Las autoridades de Pakistán han decretado este jueves el estado de emergencia en varias localidades de la provincia de Punyab (este) tras la muerte de más de 40 personas a causa de las lluvias torrenciales registradas en la zona durante las últimas 24 horas, que han provocado diversas inundaciones.
La ministra principal de Punyab, Maryam Nawaz, ha indicado en su cuenta en la red social X que la decisión se debe a las «lluvias torrenciales e inundaciones sin precedentes» en esta parte del país. «Las agencias gubernamentales trabajan con celo y la máxima diligencia», ha defendido.
Asimismo, ha subrayado que «se ha dado orden a la administración de que mantenga informado al público a través de alertas y anuncios». «Se pide a la población que coopere con las agencias (públicas) y que cumpla las instrucciones de seguridad», ha apostillado Nawaz, sobrina del primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif.
El director general de la Agencia de Agua e Higiene (Wasa), Tayab Farid, ha provocado que las lluvias han provocado que varios ríos se hayan desbordado en Rawalpindi, Chakual y sus alrededores, causando unas inundaciones que dejan además más de 175 heridos en esta zona del país centroasiático.
Así, ha reclamado a la población que evite los desplazamientos innecesarios y que permanezca alejada de postes eléctricos y pozas, antes de incidir en que los equipos de rescate se encuentran en alerta y preparados para responder a las emergencias, según ha informado el diario paquistaní ‘Dawn’.
La situación ha llevado a las autoridades de la capital de Pakistán, Islamabad, a declarar igualmente la alerta de cara a agilizar la respuesta, al tiempo que ha reclamado precaución en los desplazamientos y que se notifique a los servicios de emergencia cualquier situación que requiera de su intervención.
Pakistán suele sufrir una temporada de monzones entre junio y septiembre, periodo que viene marcado por intensas lluvias que frecuentemente provocan inundaciones y deslizamientos de tierra, especialmente en zonas densamente pobladas o con malos sistemas de drenaje. Estos sucesos causan decenas de muertos cada año.