Hace escasos días, OpenAI, empresa de Sam Altman y creadora de ChatGPT, anunció que está interesada en crear, junto a un socio local, un centro de datos que va a ser único en la región. Tras la noticia, empezaron las especulaciones que siempre aparecen: cuánta es la plata, cuándo será, dónde será, entre otras cuestiones.
Lamentablemente, cuando aflora todo este “ruido” nos perdemos la posibilidad de ver más allá. En lugar de focalizarnos en la cuestión de forma, tenemos que prestar más atención al fondo. Lo importante acá son las razones por las que OpenAI elige Argentina y el potencial que tenemos como país en términos de talento e innovación en telecomunicaciones y nuevas tecnologías.
Primero, para responder la pregunta del título hay que decir que existen una multiplicidad de factores en la elección de nuestro país para esta expansión de Sam Altman. La más elocuente, tras los gestos entre Donald Trump y Javier Milei, es la cuestión geopolítica por un innegable alineamiento de los países. Además, la coyuntura política pro-mercado del actual gobierno crea expectativas de inversión. Si bien falta generar consensos y seguridad jurídica, propuestas como el RIGI son auspiciosas para estos desarrollos. Sin embargo, no voy a profundizar en esto porque escapa de mi especialidad.
Ahora bien, yendo a cuestiones que tienen que ver con el potencial argentino para la actividad, hay que decir que indudablemente OpenAI piensa en nuestro país por la gran disponibilidad energética en plazos más cortos si nos comparamos, por ejemplo, con Chile y Brasil. Argentina posee un gran potencial asociado a Vaca Muerta (recursos no convencionales de petróleo y gas), grandes reservas de litio y cobre, tecnología nuclear, y lugares adecuados para proyectos hidroeléctricos de gran escala. Sin embargo, los plazos de puesta en marcha de estos recursos son cruciales.
Por otro lado, el mercado local y los clientes de centros de datos son de gran atractivo para el sector. Los sectores bancario, financiero, petrolero, asegurador, minorista e industrial representan la mayor parte de la demanda. Los tres primeros son los que tienen buenas proyecciones de desarrollo actualmente, por lo que demandan cada vez más servicios.
El talento argentino es otro factor determinante en esta decisión. Nuestro país cuenta con profesionales bien capacitados en la industria de centros de datos. Si el despliegue se realiza en etapas, la disponibilidad local de personal técnico está calificada para abordar el proyecto. Lógicamente, la empresa de Sam Altman va a tener que competir con la industria del Oil & Gas, actualmente en gran crecimiento, en términos de captar “las joyas” del sector, algo que incluso sería beneficioso para el país porque haría que los salarios mejoren.
En cuanto a la construcción, existen grandes compañías capaces de ejecutar obras tanto en construcción tradicional de hormigón como en materiales avanzados (acero y paneles térmicos). Aunque la presencia de proveedores de infraestructura es muy limitada, esto debería cambiar si un proyecto como el de OpenAI se concreta.
En este tipo de proyectos el principal desafío es obtener grandes extensiones de terreno con disponibilidad energética. Seleccionar un sitio para un despliegue de IA a gran escala requiere asegurar tanto el espacio como el compromiso de que la energía se generará y entregará allí.
Si bien Argentina tiene una matriz de concentración poblacional muy baja, donde el 70% de la población vive en el 21% del territorio, el Gran Buenos Aires y el resto de la provincia concentran alrededor del 50% de la demanda nacional de electricidad y las líneas de transmisión fueron diseñadas para satisfacer esa zona, esto puede cambiar con el desarrollo de Vaca Muerta. Por eso, la Patagonia sería un lugar propicio por las extensas porciones de tierra y la cercanía al polo energético.
El árbol no debe tapar el bosque. Más que detenernos en detalles de la inversión que se puede llegar a realizar y bajo qué forma, deberíamos resaltar el potencial que tiene nuestro país. Identificar los distintos factores que hacen interesantes a Argentina y estimularlos es la clave para el desarrollo de un sector de la economía que ya es presente, pero que todavía tiene mucho para ser el futuro.