La desaparición y posterior hallazgo del cuerpo de Valeria Afanador en el río Frío, a pocos metros del colegio Gimnasio Campestre Los Laureles en Cajicá, puso fin a una intensa búsqueda de 18 días que involucró a más de doscientas personas entre uniformados, rescatistas y voluntarios.
El impacto emocional que provocó la muerte de la niña de 10 años continúa teniendo profundas repercusiones en su entorno familiar y escolar.
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Es así que la decisión de retirar a los trillizos, hermanos de Valeria, de la institución educativa, surge como consecuencia directa de la situación que enfrenta la familia tras lo ocurrido.
El padre de la menor, Manuel Afanador, detalló en declaraciones a Caracol Radio el estado de ansiedad en que permanecen sus otros hijos: “Están viviendo con miedo, con susto, con pánico… Miles de cosas”.
La familia manifiesta que la angustia persiste a pesar de sus esfuerzos por contenerla: “Papá, tenemos miedo de que salgas y no regreses como le pasó a Valeria”, es una de las frases recurrentes que escucha Afanador de sus hijos.
Esta situación ha motivado que soliciten además medidas de seguridad adicionales, ya que el temor de los hermanos a salir de casa permanece latente.
Manuel Afanador enfatizó en el medio mencionado que la familia “acababa de retirar a los trillizos también, allá estudiaban los cuatro y pues ya los niños tampoco van a seguir allí”.
Además, aseguró: “Habrá que tomar las acciones pertinentes para que este tipo de cosas no sigan sucediendo”, destacando la necesidad de que existan medidas para evitar tragedias similares.