Pep Guardiola está entre los entrenadores más influyentes en la historia del fútbol. Cada uno armará su propio ranking, pero en los últimos 20 años tuvo incidencia no sólo en los equipos que dirigió, sino también a nivel global, generando pensamientos y despertando ideas que traspasaron los colores, las fronteras. Aún con personas que no pueden estar de acuerdo con él, a medida que iba ganando títulos se iba haciendo camino desde el reconocimiento pero -sobre todo- por las formas, por las maneras de ramificar un mensaje superador, lejos del confort. Los mejores elogios que pueden hacerle a Guardiola es que transformó la era moderna, le aplicó una especie de “energizante” a la cultura táctica luego de todo lo que había realizado Carlos Salvador Bilardo anteriormente. Sus ideas y pensamientos tuvieron repercusión mundial. La siguen teniendo. Y lo segundo es que -y aquí quizás esté su mayor virtud- demostró sabiduría para tener 1000 formas de jugar si se conjugan los sistemas con las estrategias, casi tantas como la cantidad de partidos que alcanzará este domingo como DT.
En el partido que Manchester City jugará con Liverpool este domingo, por la 11° fecha de la Premier League, Guardiola alcanzará los mil partidos como entrenador. Un logro en sí mismo teniendo en cuenta que, incluso en los ámbitos promocionales o más amateurs, el fútbol se maneja por resultados. Si un técnico logró llegar a esta cifra (y más en las altas esferas de exigencia), es porque es bueno. Muy bueno. Después, están las ideas, el mensaje, el legado que puede dejar en cada uno de sus dirigidos, en otros colegas que lo miran a cientos de kilómetros pero intentan copiar su estilo, sus movimientos.
Pep 💬 If I have to choose one rival to this [Liverpool], I will share it with many people but this will be the best. I have been here longer than others in this country, the impact it’s had on my life. Barcelona is my club and Bayern was incredible but Liverpool have been the… pic.twitter.com/4Px4quQqk0
— Manchester City (@ManCity) November 7, 2025
“Las cifras son una locura… no paso mi tiempo pensando cuántos, pero cuando alcanzas ese hito y miras hacia atrás y ves lo que has logrado… las victorias, el nivel, no solo en Premier League, también en Champions, hemos hecho cosas increíbles en Barcelona, increíbles”, recordó este viernes Guardiola en la conferencia de prensa. “Nunca pensé ni por un segundo en alcanzar los 1000 partidos”, agregó a los 54 años. “Solo quieres hacer un buen trabajo, jugar al fútbol de la manera correcta y ver qué sucede”.
Los datos sorprenden desde la estadística positiva: el exjugador del Barcelona y de la selección española ha ganado 715 de los 999 partidos que ha dirigido, desde su debut con el Barcelona B en 2007. El entrenador de 54 años dijo estar contento por alcanzar los 1.000 partidos en el banco de suplentes justo contra el Liverpool, principal rival en Inglaterra de su Manchester City. “Por supuesto, Barcelona, el impacto que tuvo en mi vida como jugador de fútbol, como entrenador todavía más, es evidente, y por supuesto el Bayern Munich también fue una etapa increíble”, describió el técnico en declaraciones reproducidas por la agencia AFP. Y agregó: “Pero el Liverpool, en especial con Jürgen Klopp (exentrenador de los Reds) fue el mayor rival en este país. No podría haber uno mejor”, dijo.

Así como la competencia sana entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo los hizo mejores desde lo individual a cada delantero, les agregó un plus de rebeldía en esa carrera por ser el mejor jugador del mundo (todavía hoy se relojean cuando hacen goles en sus respectivas ligas), Guardiola y José Mourinho se potenciaron, se hicieron mejores. Ni que hablar los cruces entre Pep y Ancelotti o ante Kloop, en lo que serían los enfrentamientos clásicos más modernos entre los entrenadores de los últimos años en la Champions.
Guardiola dirigió 549 partidos al Manchester City (70,5 % de victorias), 247 al Barcelona (72,5 %), 161 al Bayern Múnich (75,2 %) y 42 al Barcelona B (66,7 %), que se desglosan en 715 victorias, 156 empates y 128 derrotas
Al ser consultado sobre la opinión de quienes lo consideran el mejor entrenador de todos los tiempos, Guardiola respondió con ironía: “Tienen toda la razón”. “Intento hacer jugar a mis equipos como yo lo entiendo, nunca he traicionado mis convicciones”, respondió de forma más seria. Esto último puede no ser del todo cierto, aunque en el 99% de esos cotejos haya ido en esa dirección.
