Un 21 de julio pero de 1929 se inauguró el Puente Colgante “Hipólito Yrigoyen” que une a Necochea y Quequén cruzando el Río Quequén. Fue declarado Monumento Histórico Nacional en 2017 y es, sin dudas, una de las imágenes icónicas de la ciudad.
Al momento de su construcción solo había cuatro puentes de este tipo en todo el mundo: uno sobre el Río Rhin, en Colonia, Alemania, y tres sobre el Río Allegheny, en Pittsburgh, Pensilvania, Estados Unidos.
La compañía francesa «Chantiers et Atellers de la Gironde» fabricó el material en su mayor tamaño posible y luego fue trasladado hasta 5 kilómetros río arriba por ‘Pampa’ y ‘Bahía Blanca’, dos buques de bandera argentina.
En un principio, como bien muestra la imagen, tenía una calzada de 6 metros y dos veredas de 2 metros. Años más tarde las últimas fueron reemplazadas por pasarelas metálicas al exterior.
UBICACIÓN: Avenida Jesuita Cardiel y calle 46, del lado de Necochea, y en la Avenida Benedicto Campos y calle 519 del lado de Quequén.
ESTRUCTURA
El puente tiene un largo total de 270 metros y un vano central de 150 metros de luz, así como otros dos vanos laterales de 60 metros. La estructura está suspendida por 32 cables de 169 alambres de acero, dispuestos en capas concéntricas, que la sujetan desde dos grandes pórticos metálicos de 25,7 metros de alto, apoyados sobre 4 ejes. Los cables se anclan en dos macizos de hormigón que al mismo tiempo sirven de estribos al puente y de apoyo a la viga de rigidez.
REINAUGURACIÓN: El 17 de febrero de 2007 fue reinaugurado para fortalecer una estructura que no había sido diseñada para soportar el tránsito actual.