La senadora del Centro Democrático, Paola Holguín, anunció que interpondrá una denuncia contra el presidente Gustavo Petro, luego de que Estados Unidos revocara su visa tras un episodio que ha generado un terremoto diplomático en las relaciones bilaterales.
El Departamento de Estado calificó las declaraciones del mandatario como “acciones imprudentes e incendiarias” durante su visita a Nueva York, donde instó a soldados estadounidenses a desobedecer órdenes relacionadas con la guerra en Gaza.
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Holguín, férrea opositora del Gobierno, aseguró a través de su cuenta de X que Petro incurrió en “abuso de autoridad, instigación a la guerra y ofensa a diplomáticos”, lo que, en su criterio, configura un comportamiento incompatible con la investidura presidencial.
“Petro parece NO entender que como Presidente, Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Suprema Autoridad Administrativa; sus declaraciones tienen implicaciones directas para el país”, escribió la congresista, al tiempo que cuestionó el efecto de sus pronunciamientos en la política internacional.
El anuncio de la senadora se produjo apenas horas después de que el Departamento de Estado informara que la decisión de retirar la visa al presidente colombiano respondía a su intervención en una movilización en Times Square, el 26 de septiembre, cuando acusó al Gobierno de Joe Biden de “empujar al mundo hacia nuevas guerras” y pidió a los militares norteamericanos que “no fueran instrumentos de la destrucción”.
Según el comunicado de Washington, “ningún aliado responsable alienta a miembros de las Fuerzas Armadas de EE. UU. a desobedecer la Constitución ni a romper la disciplina militar”.
La medida estadounidense representa un fuerte golpe simbólico y diplomático. Si bien no impide que Petro asista a foros multilaterales en su calidad de jefe de Estado, sí evidencia un deterioro de confianza que no se veía desde la década de los noventa, cuando el presidente Ernesto Samper sufrió una sanción similar.
La diferencia, en este caso, es que el episodio se da en un contexto de tensiones acumuladas. La Casa Blanca ha reprochado en varias oportunidades el incumplimiento de compromisos por parte de Colombia, entre ellos la reducción de cultivos ilícitos, mientras mantiene abierta la cooperación con otras instituciones del Estado, como las Fuerzas Armadas.
Petro, por su parte, ha acusado reiteradamente a Estados Unidos de sostener una política “hipócrita” en la lucha contra las drogas, señalando que se centra en culpabilizar a Colombia sin reconocer su papel como principal consumidor mundial.
Estas críticas alcanzaron su punto más alto durante la Asamblea General de Naciones Unidas, donde Petro utilizó la tribuna internacional para cuestionar con dureza a Washington, tanto por su estrategia antidrogas como por su papel en conflictos internacionales.
En su discurso, habló de una “visión imperial” que todavía marca la política exterior estadounidense hacia América Latina. Posteriormente, endureció su tono en declaraciones a medios y en intervenciones improvisadas en la calle, donde insistió en que Colombia merece un trato más justo y menos subordinado.
También le dedicó polémica publicación a Donald Trump
Gustavo Petro también lanzó duras críticas contra el presidente Donald Trump, a quien pidió distanciarse de figuras que, según él, encarnan lo peor de la historia colombiana. Petro advirtió que sectores ligados a la “gobernanza narcotraficante” buscan protección bajo el liderazgo de Trump y le exhortó: “No se rodee de genocidas”.
El jefe de Estado evocó la violencia política en Colombia, mencionando su cercanía en la juventud con Luis Carlos Galán, asesinado en 1989, e incluso hizo referencia al comunero José Antonio Galán, símbolo de la resistencia contra el dominio colonial.
El conflicto en Gaza también ocupó un lugar central en su mensaje. Petro condenó de manera superficial el ataque del grupo terrorista Hamas contra más de 1.000 civiles israelíes el 7 de octubre de 2023, pero cuestionó que la respuesta de Israel pueda convertirse en un crimen contra la humanidad. “No podemos permitir que asesinen bebés en Gaza”, subrayó.
De manera inusual, reveló que propuso a Trump una reunión personal para dialogar “de tú a tú, entre iguales”, pero nunca recibió respuesta.
Lo instó a no escuchar a sus asesores y a alejarse de comparaciones con Hitler. Asimismo, defendió su derecho a opinar amparado por la inmunidad internacional y criticó que sus palabras se pretendan convertir en delito.
El mandatario enlazó la situación en Medio Oriente con fenómenos regionales como la migración y el narcotráfico, destacando que los migrantes no son criminales. Concluyó con un llamado a la compasión y a la humanidad, evocando la Biblia: “No más Auschwitz por petróleo”.