Los analistas de mercado, como rara vez lo hacen, coincidieron: estiman que la inflación de septiembre habría vuelto a colocarse por encima del 2%, algo que no ocurría desde abril, y no estaría en condiciones de volver a perforar ese “piso” hasta enero.
Así lo indicó la edición de octubre del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), la encuesta más abarcativa de la plaza local, que realiza mes a mes el Banco Central (BCRA) y que, en esta ocasión, fue respondida entre el 26 y el 30 de septiembre por 42 participantes.
El informe publicado señala que tanto el promedio general de los consultados como el de los 10 que la estadística reconoce como más fiables —identificados como TOP-10— estimaron una inflación mensual de 2,1% para septiembre (el dato oficial se conocerá el martes 14). Esa cifra es entre 0,2 y 0,3 puntos más alta que la esperada en el REM previo. También coincidieron en proyectar un IPC Núcleo del 2,0%, +0,25 por encima del pronóstico del mes anterior.
Este mayor ritmo de ajuste en el costo de vida se mantendría en octubre (2,0%), noviembre (2,1%) y diciembre (2,0%), antes de caer al 1,9% en enero y volver a hacerlo hasta ubicarse en 1,7% en febrero y marzo, último mes incluido en las nuevas proyecciones.
Allí aparece un dato relevante: la última estimación previa para noviembre había sido del 1,6%, lo que indica que los analistas también esperan que —luego de las elecciones— haya retoques al esquema cambiario que validen un dólar algo más alto, lo que los llevó a recalibrar medio punto al alza sus pronósticos para ese mes.
El dato anual cerraría entre 29,6% y 29,8%, antes de caer el 19,5% en 2026 y al 10,1% en 2027.
El costo inflacionario de la devaluación no sería mayor, dada la caída del 0,6% que —según estiman, ajustado por estacionalidad— habría sufrido la economía durante el tercer trimestre.
Se trata de un ajuste respecto del segundo trimestre que duplica la estimación previa (que era del 0,3%), pero que facilitaría un rebote de la actividad del 0,5% en el trimestre que acaba de comenzar, acelerándose al 0,8% durante el primer trimestre de 2026, ya con algunas de las dudas que hoy paralizan decisiones despejadas.
En parte, esto se explica porque, según la mediana de las proyecciones, el tipo de cambio nominal, que se ubicaría entre $1440 y $1471 por dólar en promedio en octubre, pasaría a estar entre $1499 y $1551 en noviembre, antes de cerrar el año entre $1536 y $1590. Esto arroja una variación interanual esperada del 50,5% y muestra recalculos al alza de entre $95,5 y $105,9 respecto del REM previo.
Debido a estos ajustes, la tasa de expansión del PBI para todo el año ahora se calcula en un modesto 3,9% (entre 0,4 y 0,5 puntos menos que el mes pasado), cuando tres meses atrás se estimaba en 5,5%.
La tasa de desocupación abierta para el tercer trimestre de 2025 fue estimada en 7,5% de la Población Económicamente Activa (PEA), +0,1 punto porcentual respecto del REM previo, mientras que se espera que caiga al 7,2% en el último trimestre del año.
En cuanto al comercio exterior de bienes, según el REM, las exportaciones (FOB) totalizarán US$83.548 millones (US$1263 millones más que en la encuesta anterior), y las importaciones (CIF) llegarán a US$75.300 millones. De este modo, el superávit comercial anual esperado es de US$8248 millones, superior en US$1143 millones al proyectado hasta hace un mes.
Finalmente, la proyección del resultado fiscal primario del Sector Público Nacional no Financiero fue de un superávit de entre $13,4 y $14,4 billones para 2025, igual al REM previo. Esto hace suponer que los analistas consideran que la baja de retenciones acordada semanas atrás con los exportadores de granos no tendría un impacto significativo en el resultado fiscal anual.