En medio de la volatilidad en el mercado tras las elecciones de medio término bonaerenses, el economista Carlos Melconian volvió a criticar la política cambiaria del Gobierno y los mecanismos de intervención para contener el dólar antes de los comicios nacionales de octubre. Calificó la estrategia de “populismo berreta para clase alta”.
El ex director del Banco Nación señaló la necesidad de corregir lo que consideró un error cometido en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril. Aclaró que el problema no radica en la implementación de bandas cambiarias, sino en la dinámica de oferta y demanda en el mercado de divisas.
“El problema para los ingenieros que calcularon esto es que la demanda en un mercado que se presenta como libre supera a la oferta. En ese contexto, el precio no es realmente libre, y se vienen haciendo malabarismos desde hace tiempo para sostener algo que no es real”, aseguró en diálogo con radio La Red.
Y consideró que dentro de la demanda de dólares, debe incluirse también al Gobierno como un actor más, al igual que las personas o las empresas. El Estado necesita divisas para honrar sus deudas, y esa exigencia forma parte de un programa que quedó incumplido.
“Yo no soy hincha del cepo, soy hincha de los mercados libres, pero si a vos no te da el cuero, ¿quién te mandó a vos a reventar los dólares de Vaca Muerta en Punta Cana?, ¿qué clase de populismo berreta para clase alta es eso?»
Entonces, “lo que el Gobierno evita hacer en el plano fiscal intenta hacerlo con los dólares externos, que constituyen otra caja distinta. Desde el inicio se supo que, aunque durante mucho tiempo el dólar se mantuvo estable y accesible para la gente común, esa era una situación anormal. No lo decimos por golpistas devaluacionistas, sino porque es una situación a ser corregida”, aseguró.
Consultado por qué se puede hacer de acá a octubre, señaló que hay dos caminos: uno es liberar la oferta y la demanda de dólares con la consecuencia que el tipo de cambio llegue a un nivel mucho más elevado, y otro es buscar algún mecanismo indirecto de “encepar”.
“Encarecimiento es la palabra, pero no corporativo porque vos no podés, en este momento empresarial, encarecer, o abrochar la importación de insumos, la brecha. Todo eso tiene que ir a una normalización en los tiempos adecuados”, precisó.
Por otro lado, en su análisis, Melconian remarcó que el equilibrio fiscal constituye el pilar fundamental para cualquier avance económico sostenible. Según su visión, la mejora del poder adquisitivo y el crecimiento económico solo pueden alcanzarse si el Estado mantiene sus cuentas ordenadas, descartando la idea de que el déficit fiscal sea un motor de expansión.
No obstante, criticó el ajuste a los discapacitados y señaló que “esa es la cintura que no ha tenido el Gobierno, sabiendo que los jugadores de enfrente son jodidos”, refiriéndose al proceso electoral. Asimismo, tildó los ministros de “provocadores y soberbios”.
También, Melconian habló sobre el panorama después de las elecciones y mencionó lo que denominó “el síndrome del tercer año” de gestión. Para ilustrarlo, citó los casos de las administraciones de Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández, que en ese período enfrentaron lo que describió como “una especie de vía crucis para sostenerse”.
Según señaló, ese tercer año suele convertirse en un detonante de inflación, tensiones cambiarias, riesgo de default y búsqueda de financiamiento a través del FMI.
“La conjunción de síndrome del tercer año, el evento electoral, el formato político que ha implementado esta administración para avanzar y la necesidad de apoyo popular permanente, genera un combo que abre una expectativa que de acá a octubre no va a ser lineal”, sostuvo.