Las ensaladas, los batidos verdes y algunos platos veraniegos comparten un ingrediente común: el pepino. Más allá de su sabor suave y su textura crujiente, esta hortaliza esconde una serie de propiedades nutricionales que la convierten en una excelente opción para quienes buscan una alimentación ligera y saludable.
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el pepino destaca por su bajo contenido calórico y su aporte de vitaminas, especialmente vitamina C, aunque también presenta algunas limitaciones nutricionales y contraindicaciones a tener en cuenta.
El principal atributo del pepino es su elevado contenido en agua, lo que lo convierte en un alimento especialmente refrescante. De hecho, más del 95% de su peso es agua, lo que lo hace ideal para mantener una buena hidratación, sobre todo en épocas de calor. Este alto contenido hídrico explica también su bajo valor calórico: contiene muy pocos hidratos de carbono en comparación con otras hortalizas, lo que lo convierte en una opción ideal para dietas hipocalóricas o de control de peso.
Aunque esta hortaliza no destaca especialmente por su densidad nutricional, sí aporta ciertas cantidades de vitaminas y minerales. Según la FEN, su principal contribución vitamínica es la vitamina C, un antioxidante que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, combatir los radicales libres y mantener la salud de la piel.
También contiene pequeñas cantidades de folatos —vitamina B9, esencial durante el embarazo y para la formación de células nuevas—, así como trazas de otras vitaminas del grupo B, como la tiamina (B1) y la niacina (B3), importantes para el metabolismo energético.
En lo que respecta a los minerales, el potasio es el más presente, aunque en cantidades modestas. Este mineral es clave para el equilibrio de los líquidos en el cuerpo y para el buen funcionamiento muscular. Otros minerales como el fósforo, el magnesio y el hierro también se encuentran en pequeñas proporciones.
Una de las curiosidades nutricionales del pepino está en su piel, porque en ella se encuentran trazas de beta-caroteno, un pigmento vegetal con propiedades antioxidantes que el cuerpo puede transformar en vitamina A, esencial para la visión y el sistema inmunitario. No obstante, al pelar el pepino, este contenido se reduce prácticamente a cero.
El pepino contiene también una pequeña proporción de β-sitosterol, un tipo de esterol vegetal que ayuda a mantener la estructura de las membranas celulares. Además, algunos estudios han vinculado el consumo de esteroles vegetales con una leve reducción de los niveles de colesterol LDL en sangre, aunque el contenido de pepino por sí solo no es suficiente para generar este efecto de forma significativa.
Contraindicaciones del pepino
Aunque el pepino es seguro para la mayoría de la población, existen algunas consideraciones a tener en cuenta. Su alto contenido en agua y fibra puede causar molestias digestivas —como hinchazón o gases— en personas con sistemas digestivos sensibles, especialmente si se consume en grandes cantidades o crudo.
Asimismo, en personas con problemas renales avanzados, el aporte de potasio, aunque no alto, debe ser considerado, ya que la acumulación de este mineral puede representar un riesgo en casos de insuficiencia renal severa.