En un duro dictamen, los fiscales de La Matanza Adrián Arribas, Claudio Fornaro y Diego Rulli pidieron que se dicte la prisión preventiva para los ocho sospechosos detenidos por su presunta participación en los homicidios de Morena Verdi, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez, cuyos cuerpos mutilados fueron hallados en el fondo de una casa de Florencio Varela.
“Respecto a las características del hecho, se desprende el alto grado de agresividad demostrado por parte de los encausados, quienes no conformes con llevar a cabo la sustracción en estudio, mutilaron salvajemente a las víctimas hasta conducirlas al inevitable desenlace fatal, lo que demuestra a las claras su total desprecio por la vida humana en su máxima expresión”, sostuvieron los representantes del Ministerio Público en un dictamen de 277 páginas presentado ante el juez de Garantías Fernando Pinos Guevara, magistrado que interviene en el expediente.
Los fiscales pidieron la presión preventiva para Celeste González Guerrero, de 28 años; Milagros Florencia Ibañez, de 20; Iara Daniela Ibarra, de 19; Matías Agustín Ozorio, de 28; Maximiliano Parra, de 18; Víctor Sotacuro Lázaro, de 41; Miguel Ángel Villanueva Silva, de 25, y Ariel Jiménez, de 29, porque, según sostuvieron, “existen indicios vehementes de que los imputados tratarán de eludir la acción de la Justicia, teniendo en cuenta las características y la violencia, frialdad, e impunidad con la que se comportaron a lo largo de la ejecución del hecho, como así la pena en expectativa del delito que aquí se les imputa”.
El noveno detenido, Tony Janzen Valverde Victoriano, apodado Pequeño J y considerado, en su momento, el autor intelectual del triple crimen, está detenido en Perú, su país natal, mientras se tramita su extradición a la Argentina.
Además de la prisión preventiva, los representantes del Ministerio Público le solicitaron al magistrado que decline su competencia en favor del fuero federal “en razón a que en el caso en estudio debe prevalecer el aspecto destinado a propender una persecución penal estratégica y que tal como veremos, la intervención de la Justicia Federal se vislumbraba como la mejor solución para asegurar una mayor eficacia de la investigación y cumplir con los fines de la ley 23.737, vinculada a los delitos de estupefacientes, en la que participan organizaciones multiterritoriales”.
En su presentación, los fiscales sostuvieron que “entre las 22 del 6 de septiembre pasado y las 21.30 del 19 del mismo mes, en lugar indeterminado, presumiblemente varias personas (no identificadas a la fecha) organizadas mediante un previo plan común, acordaron la sustracción de varios kilos de sustancias ilícitas (provenientes del tráfico de drogas y destinadas a la venta al menudeo en Florencio Varela) a una organización de estructura celular con clara estabilidad y permanencia en el mercado del narcotráfico y que se encuentra integrada por Villanueva Silva, González Guerrero, Valverde Victoriano, Ozorio, Giménez, Sotacuro Lázaro, alias El Duro, Ibañez, Manuel David Valverde Rodríguez, David Gustavo Morales Huamani, apodo el loco David o el Tarta, Alex Roger Ydone Castillo, Parra, Ibarra, y NN Caucasico, -entre otros que conforman la comunidad delictiva».
Los autores del robo de la droga habrían sido allegados a las víctimas del triple crimen, según explicaron Arribas, Fornaro y Rulli.
“Por medio de maniobras de engaño, y ardides -aprovechándose de su especial condición de vulnerabilidad-, integrantes de la organización narco criminal lograron establecer un vínculo de confianza con Lara, Morena y Brenda por lo que el 19 de septiembre pasado, a las 21.29, en las inmediaciones de la Quila y El Tiburón, en Ciudad Evita, en La Matanza, consiguieron que las chicas subieran a una camioneta Chevrolet Tracker blanca Trucker en la que viajaban al menos tres personas. En el vehículo fueron trasladadas a una casa de Florencio Varela [la escena del triple crimen], donde supuestamente se realizaba una ‘supuesta’ fiesta’“.
