Ahora es común que los hogares se compongan no solo de personas, sino también de mascotas.
La presencia de perros y gatos en las viviendas ha transformado el concepto de familia y obligado a repensar los espacios, eligiendo elementos decorativos y naturales compatibles con la seguridad de los animales domésticos.
En este contexto, muchas personas desean mantener plantas en interiores, lo que plantea dudas sobre la conveniencia y seguridad de las distintas especies para la convivencia con gatos.
Los gatos suelen explorar con curiosidad su entorno. Tocan, mastican y, en ocasiones, consumen fragmentos de plantas, por lo que resulta fundamental identificar cuáles especies pueden integrarse sin peligro en un hogar felino. Existen plantas que, además de ser seguras, aportan beneficios al bienestar del animal y a la calidad del ambiente.
Plantas seguras para gatos
Hierba gatera (Nepeta cataria)
La hierba gatera, también conocida como catnip, se reconoce por su efecto estimulante en los gatos. Perteneciente a la familia de la menta y la salvia, contiene un compuesto llamado nepetalactona. Este componente, presente en las hojas y tallos, actúa sobre el sistema nervioso central del gato. Por efecto de esta sustancia, el animal puede mostrar comportamientos como restregarse, maullar, saltar o incluso rodar por el suelo.
El contacto con catnip produce sensaciones de placer y ayuda a reducir el estrés, sin generar dependencia ni efectos secundarios dañinos. La interacción suele ser breve pero intensa y contribuye a enriquecer el entorno del animal, favoreciendo su bienestar físico y emocional.
Bambú
El bambú figura entre las plantas seguras para gatos debido a que no contiene compuestos tóxicos perjudiciales para ellos. Este vegetal destaca por su rápido crecimiento y su resistencia, lo que permite ubicarlo en distintos puntos del hogar. Incluir bambú en la vivienda aporta fibra al animal si decide masticar pequeñas cantidades, lo que puede ayudar a regular su digestión.
Además, el bambú se asocia a beneficios para la salud cutánea y del pelaje, y puede favorecer la estructura ósea gracias a su aporte de nutrientes. Por la robustez de sus tallos y su aspecto atractivo, el bambú también contribuye a crear espacios decorativos aptos para felinos activos y curiosos.
Helecho
El helecho es otra opción recomendada en ambientes con gatos. Sus hojas largas y finamente divididas resultan especialmente atractivas para los felinos, que suelen tocarlas y jugar con ellas. A diferencia de otras plantas ornamentales, el helecho común de interior no contiene sustancias perjudiciales para los animales.
Los gatos pueden masticar fragmentos sin riesgo de intoxicación, aunque se sugiere controlar la cantidad para evitar problemas digestivos leves derivados de un exceso de consumo vegetal. Además, el helecho contribuye a mantener la humedad ambiental y a mejorar la calidad del aire en los espacios cerrados.
Cinta o malamadre
La cinta, conocida también como malamadre, es frecuente en la decoración interior gracias a su resistencia y bajo requerimiento de cuidados. Esta planta desarrolla largas hojas arqueadas, generalmente de color verde con franjas claras, que llaman la atención de los gatos. La cinta no contiene toxinas y los felinos pueden entrar en contacto con la planta o ingerir pequeñas porciones sin riesgo.
La cinta también actúa como un purificador natural al eliminar contaminantes como el monóxido de carbono y el xileno, mejorando así la calidad del aire en el hogar.
Plantas aromáticas: albahaca, romero y menta
Varias plantas aromáticas se consideran compatibles con la presencia de gatos, entre ellas la albahaca, el romero y la menta. La albahaca puede cultivarse en pequeñas macetas y no representa peligro si el gato decide olerla, tocarla o masticar alguna hoja. El romero, por su parte, tampoco contiene tóxicos dañinos y además aporta frescura al ambiente. La menta, además de ser segura, estimula el sentido del olfato del animal. Antes de incorporar cualquier planta aromática, conviene verificar su especie específica, ya que no todas resultan inocuas.
Plantas tóxicas para gatos
Entre las plantas más peligrosas para los gatos figuran varias especies presentes en numerosos hogares. El laurel contiene eugenol y aceites esenciales que provocan molestias digestivas y pueden llevar a una obstrucción estomacal. El ficus, con más de 800 variedades, actúa como irritante y su ingestión accidental causa vómitos y diarrea.
El lirio, en especial el lirio de los valles, se considera una de las especies más letales. Todas sus partes, incluido el polen y el agua del jarrón, pueden desencadenar insuficiencia renal grave o incluso la muerte; además, otras variedades de lirio también resultan peligrosas.
De acuerdo con datos de Santévet, el 75% de los dueños de gatos intoxicados por lirios desconocían el riesgo que implican. Las amapolas, frecuentes como plantas ornamentales, tampoco están exentas de peligro: su consumo genera alteraciones digestivas y neurológicas, incluyendo temblores, letargo y en casos graves, ceguera.
Qué hacer ante una intoxicación
A pesar de elegir especies seguras, pueden presentarse signos adversos tras el contacto con otras plantas. Los síntomas más frecuentes de intoxicación en gatos son:
- Vómitos
- Diarrea
- Apetito reducido
- Exceso de salivación
- Letargo o irritación en encías y boca.
Frente a cualquiera de estos signos, la recomendación es acudir al veterinario llevando una muestra de la planta ingerida para facilitar el diagnóstico y el tratamiento.