
Durante su intervención en Cali, el presidente Gustavo Petro responsabilizó a los alcaldes asistentes por la posibilidad de recurrir a préstamos internacionales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el fin de ejecutar proyectos como la adquisición de alimentos, automóviles y productos de consumo, prácticas que asemejó a tradicionales estrategias de clientelismo político. El mandatario estableció un vínculo entre estas actuaciones municipales y formas de injerencia política, asegurando que responderían a una lógica de cooptación electoral bajo una apariencia legal, según informó Europa Press.
De acuerdo con el medio, Petro reclamó ante el BID una reunión urgente que incluya tanto al representante de Colombia ante la junta de gobernadores del banco como a los niveles directivos del organismo multilateral. La solicitud se dirige a esclarecer los procedimientos, mecanismos y responsables involucrados en la presunta entrega de fondos internacionales con fines electorales, y exige respuestas sobre si se han vulnerado restricciones constitucionales que rigen la financiación política en el país con recursos extranjeros.
El presidente colombiano sostuvo, de acuerdo a lo publicado por Europa Press, que la Constitución nacional impide cualquier injerencia de recursos foráneos—sean provenientes de gobiernos, compañías u organizaciones—en campañas políticas dentro del territorio colombiano. Petro afirmó que la canalización de créditos del BID hacia programas dirigidos a la población durante épocas electorales desborda el marco legal y pone en cuestión el equilibrio democrático y la soberanía popular.
En sus declaraciones, Petro advirtió que esta modalidad de intervención electoral a través de préstamos institucionales puede asemejarse a las operaciones empleadas en el pasado para lavar activos y financiar ilegalmente campañas políticas, prácticas históricamente ligadas al narcotráfico y ahora, argumentó, sustituidas por instrumentos financieros formales. El presidente también enfatizó la gravedad de la situación, considerando que se trata de fondos que, de confirmarse la hipótesis, habrían sustituido vías ilegales de financiamiento electoral, transformándose en una amenaza a la autonomía política colombiana.
Europa Press consignó que Petro aprovechó la comparecencia para cuestionar la posición adoptada por la administración estadounidense, señalando un uso instrumental de la cooperación financiera en favor de objetivos políticos en Colombia. El presidente afirmó que la Casa Blanca estaría intentando interferir en el proceso democrático nacional, argumentando: «Miren como quiere (el secretario de Estado estadounidense) Marco Rubio incidir en nuestras elecciones, no les basta tratarme como narcotraficante».
A continuación, el presidente denunció un supuesto plan de Washington para influir en la voluntad del electorado colombiano mediante la compra de votos a través de transferencia de recursos, situación que, en sus palabras, equivaldría a “un golpe de Estado”. Europa Press reportó que Petro atribuyó a funcionarios estadounidenses el empleo de mecanismos financieros con fines de intervención política y reclamó el cierre definitivo de las puertas a cualquier injerencia foránea en materias electorales en Colombia.
La petición de explicaciones dirigida al BID coincide, según detalló Europa Press, con un periodo caracterizado por una creciente tensión entre Colombia y Estados Unidos. El vínculo bilateral ha mostrado signos de deterioro, acabado en una crisis que se aceleró tras una serie de acciones militares norteamericanas autorizadas durante la presidencia de Donald Trump. Desde septiembre del año anterior, Estados Unidos ha ejecutado más de 20 operaciones en aguas del Caribe y del Pacífico dirigidas contra embarcaciones sospechosas de transportar drogas, ataques que, de acuerdo con reportes oficiales citados por Europa Press, han provocado más de 80 muertes.
Este trasfondo de desencuentros diplomáticos crea el marco en el cual se inscribe el llamado de Petro a rendir cuentas sobre el papel de organismos internacionales y el riesgo de que sus instrumentos financieros sean utilizados como herramientas de influencia no autorizada en procesos políticos nacionales.
En su intervención, el presidente subrayó que la intervención de entidades externas en la financiación de campañas distorsionaría los principios democráticos, transfiriendo decisiones fundamentales a actores fuera del control directo de la ciudadanía colombiana. Europa Press describió que Petro alertó sobre los préstamos internacionales, al señalar que podrían constituir una forma de intervención inusual por no contar con los permisos requeridos de parte del gobierno colombiano, escudándose en programas de asistencia financiera.
La comparecencia de Petro en Cali agregó presión sobre el BID para esclarecer los filtros y controles aplicados al otorgar créditos a gobiernos locales en Colombia. Según consignó Europa Press, el presidente requirió transparencia y rendición de cuentas como condición esencial para prevenir el uso indebido de financiamiento internacional en contextos electorales. La urgencia del asunto se refleja en el énfasis colocado sobre el posible impacto en la legitimidad de las elecciones y el riesgo de replicar esquemas de clientelismo mediante acciones financiadas externamente.
La reacción oficial del BID y la respuesta a la petición de reunión formulada por Petro aún no han trascendido, mientras persiste la atención sobre el desenlace diplomático y las averiguaciones instadas por las autoridades colombianas. Según Europa Press, este nuevo episodio amplifica el debate sobre la legitimidad de la cooperación exterior en periodos electorales y el control institucional sobre los fondos canalizados a través de organismos multilaterales.
En las palabras recogidas por Europa Press, Petro resumió su preocupación al advertir sobre el impacto de políticas exteriores, especialmente las impulsadas desde Estados Unidos, en la gobernabilidad interna. Estas declaraciones han profundizado la discusión pública respecto a la independencia de los procesos electorales en Colombia frente a intereses y recursos provenientes del extranjero, e impulsado la revisión de los mecanismos de vigilancia y autorización de créditos internacionales en contextos de competencia política.
La iniciativa de Petro, reportó Europa Press, busca clarificar el marco de actuación del BID en la esfera política colombiana y establecer las bases para definir responsabilidades institucionales vinculadas a la aprobación y desembolso de créditos dirigidos a entes locales. El desarrollo de estas investigaciones y las acciones de los involucrados continuarán marcando el rumbo de la relación entre Colombia y los organismos multilaterales, así como la manera en que se supervisa la gestión de recursos externos en el ciclo electoral.
