con medios que realmente reflejan sus realidades.

-Desde los periodistas exiliados de Nicaragua hasta las redacciones locales que luchan en Argentina, América Latina enfrenta presiones únicas -fragilidad económica, polarización política y disrupción de plataformas-. ¿Cómo está adaptando IFPIM su modelo a las realidades de esta región?

-Una de las características más importantes de nuestro modelo del Fondo Internacional es que brindamos subvenciones centrales, permitiendo que las organizaciones aborden muchas necesidades urgentes de forma integral mientras invierten en proyectos innovadores. Frente a desafíos globales y dificultades específicas de cada país, es crucial que cada medio desarrolle estrategias a medida. Nuestros equipos regionales tienen un conocimiento profundo del terreno y trabajan de cerca con varios actores del ecosistema informativo, incluidos medios, asociaciones de periodismo y centros de investigación. Trabajar en distintas regiones del mundo también nos permite evaluar tendencias y compartir experiencias que facilitan el diseño de nuestro apoyo. Este enfoque nos permite brindar apoyo que aborda los diversos desafíos que enfrentan diferentes regiones.

-Muchos modelos de IA se basan en contenido de medios que rara vez son compensados, especialmente en español y otros idiomas no anglosajones. ¿Qué pasos prácticos pueden tomar las organizaciones de medios de la región para negociar términos más justos?

-Depende de cada medio decidir cómo quiere que se use su contenido y asegurar que esté alineado con su misión y estrategia de negocio: algunos pueden elegir permitir que su contenido se use libremente para modelos de IA, otros pueden decidir bloquear que los rastreadores de IA accedan a su contenido como datos de entrenamiento o de fundamentación. Hay varios pasos prácticos que pueden tomar: primero, pueden proteger mejor su contenido bloqueando el rastreo no autorizado de su material para fines de entrenamiento o fundamentación de IA. Por ejemplo, un archivo robots.txt actualizado es una herramienta disponible para que los sitios indiquen qué rastreadores de IA permiten o no permiten, pero nuestra investigación muestra que está subutilizado en mercados como Brasil e Indonesia. Segundo, los publishers pueden generar conciencia sobre los debates de políticas y ayudar a impulsar legislación que proteja el contenido usado para fundamentación en IA y asegure que los marcos de licencias compensen de manera justa a los medios por su reporteo original. Y tercero, pueden unirse para construir bibliotecas de contenido compartido que puedan licenciarse colectivamente tanto a grandes desarrolladores de IA como a actores locales. Esto puede ayudar a crear un camino más justo y fácil para acuerdos, y reducir el riesgo de acuerdos selectivos sólo con los medios más grandes. Creamos un vehículo, el Global Media Trust, para facilitar esto -y nos encantaría conversar con medios interesados en trabajar con nosotros-. La colaboración será un ingrediente vital en todos estos esfuerzos. Especialmente porque los medios más pequeños e independientes del Sur Global a menudo carecen de capacidad de negociación para obtener términos justos con grandes empresas tecnológicas. Al unirse y desarrollar agendas compartidas, los medios de interés público pueden amplificar su voz, influir en la regulación y buscar acuerdos colectivos de licencias y compensación.

-Con el retiro de algunos donantes importantes, ¿cómo se puede convencer nuevamente a las filantropías, agencias de desarrollo y al sector privado para que inviertan y a la escala que el momento requiere?

-Un cambio que vi en la última década es que las personas en posiciones de poder -incluidos líderes de filantropías, empresarios y políticos- tienen hoy una comprensión mucho mayor del impacto de la desinformación. Ya sea por las muertes causadas por la desinformación sobre covid o por las mentiras divisivas usadas para elegir líderes autoritarios: la mayoría tuvo un momento en el que se dieron cuenta de cuán cruciales son los medios basados en hechos y el daño que puede generarse cuando las sociedades no apoyan a los medios independientes. La gente lo entiende. Y eso no siempre fue así hace 10 años. Esto aún no se tradujo en los aumentos radicales de financiamiento que necesitamos para las noticias, pero soy optimista en que llegaremos ahí. Como mostró la Declaración de París, el apoyo político para este bien público vital que es el periodismo independiente está creciendo. A medida que más filantropías y empresas entiendan el impacto que los medios tienen en nuestras metas compartidas de prosperidad y paz, creo que también aumentarán los recursos destinados a construir ecosistemas informativos saludables.

A medida que IFPIM entra en su próxima fase de crecimiento, con el objetivo de asegurar €150 millones para 2026–2028, ¿cuál es su visión de largo plazo para redefinir cómo se financia el periodismo en el mundo? ¿Cómo se vería el éxito dentro de una década?

En los próximos diez años, el periodismo necesita evolucionar radicalmente. Hay fuerzas sísmicas influyendo en la manera en que consumimos noticias y en si creemos o no en los hechos. A medida que aumenta la búsqueda liderada por IA, disminuye el capital de ayuda exterior, y la seguridad nacional y los ecosistemas informativos se vuelven más interdependientes, necesitamos brindar el financiamiento y apoyo necesarios para impulsar la evolución de los medios de interés público. Las amenazas son demasiado graves como para que un solo país o una sola empresa puedan afrontar esto por su cuenta: tiene que ser un esfuerzo conjunto entre gobiernos y filantropías preocupados por la estabilidad de sus sociedades. El objetivo de IFPIM es construir una coalición global de financiadores, socios y aliados que puedan garantizar colectivamente que el periodismo independiente prospere.

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MINI BÍO

  • Formación. Es MBA por Harvard (becario Fulbright) y tiene una maestría en Ingeniería Aeronáutica y una licenciatura en Ingeniería General por la Universidad de Cambridge.
  • Carrera. CEO del International Fund for Public Interest Media (IFPIM), fondo que cofundó y lanzó en 2023. Lidera un equipo global con presencia en América Latina, América del Norte, Europa, África y Asia, y supervisa el financiamiento de 122 medios en 31 países. Tiene más de 20 años de experiencia en desarrollo internacional, medios y estrategia. Fue vicepresidente de Programas Globales en Luminate y cofundador del Global Innovation Fund. También integró el equipo fundador de Monitor Inclusive Markets en India y trabajó en el PNUD en Zambia.
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