El congresista David Racero, ex presidente de la Cámara de Representantes y figura destacada del oficialismo, ha sido señalado recientemente por presuntas incongruencias entre su discurso político y sus acciones fuera del escenario público. Según lo expuesto por el periodista Daniell Coronell en una de sus columnas, Racero estaría incurriendo en prácticas que contradicen directamente las banderas que ha defendido como parlamentario, especialmente en materia laboral y ética pública.
Uno de los principales señalamientos apunta a un posible conflicto entre su postura pública contra la corrupción y el presunto uso indebido de recursos oficiales. Según la columna, un integrante de su Unidad de Trabajo Legislativo, cuyo salario proviene del erario, estaría desempeñando funciones en un negocio privado de propiedad del congresista, específicamente un minimercado de frutas y verduras.
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Según se conoció a través de Los Danieles, hay un audio de WhatsApp en el que se oye a Racero describiendo la oferta laboral: un millón de pesos al mes, sin prestaciones, de 7 de la mañana a 8 de la noche, un día de descanso a la semana.
Pero, ¿qué debe hacer un trabajador del fruver? Responde Racero: “Ellos son toderos. No sólo caja. También arreglan, hacen pulpa, hacen aseo, lavan baños, lavan pisos , arreglan obviamente la comida, o sea, estar dispuesta para todo, cajera, pero de todo”.