Póker de tiaras. Kate, Camilla, la princesa Ana y Sophie de Edimburgo brillan con las joyas más fabulosas del cofre real

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El banquete de Estado con el que Carlos III y Camilla de Inglaterra agasajaron la semana pasada al presidente francés, Emmanuel Macron, y a su mujer, Brigitte, durante su visita de Estado (la primera de un presidente de Francia en diecisiete años) tuvo toda la pompa que requería la ocasión.

Los reyes Camilla y Carlos III y Emmanuel y Brigitte Macron posan para la foto oficial. La Reina eligió un traje de Fiona Claire, mientras que la primera dama francesa optó por un vestido de cuello cerrado en crêpe de lana de su íntimo amigo, Nicolas Ghesquière, director creativo de
Louis Vuitton. Le sumó una capa decorada con piedras preciosas.

Y fue el escenario perfecto para que, después de casi dos años, la princesa de Gales volviera a “coronarse” como la futura reina que es. Radiante, sin rastros de los tratamientos a los que se sometió por un año para tratar su cáncer (hoy está en remisión) y del brazo de su marido, el príncipe William, Kate hizo un regreso triunfal al castillo de Windsor con un par de “ases en la manga”: un espectacular traje de seda de Sarah Burton para Givenchy (la diseñadora es la misma que le hizo su traje de novia, aunque entonces era directora creativa de Alexander McQueen, y la conoce a la perfección), y la tiara Cambridge Lover’s Knot, la de mayor relevancia institucional del joyero real al que ella tiene acceso, además de haber sido una de las favoritas de su suegra, Diana de Gales (si bien Lady Di la rechazó cuando Isabel II le propuso que la usara para su boda con el entonces príncipe Carlos porque prefirió la tiara de su familia, fue luego la que más eligió a lo largo de su vida como princesa). Además, Kate lució el rosetón de gran oficial de la Orden Nacional del Mérito que concede la República de Francia; la gran cruz de la Orden Victoriana; y estrenó el camafeo con el retrato pintado del Rey (se llama Family Order), que el monarca reinante entrega a las mujeres de la familia real como agradecimiento por su trabajo, y sumó el que recibió en tiempos de Isabel II.

Muy felices. Así se los vio a los príncipes de Gales. Kate lució el rosetón de gran oficial de la Orden Nacional del Mérito de Francia; la gran cruz de la Orden Victoriana y estrenó el camafeo con el retrato pintado del Rey y el que recibió en tiempos de Isabel II.La princesa real Ana, que llevó la tiara Festón de diamantes, llegó acompañada por su marido, Sir Timothy Laurence.El príncipe Eduardo de Edimburgo y su mujer, la duquesa Sophie, son parte de la monarquía reducida que acompaña a Carlos III. Ella brilló con la tiara Wessex de aguamarina. Detrás se los ve a los duques de Gloucester.Sir Elton John y sir Mick Jagger fueron parte de los 160 invitados.
Camilla llevó una tiara que originalmente fue una gargantilla con 12 zafiros rodeados de diamantes, creada en 1850 para la princesa Luisa María de Bélgica. En 1963, Isabel II compró la gargantilla y la convirtió en una tiara, a juego con un colgante y pendientes de zafiros que le había regalado su padre, el rey Jorge VI. Y, La Reina lució ese conjunto durante la velada y, como Kate, sumó la Orden de Familia de Carlos III.

Si bien es costumbre en estos eventos coordinarse para no repetir colores, el acuerdo fue toda una declaración de amistad entre los dos países: Kate llevó rojo, la Reina blanco, y la primera dama azul, para completar así los colores de las banderas nacionales.

Madame Macron y la reina Camilla se dirigen al Saint George’s Hall, el salón más grande del castillo de Windsor, donde se llevó a cabo el banquete.

UN CASTILLO EN TODO SU ESPLENDOR

Entre los 160 invitados se pudo ver a estrellas como sir Elton John y su marido, David Furnish, sir Mick Jagger y su novia Melanie Hamrick, Mika y la futbolista Mary Earps. Vestidos de etiqueta, ocuparon la majestuosa mesa de 50 metros que recorría de punta a punta el Saint George’s Hall, el salón más grande del castillo de Windsor, que es el mismo que usaron el príncipe Harry y Meghan Markle el día de su boda. Según el Daily Mail, llevó seis días para que quedara impecable y se lo decoró con centros de mesa de plata con flores de los jardines de Buckingham y de Windsor, y velas que reflejaban su luz de manera teatral directamente sobre la madera impecablemente lustrada.

Mick Jagger con su novia, Melanie Hamrick, que impactó con un strapless con brillos y chaqueta a juego de Jenny Packham. La coreógrafa y ex bailarina del American Ballet Theatre y el frontman de los Rolling Stones están juntos desde 2014 y tienen un hijo en común, Deveraux, de 8 años.
Un detalle de la espalda del traje de Melanie Hamrick.Una imagen imponente de la majestuosa mesa de 50 metros que recorría de punta a punta el Saint George’s Hall.
Elton John, gran amigo de los Windsor, con su marido, el director y productor de cine canadiense David Furnish.Esta vez se eligió prescindir de la mantelería. Los  cubiertos de plata, los platos con el monograma real y las copas se desplegaron sobre la mesa de madera perfectamente lustrada.
Las flores se seleccionaron de los jardines de Buckingham y Windsor.

En cuanto al menú, después de una entrada de verduras de estación con vinagreta, el chef francobritánico Raymond Blanc, embajador de la Fundación del Rey, presentó el primer plato y el postre, combinando las dos culturas gastronómicas: sirvió pollo Rhug Estate con espárragos Norfolk y crema de estragón, y bizcocho helado con grosella y gelatina de flor de sauco. Además, crearon un cóctel con ginebra británica, lemon curd y pastis francés.

El guiño de ojo de Macron a Kate dio la vuelta al mundo y fue una muestra del ambiente distendido en que se desarrolló la velada.El menú quedó en manos del chef Raymond Blanc.
“Creo firmemente que la amistad entre Reino Unido y Francia es esencial para la preservación de las libertades y la paz en Europa”, dijo el Rey en su discurso, donde rebautizó la “Entente Cordiale” como “Entente Amicale”.

Para cerrar una noche perfecta, la Orquesta Nacional de Gales de la BBC interpretó temas de Vivaldi, Lady Gaga y la música de la obra Los Miserables .

La tapa de revista ¡Hola! de esta semana

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