Los autos electrificados ganan de a poco terreno en la Argentina, ya que en la primera mitad del año se registraron 12.335 patentamientos de vehículos electrificados, lo que implicó un crecimiento interanual del 55,9%, de acuerdo con el Sistema de Información Online del Mercado Automotor de Argentina (Siomaa). Este segmento ya representa casi el 4% del total de los 320.629 autos 0km que se vendieron entre enero y junio.
En las distintas categorías que abarcan los electrificados, los híbridos convencionales (HEV) siguen siendo predominantes con el 79% del mercado, mientras que los mild hybrid (MHEV) representan el 15%, los eléctricos puros (BEV) el 4% y los híbridos enchufables (PHEV) un 2%.
En línea con este informe, la Universidad Austral llevó adelante un estudio en el que analiza el estado actual de la electrificación vehicular en la Argentina y lo compara con el panorama europeo.
El trabajo fue realizado por Alejandro Sureda, director de la Maestría en Movilidad y Gestión Automotriz de la Facultad de Ingeniería de dicha casa de estudios, quien explicó que el mundo atraviesa una transición energética y que la electrificación del transporte se ha consolidado como un eje estratégico para las políticas públicas, la innovación industrial y la transformación urbana.
En ese contexto, Europa logró avanzar de manera decidida mediante regulaciones ambiciosas, inversiones multimillonarias y una rápida adopción de vehículos eléctricos (BEV). Los números lo reflejan: en 2024, el 15% de los autos vendidos en Europa fueron 100% eléctricos, mientras que en la Argentina ese porcentaje apenas alcanzó el 0,14%.
“Dicho de otra manera, en la Argentina apenas uno de cada 700 autos nuevos es totalmente eléctrico, frente a uno de cada siete en Europa”, analizó Sureda.
Otro punto que menciona este estudio es la escasa oferta de puntos de carga que hay en suelo argentino. En 2024, sólo se registraron 113 puntos, mientras que en Europa hay 900.000. Incluso, mencionan que en el Viejo Continente crece la carga rápida mientras que en la Argentina no. La red de carga pública en la Argentina es 80 veces más chica que la europea.
“El esfuerzo de YPF y Chargebox Net es destacable, pero la escasa densidad y potencia convierten a la recarga en una experiencia urbana limitada, sin robustez para viajes interurbanos”, agregó Sureda.
Por otro lado, si se consideran las ventas totales de vehículos híbridos (HEV), híbridos enchufables (PHEV) y eléctricos puros (BEV), en Europa representaron el 25% del mercado en 2024, mientras que en la Argentina alcanzaron apenas el 3,4%.
Sobre este punto, el informe destacó: “El mercado argentino muestra una alta dependencia de los híbridos (HEV) como ‘puente tecnológico’, pero la electrificación total aún es marginal. Las barreras son múltiples: precios elevados, escasa infraestructura y la ausencia de un marco de previsibilidad”.
En parte, Europa logró el avance de autos electrificados por los incentivos y por la inversión en infraestructura, como se mencionó previamente en puntos de carga, por ejemplo.
En materia de incentivos, la Unión Europea cuenta con una amplia variedad de exenciones fiscales y beneficios complementarios, como la reducción o eliminación de peajes. En cambio, en la Argentina, uno de los pocos estímulos vigentes es una exención fiscal restringida a los vehículos electrificados patentados en la Ciudad de Buenos Aires, que experimentó modificaciones en el último tiempo.
También este año se concretó un cupo de 50.000 unidades electrificados que ingresarán al país sin pagar un arancel del 35% extrazona, que abonan todos los que llegan por fuera del Mercosur y de México.
“La Argentina ofrece incentivos potentes, pero aislados: sin una fecha objetivo ni marco legal integral, el ecosistema no escala ni reduce incertidumbre para inversores o consumidores”, sostuvo el autor del informe.
Por último, en el estudio se cerró con un mensaje que generó expectativas: “El 2025 puede ser el punto de inflexión: si alineamos incentivos, infraestructura y producción, la movilidad eléctrica puede despegar. Si no, será una década más de oportunidades perdidas”.
Además, Sureda dijo que la Argentina no parte de cero porque tiene litio, renovables, capital humano y start-ups innovadoras. Pero sin planificación estratégica y sin infraestructura, el país corre el riesgo de quedar fuera de la transición más importante de la historia del transporte.