¿Cuál es el legado Guardiola? Lo primero que generó fue recuperar el respeto por la pelota. La famosa “posesión” que se iniciaba saliendo desde abajo, asumiendo riesgos pero tratando de atraer a los rivales a su terreno para luego liberar marcas más adelante. Eso siempre fue pensando en atacar (y en atacar mejor). Luego le agregó el juego de posición. Y el ataque con extremos más se fue amoldando, generando efectos sorpresa como cuando utilizó a Lionel Messi de “falso 9″ en Barcelona ante Real Madrid, o cuando planteó la final del Mundial de Clubes 2011 ante Santos de Brasil sin delanteros, jugando en el equipo culé 3-7-0, y goleó 4-0. Se fue adaptando también a la idiosincrasia de los lugares donde dirigía: en Bayern Munich hizo la revolución con Philipp Lahm y Joshua Kimmich, pero sobre todo también tirando más centros que nunca para los tanques alemanes. “Pep llegó después de que nosotros ganáramos el tricampeonato. Vino y cambió nuestra mentalidad y nuestra forma de jugar. Puso mucho énfasis en la posesión de balón y en el posicionamiento. Eso me impresionó muchísimo”, lo elogió Lahm, que se transformó en un todocampista con el DT español. En el Manchester City logró la mayor explosión, donde Pep más tiempo estuvo y más mano pudo meter de cero. Y terminó ganando la Champions necesitando a un jugador como Earling Haaland, un 9 para volver a las fuentes: temible, optimista, potente, goleador.
Todo comenzó el 2 de septiembre de 2007, en un partido de la cuarta división española con el Barcelona B contra el Premia, frente a unos 2000 hinchas. Luego Guardiola asumió en el primer equipo del conjunto catalán en 2008, y empezó a acumular decenas de títulos, primero con el Barcelona (2008/2012), luego con el Bayern Múnich (2013/2016) y desde 2016, con el Manchester City. En 2023 logró una triple corona histórica con los Citizens, conquistando la Premier League, la FA Cup y la Champions League. Y una sola temporada se tomó libre, como “sabática”: en 2012/13 cuando pasó el tiempo yendo a ver obras de teatro y renovando ideas en Nueva York. Utilizó muchísimos sistemas tácticos, por más que desde el inicio se las jugara (preferentemente) por el 4-3-3, 4-2-3-1 y 4-1-4-1.
¿Algunos partidos en los que Pep no fue Guardiola? Los menos, es cierto que (casi) nunca se traicionó en función de su filosofía y discurso, pero en realidad lo que hizo fue recurrir a más herramientas: eso lo transformó en versátil, en un DT más completo. Hace poco, en septiembre pasado, en el cruce entre Manchester City y el Arsenal de su amigo Mikel Arteta que finalizó 1-1, por la 5° fecha de la Premier League, el conjunto visitante tuvo un planteo mucho más parecido al que solía tener José Mourinho (“el puto amo”, uno de sus DT archirrivales en su destacadísima carrera como entrenador por conductas y estilos de juego) en los cruces por ejemplo entre Real Madrid y el Barcelona de Pep) y terminó sufriendo la igualdad en el tercer minuto de descuento, casi un castigo para su discurso. Por eso cuando terminó el partido reconoció: “Una vez en diez años… no está mal”, bromeó Guardiola sobre el esquema ultradefensivo de su equipo, cuando un periodista le preguntó si el City había colocado un colectivo delante del arco, la figura futbolera que se utiliza en estos casos.

Guardiola no es sólo eso: suele ser sinónimo del culto de la posesión y el juego de posición, de las estructuras elaboradas con progresión de sumatoria de pases escalonados. Pero ese domingo su equipo apenas pudo tener una tenencia del 33%. El City registró el control de balón más reducido de un equipo de Guardiola en toda su historia como técnico. Y agregó el DT para completar el concepto: “Creo que el Arsenal, en general, hoy ha jugado mejor. No me gustó defender tan atrás, pero a veces no tienes más remedio. Ellos controlaron mejor el partido, crearon más ocasiones. Tenemos que aceptarlo”.
