Los días fríos, lluviosos o ventosos dificultan la práctica del running, mientras que los gimnasios saturados y ruidosos desmotivan los entrenamientos.
En este contexto, la natación surge como una alternativa accesible, económica y eficiente, que integra ejercicio cardiovascular, fortalecimiento muscular y bienestar mental, según especialistas consultados por The Times.
Esta disciplina requiere poco equipamiento, resulta adecuada para distintos niveles de condición física y permite mantenerse activo incluso en meses con menor actividad al aire libre.
Además de los beneficios físicos, aporta ventajas que trascienden el rendimiento. La técnica, la coordinación y la concentración implicadas en cada estilo favorecen el desarrollo de habilidades motoras y la sincronización de movimientos.
El entorno acuático facilita la relajación, disminuye la ansiedad y ayuda a mantener un estado de ánimo positivo. De esta manera, la natación se posiciona como un entrenamiento integral con impacto simultáneo en cuerpo y mente.
Mejora de la capacidad pulmonar
La natación optimiza la función respiratoria. Brian Johns, exnadador olímpico de Canadá y director de ciencias de entrenamiento en la marca Form, señaló: “La natación es única en los deportes de resistencia”.
También agregó que “el mecanismo preciso aún no se comprende del todo, pero es posible que los nadadores utilicen más sus pulmones al respirar, desarrollando así los músculos alrededor de la caja torácica para aumentar la función pulmonar”.
Estudios demostraron que los nadadores de competición presentan mayor capacidad pulmonar que otros atletas de complexión similar. Esta ventaja permite un suministro de oxígeno más eficiente, con mejora en la resistencia y la recuperación durante el ejercicio.
Quema de calorías sin impacto en las articulaciones
Nadar permite quemar calorías de manera efectiva sin someter las articulaciones al estrés típico de correr o levantar pesas. El estilo mariposa puede alcanzar hasta 900 calorías por hora, mientras que el crol oscila entre 500 y 700 calorías por hora.
La natación combina actividad aeróbica con bajo impacto, resguardando rodillas, tobillos y caderas. En comparación, correr puede consumir hasta 1.050 calorías por hora, pero incrementa la carga articular.
Por su parte, el levantamiento de pesas necesita aproximadamente una hora para quemar 250 calorías; sin embargo, su beneficio principal radica en el desarrollo de masa muscular, lo que incrementa el gasto calórico en reposo.
Esta característica convierte a la natación en una opción ideal para personas con lesiones previas o quienes buscan un entrenamiento intenso sin riesgos de sobrecarga.
Coordinación y técnica en cada brazada
Más allá de la quema calórica y los efectos cardiovasculares, la natación exige alto nivel de coordinación y precisión técnica. Laura Addie, triatleta profesional y entrenadora, explicó a The Times que “la natación es un deporte basado en la técnica, y la cantidad de brazadas la hace ideal para la coordinación”.
Cada estilo requiere movimientos específicos y sincronizados:
- Crol: combina brazadas alternas, patadas de aleteo y respiración rítmica.
- Mariposa: implica movimientos simultáneos de brazos y patadas de delfín.
- Pecho: requiere precisión entre patadas de látigo y tirones de brazos.
Trabajar el ritmo y la mecánica de la brazada no solo mejora el desempeño en la piscina, sino que también desarrolla habilidades motoras útiles en otros deportes donde la coordinación y el control corporal son cruciales.
Efecto positivo sobre el estado de ánimo
El ejercicio en el agua incide notablemente en la salud mental. Un metaanálisis publicado en Frontiers in Psychiatry sostiene que la natación mejora el ánimo y reduce la ansiedad.
Addie señaló a The Times que “nadar largos lentos resulta más relajante que correr rápido o ir al gimnasio”, destacando que la atención requerida en el agua elimina distracciones y permite un enfoque completo en la actividad.
Fortalecimiento muscular integral
La natación favorece el desarrollo muscular superior y central, sin generar sobrecarga articular. Johns explicó: “La natación fortalece no solo los brazos, sino también la espalda y el cuello”.
Los movimientos repetidos trabajan hombros, dorsales y tríceps, mientras el torso gana estabilidad y equilibrio muscular. Ejercicios como el crol y la mariposa involucran grandes grupos musculares, logrando un entrenamiento completo y uniforme.
Accesibilidad y recursos
La natación se mantiene como una disciplina accesible para públicos diversos. Requiere equipamiento mínimo y puede practicarse en piscinas cubiertas, ríos, lagos o calas.
Especialistas de The Times resaltaron que, incluso en ciudades con escasa infraestructura deportiva, las piscinas públicas facilitan la actividad física regular durante todo el año.
La combinación de ejercicio cardiovascular, fortalecimiento muscular, bajo impacto y bienestar mental convierte a la natación en una de las prácticas deportivas más completas y recomendables.