La fiscal nacional en lo criminal y correccional Mónica Cuñarro solicitó la elevación a juicio de la causa en la que se investiga a un hombre que se hacía pasar por médico y “terapeuta holístico” en el barrio porteño de San Nicolás. El imputado fue detenido acusado de privación ilegítima de la libertad, abuso sexual agravado y otros delitos. Las víctimas eran jóvenes a quienes conocía en la vía pública, les ofrecía trabajo y los invitaba a su departamento.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. “Encuentro suficientes elementos probatorios que llevan a sostener de modo elocuente la acreditación de los hechos investigados y la responsabilidad que le cabe a Víctor Hugo L. en los mismos. Se cuenta en el presente con voluminosa prueba objetiva que, de una u otra manera, refuerzan el detallado relato brindado por las víctimas; por ello, la valoración de dichos testimonios sustentados en la prueba reunida, resultan abrumadores a la hora de determinar la pertinencia del avance del expediente a la etapa de debate”, sostuvo la fiscal Cuñarro en el requerimiento de elevación a juicio presentado en las últimas horas ante la jueza Laura Bruniard, magistrada que interviene en el expediente.
Víctor Hugo L. había sido detenido por detectives de la División Delitos Contra la Salud y Seguridad Personal de la Policía de la Ciudad tras una investigación de la fiscal Cuñarro y su equipo de colaboradores.
Según explicó la representante del Ministerio Público, cuando las víctimas llegaban a su departamento para la supuesta entrevista laboral, el acusado “les ofrecía distintos alimentos y bebidas. Una vez que lograba que las víctimas consumieran lo proporcionado, estas se sumían en un estado de inconsciencia tal que, durante horas, permanecían a su merced”.
Y agregó: “Resta decir que únicamente el imputado en ocasión en la que fue convocado a ampliar su acusación efectuó un descargo. Sus dichos no logran conmover de modo alguno el cuadro cargoso que obra en su contra, lo que a mi criterio no fue más que un mero intento de mejorar su complicada situación procesal. En efecto, no ha aportado una sola prueba que permita a este órgano acusador dudar de la primigenia hipótesis. No aportó ningún dato vinculado a las personas para las cuales debía hacer el trabajo. A la luz de las constancias recabadas, no existe duda que se movió por espacios públicos tal depredador, en busca de sus ‘presas’. Allí, las pudo buscar, analizar y seleccionar para luego, mediante la misma estrategia en ambos casos, darles caza”.
La investigación comenzó el 23 de mayo pasado, tras la denuncia de un joven en situación de calle. La víctima contó que el 29 de abril último, en plaza Lavalle, frente al Palacio de Tribunales, conversó con un hombre que pasaba por el lugar. A poco de comenzada la charla, su interlocutor le ofreció trabajo. Hubo intercambios de números telefónicos y un acuerdo para que la entrevista laboral se hiciera en un departamento situado a pocas cuadras del lugar del circunstancial encuentro.
La entrevista laboral iba a estar a cargo de un abogado amigo del hombre que había hecho la oferta laboral, del “terapeuta holístico”. Pero todo fue una trampa: el joven terminó abusado.
Así se desprende del dictamen de la fiscal Cuñarro donde pidió la detención del sospechoso y al cual tuvo acceso LA NACION.
La cita que habría terminado en un abuso sexual fue en un departamento del tercer piso de un edificio situado en Montevideo al 200, donde vivía el supuesto “terapeuta holístico”.
Cuando el joven ya estaba en el interior del departamento, Víctor Hugo L. le propuso que se bañara para estar más presentable para la entrevista. Primero el muchacho dijo que no hacía falta, pero ante la insistencia, accedió.
“Luego de ello, el imputado lo invitó con distintas bebidas. El joven solo accedió a tomar mate. Luego se quedó dormido e inconsciente. Al despertarse, aproximadamente a las 8.30 del día siguiente, y al advertir el tiempo transcurrido, se retiró del domicilio. Tenía dolores en todo su cuerpo, tambaleaba y veía imágenes dobles”, según explicó la representante del Ministerio Público en el citado dictamen.
