MAR DEL PLATA.- La justicia federal dispuso en las últimas horas la prisión domiciliaria de la hija del exjerarca nazi Friedrich Kadgier y también la de su esposo, a quienes citará a declaración indagatoria por el delito de encubrimiento a partir de la tenencia y ocultamiento de la obra de arte Retrato de dama, que data del siglo XVIII y durante la Segunda Guerra Mundial fue robada por fuerzas alemanas del Tercer Reich a un galerista holandés, junto con otros cientos de pinturas.
La investigación tiene evidencias que ese cuadro estaba en el domicilio de Patricia Kadgier, allanado la semana pasada, en el barrio Parque Luro de esta ciudad. El operativo judicial tuvo resultado negativo, ya que los efectivos de Policía Federal que lo ejecutaron no encontraron esa pieza, pero sumaron otros elementos para profundizar la pesquisa que durante estas últimas jornadas sumó varios avances.
El matrimonio, según pudo conocer LA NACION de fuentes judiciales, también avanzó con una presentación ante la justicia civil del fuero provincial reclamando la propiedad de Retrato de dama, pintura del italiano Giusseppe Ghislandi, que data de principios del siglo XVIII. Lo justificarían por el tiempo transcurrido y, a su criterio, la prescripción de cualquier reclamo del dueño original.
A última hora de hoy se sumaron al menos cuatro allanamientos, según pudo confirmar LA NACION, en procura de dar con esa obra del artista italiano Giusseppe Ghislandi, que data del siglo XVIII y pertenecía al galerista holandés Jacques Goudstikker, despojado de cientos de obras de su colección por fuerzas alemanas al servicio de Adolf Hitler, a comienzos de la década del 40.
El escrito ingresado en Mesa de Entradas de tribunales locales por el abogado de Kadgier y Cortegoso los ubicaría reconociéndose como poseedores de la pieza. Según argumentarían en esa presentación formal, también se consideran los legítimos propietarios por sobre los derechos de herederos de Goudstikker, despojado de cientos de obras por aquellos días de conflicto bélico y avasallamiento del territorio europeo por el nazismo.
Kadgier y Cortegoso no solo darían por confirmado que tienen en su poder Retrato de dama. Fuentes de la investigación reconocen que el matrimonio propondría que la obra quede en consignación o custodia de la Justicia hasta tanto se dirima quién tiene derechos de propiedad y tenencia sobre esa obra.
El matrimonio fue notificado de la prisión domiciliaria a última hora de esta tarde. La medida fue solicitada por el fiscal Martínez y lleva la firma del juez de Garantías Federal Santiago Inchausti.
El mismo magistrado avaló allanamientos de otros tres domicilios adicionales al de Patricia Kadgier. Apuntó a otro de Parque Luro, otro más próximo al barrio La Florida, también en zona norte de la ciudad, y otro de Santa Fe 1715, en pleno centro. Todo corresponden a familiares directos. Allí se hacía esta noche un nuevo intento por dar con el cuadro.
La justicia había allanado el pasado martes el domicilio Paticia Kadgier. Ahí se había visto, en un aviso inmobiliario, la imagen de “Retrato de dama” como parte de la decoración del living. Cuando llegaron los policías federales, en esa pared había un tapiz. La dueña de casa presenció el operativo, entregó su teléfono celular –también se secuestró el de su esposo- y no hizo ninguna mención al tema. Allí estuvieron asistidas por su abogado particular.
El fiscal Carlos Martínez, a cargo de la investigación, avanzó durante el fin de semana con distintas medidas que incluyeron tareas de inteligencia, testimonios y otras evidencias que lo llevaron a disponer la prisión domiciliaria Patricia Kadgier y su esposo, Juan Carlos Cortegoso, y la inminente citación a ambos a declaración indagatoria, acusados ahora formalmente de encubrimiento de un delito que sigue vigente porque se cometió en un contexto de genocidio, lo que lo hace imprescriptible.
El caso salió a la luz a partir de una publicación del medio neerlandés AD, que llegó con su corresponsal a Mar del Plata con intenciones de contactar a las hijas de Kadgier (Patricia y Alicia) en el marco de los 80 años que se cumplen del fin de la Segunda Guerra Mundial.
En Países Bajos aquel robo masivo de obras de arte en la entonces Holanda marcó una huella tan profunda como dolorosa, por lo que incluso en la última década se había trabajado en ese medio periodístico en una investigación especial para saber qué había sido de los herederos de quien fue uno de los colaboradores cercanos del gobierno de Adolf Hitler y en particular de una de las manos derechas del fuhrer, Hermann Göring.
El periodista enviado, Peter Stouten, fue a casa de Patricia, tocó timbre y nadie lo atendió, aún cuando percibió movimientos de gente en el interior del chalet de Parque Luro. En el frente lucía un cartel de venta del inmueble, que le generó inquietud. Fue a la web allí mencionada, accedió a la publicación del aviso que proponía con fotos un tour virtual por el chalet. Y allí fue que vio, en el living, una obra que le llamó la atención: era “Retrato de dama”.
La publicación del caso en los medios derivó primero en el levantamiento de esa foto en el aviso inmobiliario y de manera casi inmediata la salida de la venta de la propiedad, que era comercializada por la firma Robles Casas & Campos de esta ciudad. Inmediatamente se abrió una causa judicial a partir de una denuncia de Interpol y otra de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).