El inicio del mantenimiento programado en la planta de regasificación de Cartagena, la principal infraestructura para recibir la importación de gas en Colombia, ha generado inquietud nacional sobre la posibilidad de racionamiento de gas, especialmente en la región Caribe.
Sin embargo, el Ministerio de Minas y Energía aseguró en entrevista con Blu Radio que el suministro para los hogares y las plantas térmicas está garantizado durante este periodo, aunque el sector industrial enfrenta un panorama de incertidumbre.
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La viceministra encargada de Minas y Energía, Karin Schut, explicó a Blu Radio que no se implementará un racionamiento de gas en la región Caribe.
Según sus declaraciones, el gobierno ha articulado esfuerzos con Ecopetrol, Canacol, Jocol y la Transportadora de Gas Internacional (TGI) para reorganizar la oferta y la demanda, priorizando el suministro a los usuarios esenciales.
“No va a haber racionamiento en la región Caribe y se va a reorganizar por parte de los diferentes productores acorde con el clausulado contractual y comercial cómo van a reorganizar los diferentes faltantes o excedentes de gas”, afirmó Schut.
La funcionaria subrayó que el Estado tiene la obligación de garantizar el suministro de energía a la demanda esencial, en línea con la ley 142 de servicios públicos.
En cuanto a los hogares, la viceministra reiteró que el gas natural y la electricidad están asegurados para todo el país durante el mantenimiento de la planta.
Este resultado se logró tras negociaciones entre Ecopetrol y las plantas térmicas de la región Caribe, como TermoBarranquilla, Termoflot y Termocandelaria, que ya cuentan con los contratos necesarios para operar.
Schut detalló que, gracias a la coordinación entre productores y transportadores, se identificaron y liberaron volúmenes de gas suficientes para cubrir la demanda de las plantas térmicas, especialmente en los departamentos de César, Magdalena, Atlántico y Bolívar.
Para los días críticos, como el martes siguiente al inicio del mantenimiento, se prevé una demanda máxima de aproximadamente 111 gigavatios hora (GB), cifra que, según la funcionaria, ya está cubierta.
El sector industrial, en cambio, queda sujeto a la disponibilidad de excedentes y a la dinámica de negociación privada.
La viceministra explicó que, tras la priorización de hogares y plantas térmicas, los productores de gas definirán cómo asignan los volúmenes restantes a la industria, en función de acuerdos comerciales y contractuales.
“El gas para las casas está garantizado y está bien, pero no hay suficiente gas para las industrias”, reconoció un periodista de Blu Radio durante la entrevista.
Schut precisó que el Ministerio de Minas expidió una resolución que permite la libre negociación del gas industrial entre generadores, productores y comercializadores, por lo que la asignación para la industria dependerá de la capacidad de negociación y de la disponibilidad de excedentes. En el peor escenario, el martes podría verse afectado hasta el 30% de la demanda industrial.
El mantenimiento de la planta de regasificación de Cartagena, conocido y planeado desde hace seis meses, ha sido objeto de críticas políticas y cuestionamientos sobre la gestión del gobierno.
La diferencia entre “racionamiento” y “priorización” ha sido central en la comunicación oficial. Según la viceministra, el racionamiento implica la imposibilidad de atender una parte significativa de la demanda, como un 20% o 30%, por falta de gas suficiente para operar las plantas térmicas.
En cambio, la priorización consiste en reorganizar los faltantes y excedentes para asegurar el suministro a los usuarios esenciales, mientras que los sectores no prioritarios, como la industria, dependen de la disponibilidad remanente y de acuerdos comerciales. El gobierno ha evitado el uso del término “racionamiento” y ha preferido hablar de “priorización” y “redefinición” de la oferta, respaldado por circulares y resoluciones que flexibilizan la negociación de gas.