Durante la madrugada de este viernes, un fuerte estallido despertó a los residentes de una vivienda ubicada en la calle Sullana, en la zona de Huáscar, en San Juan de Lurigancho. Desconocidos dejaron un explosivo en la entrada del inmueble, lo que provocó graves daños materiales y sumió en el temor a los integrantes de la familia afectada, que habitan los tres pisos del edificio.
El artefacto detonó a pocos metros del portón, destruyendo parte del piso de la cochera y los vidrios de varias ventanas. Los daños estructurales son visibles, y el susto que vivieron quienes se encontraban en el interior aún persiste.
Todos coincidieron en que el estruendo y la onda expansiva los despertaron abruptamente, multiplicando el temor y la sensación de inseguridad entre los vecinos del sector, de acuerdo con información de Buenos días Perú de Panamericana TV.
Además del explosivo, los delincuentes dejaron una nota escrita a mano dirigida a un integrante de la familia, identificado como el padre, a quien llaman ‘Chaca Chaca’. En el mensaje se exigía una comunicación inmediata a través de un número de WhatsApp o, de lo contrario, atentarían contra sus parientes. Esta misiva estaba acompañada de la frase “plata o plomo”, lo que refuerza el ambiente de extorsión que se vive en este distrito.
Una de las víctimas manifestó sorpresa porque, aseguran, actualmente no manejan ningún negocio propio ni realizan actividades comerciales. A pesar de ello, un antecedente los persigue: hace medio año atravesaron una situación similar vinculada a la actividad comercial de uno de los hermanos.
“Hace medio año, mi hermano tenía un negocio. Puso su pollería y también lo comenzaron a extorsionar y tuvimos que cerrar ese negocio. Lo cerramos y de ahí dejaron de extorsionar a mi hermano. Un día para otro, como vieron que le hemos sacado la cámara de seguridad que teníamos, nos mandam ese regalito, como dice ellos, un explosivo”, declaró.
Instantes después del ataque, miembros de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) llegaron al lugar para asegurar el área y recoger pruebas. Ahora, las autoridades se encuentran revisando imágenes de cámaras de vigilancia de la zona en busca de pistas que lleven a identificar a los responsables.
El testimonio revela el temor que persiste en la familia, quienes ven en este ataque una respuesta directa a cambios recientes en sus hábitos de seguridad, como el retiro de la cámara de vigilancia instalada tras los primeros episodios de hostigamiento hace meses.
Canales de emergencia
El Gobierno ha habilitado la Central 111 de la Policía Nacional del Perú, una línea gratuita, confidencial y disponible las 24 horas del día, destinada a denunciar casos de extorsión y recibir ayuda inmediata. Esta central está conectada con la Central de Emergencias 105, lo que permite enviar pruebas como audios o videos con mayor facilidad.
Además, existen otras opciones para reportar este delito:
- Línea 1818: Atención exclusiva para denuncias de extorsión.
- Celular 942 841 978: Número directo para reportes urgentes.
- Comisarías: Oficinas policiales en cada distrito donde se pueden realizar denuncias presenciales.
- Depincri: Unidades especializadas en investigar delitos como la extorsión.
Modalidades de extorsión
En los últimos años, las tácticas utilizadas por los extorsionadores se han vuelto más variadas, adaptándose a las situaciones particulares y a las debilidades de sus víctimas.
- Exigencia de pagos (“cobro de cupos”): Los delincuentes solicitan sumas de dinero de manera periódica, ya sea como una supuesta medida de “protección” o para permitir que una actividad económica continúe operando.
- “Chalequeo”: Se trata de una amenaza encubierta bajo la oferta de protección a cambio de dinero. Si la víctima no accede, se advierte que su integridad o la de su negocio estará en peligro.
- Falsos secuestros o emergencias: En esta modalidad, los extorsionadores informan falsamente que un familiar ha sido secuestrado o ha sufrido un accidente, exigiendo un pago inmediato para su liberación o atención médica.
- Uso de redes sociales: Plataformas como Facebook, X (antes Twitter) e Instagram son utilizadas por los extorsionadores para obtener datos personales de sus víctimas, los cuales emplean luego para lanzar amenazas o generar miedo.