Durante casi tres semanas, la víctima no pudo dormir. Cuando se sentaba, en medio de la noche, por el insomnio, el dolor corporal era difícil de aguantar. “Entendió [la víctima] que, en el transcurso de las horas durante las cuales perdió la conciencia, fue abusado sexualmente”, según el dictamen.
La víctima aportó su teléfono celular, que terminó siendo clave para poder reconstruir el historial de comunicaciones con el sospechoso.
“En lo que refiere al presunto abuso sexual del que habría sido víctima durante la sedación, no pudo acreditarse médicamente dado que, conforme fuera informado por el Hospital Muñiz, al momento de presentarse la víctima en el nosocomio, por error, se lo derivó con profesionales del área de urología, y no con proctología, como él habría requerido. Sin embargo, existen algunos elementos que, por vía indiciaria, permiten tener por corroborado tal abuso. Del informe médico surge que el denunciante presentaba pujos y tenesmos, condición que puede ser consecuencia de un abuso sexual”, explicó la magistrada en la resolución donde procesó al sospechoso.
De las tareas investigativas que hicieron los detectives de la Policía de la Ciudad que intervinieron en el caso se determinó que ante sus vecinos, Víctor Hugo L. se presentaba como médico.
“Recibe muchas visitas de hombres de todas las edades y de diferentes entornos sociales, algunos de ellos que darían miedo por sus aspectos”, fue el resumen que hizo la fuerza de seguridad sobre lo que relataron los vecinos del imputado.
Otras víctimas
El caso del joven en situación de calle no habría sido el único.
“Se constató que el sospechoso había sido acusado de hechos similares bajo el mismo modus operandi en noviembre de 2024, cuando captó a un joven de 26 años que trabajaba de delivery, a quien le ofreció hacerle fotos de modelaje y quien luego sufrió las mismas consecuencias [por un abuso sexual]“, informaron fuentes policiales.
Ese hecho, según consta en el expediente judicial, habría ocurrido el 17 de noviembre de 2024. La víctima, un joven llamado Juan Manuel, “escuchó que, cerca de él, un hombre hablaba por teléfono sobre una posibilidad laboral para modelar, por lo que lo interrumpió y se ofreció para el puesto”.
Víctor Hugo L. aceptó el ofrecimiento del joven y le propuso hacer un book de fotos.
Juan Manuel fue hasta el departamento del sospechoso, se bañó y se vistió con la ropa que le dio Víctor Hugo L.; también se maquilló. Después de tomar seis vasos de jugo que le ofreció el anfitrión”perdió completamente la conciencia».
Se despertó al otro día en su propia casa sin recordar prácticamente nada. Su madre le espetó: “¿No vamos a hablar de lo que pasó ayer? Te secuestraron, boludo».
El día anterior, su madre había recibido un mensaje de la abuela de Juan Manuel para contarle que su nieto le había mandado un mensaje con una dirección “a modo de chiste, por si desaparecía” y una foto de Víctor Hugo L. tomando mate.
La mujer fue hasta el edificio de la calle Montevideo y tocó el timbre en el departamento del sospechoso, pero no recibió respuesta y decidió llamar a la policía. También envió mensajes al teléfono de su hijo sabiendo que lo iba a leer el hombre que estaba con él: “Soltá a mi hijo, estoy haciendo la denuncia”, escribió.
Finalmente, Juan Manuel salió del departamento. “Estaba todo drogado”, recordó la madre. La mujer le preguntó a su hijo si lo habían abusado. “No”, respondió. Víctor Hugo L. le espetó: “Señora él quería un book de fotos, nadie le hizo nada. Se fumó un porro».
Al otro día, por WhatsApp, el joven recibió el book de fotos. Y un mensaje: “¿Qué hiciste? Tengo el departamento lleno de policías». Él lo bloqueó.
A fines de junio pasado, la jueza Bruniard procesó con prisión preventiva por los delitos de privación ilegítima de la libertad y abuso sexual agravado, entre otros.
“Es que los elementos analizados en su totalidad y no aisladamente habilitan a sospechar que media en autos un peligro cierto y no aparente de que en caso de permanecer en libertad en esta instancia, entorpecerá la investigación que se viene desarrollando y, en el futuro, intentará eludir el accionar de la justicia, evitando cumplir la pena que en definitiva pudiere caberle”, sostuvo la jueza Bruniard al dictar el procesamiento.