San José, 28 may (EFE).- La ONG Colectivo de Derechos Humanos para la Memoria Histórica de Nicaragua alertó este miércoles por los casos de «apatridia de facto» en los que se encuentran cientos de nicaragüenses opositores o críticos con el Gobierno que dirigen los esposos y copresidentes, Daniel Ortega y Rosario Murillo, entre ellos decenas de periodistas.
El activista de ese organismo humanitario y nicaragüense desnacionalizado, Gonzalo Carrión, dijo en rueda de prensa en San José, en compañía de periodistas exiliados, que han conocido casos de nicaragüenses a quienes las autoridades les han despojado de su pasaporte, o no se los han renovado o bien les han prohibido el ingreso a Nicaragua, quedando en el limbo jurídico y migratorio.
El activista explicó que la «apatridia de facto, como la palabra lo dice, no tiene reconocimiento internacional», no obstante hizo un llamado a poner atención a esos casos, que calificó de «crímenes de lesa humanidad», por su gravedad.
«Son hechos sin precedentes, pues no hay comparación en el mundo con este tema, de una modalidad de causarles daño a las personas con dejarlos en la apatridia», advirtió.
Carrión destacó el caso de decenas de periodistas nicaragüenses exiliados en Costa Rica, que se consideran están en situación de «apatridia de facto», a quienes las autoridades les han retenido su pasaporte o se los niegan, y que han decidido elevar la voz y pedir protección internacional a su favor.
En ese sentido, el activista exhortó a los comunicadores a compartir sus historias, sus testimonios, sus cambios en sus proyectos de vida, y lo que sufren ellos y sus familias «con ese agravante».
«Son historias personales, familiares, con sentimientos, con dolor, que hay que contarla, hay que seguirla contando», instó.
En nombre del Colectivo, Carrión se solidarizó y respaldó ese esfuerzo del grupo de periodistas nicaragüenses en Costa Rica, en su mayoría con pasaporte vencido o por expirar, o que les han prohibido el ingreso a Nicaragua, que solicitaron este miércoles a Estados de países democráticos, entre ellos España, «medidas de protección», como que se les conceda la nacionalidad, debido a que se consideran en la «apatridia de facto».
«Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que se identifiquen con este tema (apatridia de facto), que no tiene reconocimiento internacional, pero que es una realidad sin precedente en el caso de la tiranía Ortega Murillo, causándole daño al proyecto de vida de la mayoría del pueblo nicaragüense y arremetida muy particular contra el periodismo», sostuvo Carrión.
Hasta febrero pasado, ese Colectivo registraba 160 casos de nicaragüenses en apatridia de facto, debido a que fueron desterrados del país o se les negó el ingreso, sin incluir a aquellos casos a los que se les retiene o se les niega el pasaporte.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se acentuó tras las controvertidas elecciones de noviembre de 2021, en las que Ortega, de 79 años y en el poder desde 2007, fue reelegido para un quinto mandato -el cuarto consecutivo-, con sus principales contendientes en prisión y a los que luego expulsó del país, los privó de su nacionalidad y de sus derechos políticos tras acusarlos de «golpistas» y de «traición a la patria».EFE
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