En abril de 2024, Manchester City cayó ante Real Madrid y fue eliminado de la Champions League: contando toda la llave, el City remató ¡46 veces! (15 de ellas al arco), tuvo una posesión promedio del balón del 65%, contó con 20 córners a favor (18 de ellos sólo en la vuelta) e hizo 4 goles. “El fútbol es fútbol. En otro deporte, por estadística, por lo que sea, se hubiera ganado, pero el fútbol tiene esto de maravilloso. Lo que podemos hacer es jugar como jugamos. Tirar (rematar) las veces que hemos intentado, meterlos ahí, evitar sus transiciones…. Pero lo hicieron y sabemos la calidad que tienen”, fue una de sus primeras reflexiones. Y agregó: “Cruyff decía que la suerte no existe y estoy bastante de acuerdo. Al final no hemos conseguido hacer el gol de la clasificación. Perder así duele, pero ¡qué manera más cojonuda de perder!” ¿Cuál fue lo obvio que le faltó a Manchester City para intentar ganar? ¿Qué ingrediente del ABC del fútbol se olvidó de explotar? La gambeta, ese uno contra uno que tan bien pueden resolver entre Foden, Bernardo Silva, Grealish… A veces la innovación táctica termina sin dejar ver que falta lo más obvio, una de las primeras cosas que él valoraba del fútbol: el desequilibrio individual.

Juan Manuel Lillo, entrenador que compartió varias etapas con él, lo definió así en 2015, en una charla con LA NACION: “Guardiola ha sido el mejor volante central de la historia. Una vez tuve que hacer una selección de los mejores jugadores de la historia y lo puse a él. Y luego Cryuff hizo lo mismo; sólo diferíamos en dos futbolistas, uno de ellos el propio Johan, que yo lo había puesto. Pero los dos pusimos al mismo N° 5, como lo llaman ustedes: Guardiola. Dentro del juego de posición también ha sido el mejor. Y, a partir de ahí, todo lo demás. Mi primera gran admiración a Pep viene como jugador. He tenido la suerte de dirigirlo y, sobre todo, la suerte… Es como un hijo para mí. Lo dirigí porque él se dejó dirigir. Platón decía: “Somos lo que hacemos y no lo que decimos”. Tampoco sé si lo dijo Platón, pero a mí me gustó la frase. Yo tengo esta hipótesis. Él jugó entre medio, mientras iba a ser entrenador. El nació entrenador, lo que pasa es que tuvo que jugar entre medio porque lo hacía muy bien».
Desde su primer trabajo con el Barcelona ‘B’ hasta sus etapas llenas de trofeos con el Barcelona, el Bayern Múnich y el City, Guardiola ha cambiado la cara del fútbol en su notable carrera como entrenador. Y alcanzó muchos récords, marcas de victorias consecutivas o cantidad de goles anotados que todavía persisten en varios de ellos equipos por los que condujo. Este viernes les agradeció a todos los grandes jugadores -entre ellos Lionel Messi, Xavi Hernández, Sergio Agüero y Kevin De Bruyne- que lo han ayudado en el camino. Y recordó una máxima desde sus inquietudes cuando todavía no se había retirado como futbolista pero ya pensaba como DT: “Las ideas son de todo el mundo y yo he robado lo máximo posible”.

“Los números son una locura, lamento decirlo,” dijo Guardiola con una sonrisa. Y agregó: “¿Mi fórmula? Es mucho trabajo duro, mucha dedicación, pasión, amor. En eso, nadie me gana”, señaló el viernes Guardiola. Su mayor legado fue hacer escuela, aunque no todos lo puedan imitar.
Guardiola en cifras
715
Número de victorias de los 999 partidos de Guardiola hasta ahora. Es una tasa de victorias del 71,57%.
40
Número de trofeos ganados por Guardiola en su carrera como entrenador, promediando uno cada 25 partidos.
10
Número de temporadas en el Manchester City, siendo con mucho su permanencia más larga como entrenador.
9
Mayor número de goles anotados por los equipos de Guardiola en un solo partido. Ha sucedido dos veces: primero con Barcelona en una goleada 9-0 al L’Hospitalet en la Copa del Rey en diciembre de 2011 y luego con el Man City en una victoria 9-0 sobre el Burton Albion en la Copa de la Liga Inglesa, en enero de 2019.
3
Número de títulos de la Champions League ganados por Guardiola (2009 y 2011 con el Barcelona, 2023 con el Man City). Solo un entrenador, Carlo Ancelotti (5), tiene más.
