Miles de personas acudirán este lunes a las urnas en Noruega en el marco de unas elecciones legislativas reñidas y cargadas de incertidumbre, una cita electoral a la que el bloque encabezado por el Partido Laborista del primer ministro, Jonas Gahr Store, llega con una ligera ventaja frente al bloque conservador, que le sigue muy de cerca en las encuestas.
Los sondeos, que dan de momento la victoria a los laboristas con el 28,5 por ciento de los votos –y el 51 por ciento de las papeletas para el bloque de izquierda–, sitúan en segundo lugar al bloque conservador, que lidera el Partido Progresista de Sylvi Listhaug y que se haría con el 43,8 por ciento de los sufragios.
Este último bloque, que ha defendido el recrudecimiento de las políticas migratorias, ha centrado su discurso durante la campaña en señalar a los migrantes procedentes de «países peligrosos de África y Oriente Próximo» como los responsables de los problemas socioeconómicos que atraviesa el país escandinavo.
Esta retórica xenófoba ha hecho saltar las alarmas en un territorio en el que los musulmanes constituyen la minoría religiosa más extendida. Listhaug, sin embargo, lleva años alertando a la población musulmana de la necesidad de «ceñirse a los valores noruegos», una postura que ha ido extendiéndose hasta arrastrar también al Partido Conservador.
Todo apunta a que los partidos de izquierdas (a los que se suman también los Comunistas y el Partido de Centro, además de los socialistas y los Verdes) podrían alcanzar los 88 escaños, tan solo tres más de los necesarios para garantizar la mayoría en el Storting, el Parlamento noruego, que tiene un total de 169.
La legislación del país exige un mínimo del 4 por ciento de los votos para obtener representación en la Cámara, lo que da lugar generalmente a un sistema multipartidista. Del bloque azul o conservador forman parte también el Partido Liberal y los democristianos.
De momento, no está previsto que ningún partido supere los 85 escaños para hacerse con una mayoría absoluta, por lo que el escenario más probable es un gobierno de coalición o la continuidad de los laboristas al frente del Ejecutivo.
PRINCIPALES TEMAS DE CAMPAÑA
Los asuntos de principal interés para la población noruega son el empleo, la desigualdad, los impuestos, la situación energética y la gestión del fondo soberano, que es el mayor del mundo, por delante de otras cuestiones de tinte más social.
Es sobre estos temas que ha pivotado fundamentalmente la campaña electoral, con un primer ministro que busca extender su mandato –que se apoya sobre los socialistas y el Partido de Centro– tras volver al poder por última vez en 2021 tras ocho años de gobiernos conservadores.
En este sentido, la situación geopolítica mundial, el temor a un mayor conflicto a raíz de la invasión de Ucrania y la vuelta de Donald Trump al poder en Estados Unidos podrían beneficiar al actual mandatario, especialmente después del regreso a la política nacional de Jens Stoltenberg como ministro de Finanzas y ante una derecha más dividida a la hora de jerarquizar los asuntos de mayor interés para la población.
Esta misma semana, durante una entrevista con el diario ‘Verdens Gang’, Store y Stoltenberg han defendido que se trata de unas elecciones «históricas» en las que hay mucho en juego. «Llevo 25 años en política y estas son, sin lugar a duda, las elecciones en las que más importantes», ha asegurado el jefe del Ejecutivo.
Así, ha lamentado que un «gobierno de derechas nos llevaría a una Noruega completamente diferente a la que tenemos hoy en día». «Lo que ellos defienden va en contra de mi sentido de la justicia», ha aclarado.
Stoltenberg, por su parte, ha detallado que la gran diferencia entre estos comicios respecto a los anteriores es que «la alternativa es el Partido Liberal», algo que «nunca antes había pasado». «Ellos nunca habían sido una clara alternativa. Ahora podrían acceder al puesto de primer ministro», ha alertado.
RÉCORD DE PARTICIPACIÓN EN EL VOTO ANTICIPADO
Los datos recabados hasta el momento auguran una alta participación. Durante los últimos días, las autoridades registraran un nuevo récord con más de 1,71 millones de papeletas durante el periodo de voto anticipado, una cifra superior a los 1,64 millones del año 2021, según ha informado la Dirección Electoral Noruega.
Estos datos han ido aumentando progresivamente a lo largo de las últimas décadas hasta alcanzar máximos históricos hace ya cuatro años, en gran medida debido a la pandemia de coronavirus, que suscitó un aumento del 29 por ciento de este tipo de voto respecto a los comicios anteriores.