Estatuas de mujeres desnudas están siendo retiradas de parques y otros lugares públicos en todo el país, en consonancia con el sentimiento actual de que no son apropiadas para espacios públicos.
Estas estatuas se instalaron en muchos lugares como símbolos de paz, reemplazando a las de oficiales militares tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, actualmente muchas personas consideran que no se corresponden con los valores actuales o que solo deberían exhibirse en museos.
El Parque Central de la ciudad de Takamatsu cuenta con 31 estatuas en sus 3,5 hectáreas. Entre ellas hay representaciones de Kan Kikuchi, novelista originario de la ciudad, y de Shigeru Mizuhara, quien fue manager del equipo profesional de béisbol Yomiuri Giants.
También hay dos estatuas de niñas desnudas enfrentadas. Según el gobierno municipal, fueron donadas por una sucursal local del Club de Leones en 1989.
A partir de 2023, expertos a cargo de la remodelación del parque han señalado en reuniones que ciertos monumentos no se alinean con los valores actuales. Algunos estudiantes de primaria que han visitado el parque en excursiones escolares expresaron que las estatuas les resultaron embarazosas.
“Los valores de la gente han cambiado, así que decidimos que no es deseable que el público general vea estatuas de menores desnudas en un espacio público”, afirmó un funcionario municipal. El gobierno de la ciudad de Takamatsu pretende trasladar las dos estatuas durante las obras de remodelación que comenzaron a finales de agosto.
El escultor creador de las estatuas, Seiichi Abe, de 94 años y oriundo de Imabari, prefectura de Ehime, calificó la decisión de “lamentable”. Titulada “Onna no ko, futari” (Dos niñas), la obra se realizó para conmemorar la inauguración del puente Seto Ohashi en 1988.
“Las estatuas de niñas desnudas simbolizan una nueva fuerza vital”, dijo Abe. “Quise expresar la belleza de las regiones de Shikoku y Honshu, que crecerían gracias al puente. Creo que deberían mantenerse en el parque”.
Abe afirmó que no recibió ninguna notificación oficial sobre el traslado por parte del gobierno de la ciudad.
Según Yoko Takayama, profesora de la Universidad de Asia y experta en monumentos en todo el país, durante la era previa a la guerra, se erigieron estatuas de soldados, oficiales militares y personajes históricos en espacios públicos. Estas fueron retiradas posteriormente por la escasez de metales durante la Segunda Guerra Mundial y en el marco de la política de la sede del Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas tras la guerra.
Las estatuas de mujeres desnudas ocuparon su lugar. “Heiwa no Gunzo” (“Grupo por la paz”), un conjunto de tres figuras instaladas en 1951 en el distrito de Chiyoda, Tokio, es considerada la primera obra de este tipo exhibida en un espacio público en Japón.
A partir de entonces, mostrar estos trabajos se convirtió en una tendencia nacional como símbolo de paz o amor.
“Japón es el único país con tantas estatuas de mujeres desnudas en espacios públicos”, señaló Takayama. En Europa y otros países asiáticos, solo se exhiben en ciertos lugares, como museos de arte o jardines”.
En varias regiones del país también se está replanteando la presencia de estas estatuas. Una estatua de una mujer desnuda bailando sobre una gran mano solía estar en el puente Takarazuka Ohashi, en la ciudad de Takarazuka, prefectura de Hyogo. Fue retirada durante renovaciones y surgió una polémica sobre si debía regresar o no.
El gobierno prefectural, responsable del puente, decidió no devolver la estatua porque una gran parte de los residentes expresó su rechazo a volver a verla allí. Actualmente, está almacenada en la oficina de ingeniería civil del gobierno prefectural.
En Shizuoka, hay siete estatuas de mujeres y niñas desnudas en el Parque del Castillo Sumpu, en el centro de la ciudad. También hay dos estatuas de mujeres desnudas del pintor francés Pierre-Auguste Renoir en una plaza frente a la estación de Shizuoka.
“Hay demasiadas estatuas de mujeres desnudas en la ciudad”, afirmó el alcalde de Shizuoka, Takashi Nanba, en una conferencia de prensa en diciembre del año pasado. “¿No debería estar en museos de arte u otros lugares donde puedan apreciarse sólo como arte?”
Funcionarios del gobierno municipal han consultado a expertos sobre cómo abordar el tema. “Las opiniones sobre menores desnudos en la sociedad se han vuelto más estrictas en los últimos años”, explicó Kikuro Miyashita, profesor de la Universidad de Kobe y experto en historia del arte.
“Al mismo tiempo, hay estatuas de mujeres desnudas que llevan en su lugar muchas décadas y son una parte inseparable del paisaje. Decidir si deben ser retiradas debe hacerse con mucho cuidado y recogiendo las opiniones de los residentes”.
Fuente: The Washington Post