Sin lugar a dudas, estos meses están siendo especialmente complicados para Olivia de Borbón que perdía a su padre, Francisco de Borbón y Escasany el pasado 20 de mayo. En esta ocasión la empresaria reaparecía esbozano unaa tímida sonrisa ante los medios arropada por su marido, Julián Porras y sus dos hijos, Flavia y Fernano, para recordar a su padre con una misa funeral que tuvo lugar en la Iglesia Catedral Castrense de la capital.
De riguroso negro, Olivia llegaba a la cita recordando a su padre con unas bonitas palabras: «Era un buen hombre». En cuanto a cómo está llevando su ausencia, reconocía: «Me siento muy arropada por la familia, por los amigos y por todo el mundo en realidad».
Como no podía ser de otra forma, la familia también contó con el apoyo de muchos amigos que se dieron cita en la Iglesia para rezar por el eterno descanso del Duque de Sevilla que ha dejado una intachable huella entre los que le conocían. Beatriz de Orleans, Juan Abelló o Pilar González de Gregorio fueron algunos de los invitados que acudieron a la ceremonia religiosa. «Ha sido muy de repente, muy seguido de su hermano, muy triste» reconocía González de Gregorio. Como grandes amigas de la familia, las hermanas Cari y Myriam Lapique, Nuria González, María Zurita o Fiona Ferrer también estuvieron presentes en la misa funeral.
A pesar de los desencuentros que han tenido públicamente, José Manuel Díaz Patón y Carmen Lomana coincidían en esta ocasión en el interior del templo. Mientras el abogado llegaba a la cita junto a una amiga, Carmen lo hacía agarrada al brazo de otro amigo. Los matrimonios formados por Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio, Patricia Olmedilla y Gonzalo de la Cierva o Pedro Trapote y Begoña García Vaquero también recordaron al Duque de Sevilla en un día especialmente triste para todos los que le querían.
