
Con el aumento del uso de la tecnología y la interconexión de dispositivos, la necesidad de proteger los datos personales es más urgente que nunca. Compartimos muchos datos sin darnos cuenta, entrando en cualquier enlace, aceptando las cookies o manteniendo datos importantes en nuestra app de notas. La protección de estos se ha covertido en algo casi tan esencial como la seguridad de nuestros hogares.
No es muy común, y muy poca gente suele hacerlo, pero desactivar el WiFi al salir de casa nos ayuda a mantener la privacidad intacta. El WiFi es usado por ciberdelincuentes para acceder a datos y archivos confidenciales. Además, dejar el router encendido mientras viajas te puede exponer a numerosos riesgos.
A veces son los propios datos el objeto del delito, en otros, los ciberdelincuentes utilizan la información robada para cometer estafas o usurpaciones de identidad. El artículo 197.2 del Código Penal recoge un tipo delictivo básico que castiga el apoderamiento, uso y modificación no autorizada de datos de carácter personal o familiar. Sin embargo, esto no parece detener a los hackers.

Riesgos a los que nos podemos enfrentar
La mayoría de redes públicas no son muy seguras. Estas pueden hacer que tu información sea visible para otros usuarios y facilitar el acceso a tus datos. Entre los riesgos más destacados Journal du Geek, medio francés especialiazdo en tecnología, recoge los siguientes; el ataque intermediario (MITM), las redes públicas falsas o la conexión automática.
El ataque intermediario es un asalto donde el hacker intercepta la comunicación entre dos individuos, modificando y manipulando los datos intercambiados. Por otro lado, hay ocasiones en las que los hackers configuran una red pública falsa que no requiere contraseña. Una vez que el usuario se conecta a la red fraudulenta el ciberestafador puede interceptar todo el tráfico entre el usuario e internet. Incluyendo desde sitios web visitados, información de inicio de sesión hasta datos de nuestras tarjetas de crédito.
La mayoría de smartphones actuales, cuentan con un ajuste que nos permite conectarnos de forma inmediata y automática a redes WiFi utilizadas anteriormente. Si bien puede ser una función muy útil y cómoda, sobre todo para aquellos que trabajan con internet, esto supone un riesgo importante si el teléfono intenta conectarse a una red sin nuestra supervisión o permiso.

Práctias responsables
Una VPN (Red Privada Virtual) es un servicio que permite una conexión segura y cifrada a través de una red menos segura. Esta cifrará nuestra información, de modo que, si un hacker accede por otro lado, no podrá leer nada.
Los hackers saben que muchas personas utilizan las mismas contraseñas para diferentes sitios. A veces, solo necesitan la información de un sitio para acceder a todos tus datos confidenciales. Por eso se recomienda HTTPS (Protocolo Seguro de Transferencia de Hipertexto) que añade una capa de seguridad a la red y cifra las comunicaciones entre el navegador y el servidor. Para detectar que un sitio web es seguro debe comenzar con “https://”.
Aún así, las mejores soluciones siguen siendo las más sencillas; desactivar el wifi de tu teléfono, acceder a internet usando tu punto de acceso móvil y actualizando las apps de nuestros teléfonos, ya que suelen suelen corregir vulnerabilidades de seguridad detectadas en versiones anteriores.
