Gladiador no tardó en convertirse en un clásico de la industria cinematográfica. Ambientada en el Imperio Romano, la épica producción de Ridley Scott estrenada en el año 2000, ganó un premio Oscar a Mejor Película. Su impacto fue tal que las interpretaciones del elenco quedaron en la memoria de los fanáticos que el año pasado se deleitaron con la segunda entrega; y Oliver Redd fue uno de ellos.
El actor británico tenía 61 años cuando murió el 2 de mayo de 1999 en La Valeta, Malta, durante un descanso del rodaje del film en el que se había puesto en la piel de Antonio Próximo, un acaudalado dueño de esclavos, conocido por exhibir gladiadores en el Coliseo, y el mismo que compra al protagonista, Máximo, interpretado por Russell Crowe, en el norte de África.
Pese a que era famoso por su estilo de vida marcado por excesos y su fuerte adicción al alcohol, no había ingerido ni una gota de bebida hasta aquella noche que se dirigió a un pub irlandés de la isla. Al ver quién era, algunos fanáticos que estaban en el lugar lo retaron a competir para ver quién podía beber más, por lo que no tardó en aceptar. Según el testimonio de clientes, Reed bebió tres botellas de ron jamaicano, ocho botellas de cerveza alemana y varios whiskys dobles.
Entre trago y trago, el actor pudo ganar pulseadas a algunos jóvenes marineros británicos, hasta que se descompensó, sufrió un infarto y murió en la barra del pub. En honor a su memoria, el bar conserva enmarcada en una de sus paredes la cuenta -de un total de 435 dólares- que el actor nunca llegó a pagar. Asimismo, y en su honor, el local fue rebautizado como “Ollie’s Last Pub”.
Como al momento de su muerte no había completado de grabar todas las escenas, desde la producción recurrieron a técnicas digitales y a la contratación de un doble. Además de defender su postura como una manera de homenajearlo, Scott consiguió que la interpretación de Reed recibiera una nominación póstuma a los Premios BAFTA en la categoría de Mejor actor de reparto.
Quién era Oliver Reed
Oliver Reed nació en Wimbledon, Londres, en 1938, y construyó una carrera exitosa a lo largo de cuatro décadas. Con una imponente presencia en pantalla, se hizo famoso por encarnar a personajes rudos y temperamentales, un rasgo que, en gran medida, reflejaba su propia vida.
Su conexión con el mundo de la actuación era familiar: era sobrino del aclamado director Carol Reed y nieto del actor y productor Herbert Beerbohm Tree. Sin embargo, se hizo un nombre propio en la industria. Se destacó en roles icónicos de la década de 1960, como el de Bill Sikes en el musical Oliver! de 1968, que dirigió su tío y que se llevó un Oscar a Mejor Película. También dejó su huella en filmes como Mujeres enamoradas (1969) y Tommy (1975).
Aunque siempre siguió en el mundo de la actuación, su fama de bebedor empedernido eclipsó su talento y sus papeles fueron cada vez menos protagónicos. No fue hasta finales de los 90 que le llegó la oportunidad de un gran regreso de la mano del director Ridley Scott, quien lo convocó para interpretar a Antonio Próximo en la película Gladiador.