Hay una danza en primer plano, danza de pies descalzos, pijama y peluches; hay otra danza al fondo, hecha de mitos y pigmentos. Una vez al año, los frescos que cubren el foyer del Gran Teatro de Ginebra asisten a una experiencia distinta: durante toda una noche, el edificio consagrado a la ópera se abre a un público que no solo recorre las majestuosas salas inauguradas a fines del siglo XIX, sino que también escucha eventuales interludios musicales –composiciones en piano, versiones de música clásica o contemporánea–, confraterniza y, llegado el momento… dormita. Los niños que vemos en esta foto saben de qué se trata. Ambos están con los que probablemente sean sus muñecos de apego (todavía no llegó el momento de abrazarlos, mientras el sueño avanza) y él, con un confortable pijama al tono. Siglos de música los acunarán cuando la noche avance.
Los polémicos incentivos en Rusia para fomentar el embarazo de adolescentes ante el declive demográfico del país
Lun Abr 21 , 2025
Desde principios de 2025, al menos 27 regiones de Rusia han introducido pagos únicos para estudiantes universitarias embarazadas e incluso para jóvenes en edad escolar. Se trata de bonos pagados por las gobernaciones locales de distintas zonas del país, que van desde los 20.000 a los 150.000 rublos, es decir, […]
