Primavera, verano, otoño o invierno, por estos días no importa qué estación del año sea, ante el reciente cambio climático que hace que una tarde de sol abrazador cambie en un abrir y cerrar de ojos en una tormenta.
El buscar el clima se ha vuelto un hábito entre muchas personas para saber qué ropa ponerse, qué calzado elegir, planear un viaje o decidir si cargar o no con un paraguas. A continuación presentamos el estado del tiempo en Mazatlán para este domingo.
Durante el día la temperatura llegará a un máximo de 34 grados, la previsión de lluvia será del 90%, con una nubosidad del 88%, mientras que las ráfagas de viento llegarán a los 33 kilómetros por hora.
En cuanto a los rayos UV se pronostica que alcancen un nivel de hasta 9.
Para la noche, la temperatura alcanzará los 25 grados, mientras que la probabilidad de precipitación será de 25%, con una nubosidad del 97%, mientras que las ráfagas de viento serán de 22 kilómetros por hora en la noche.
Cómo es el clima en Mazatlán
Mazatlán, localizado en Sinaloa, es un municipio que goza de un tipo de clima tropical semi húmedo seco-lluvioso, que además está marcado por una temporada de sequía.
La temperatura promedio anual para esta región es de 26 grados, aunque es común que en el verano la humedad provoque sensación de bochorno. El clima es cálido de diciembre a febrero y hay precipitaciones entre los meses de julio a octubre, aunque en ese lapso puede que los termómetros alcancen los 35 grados.
De vez en cuando, entre los meses de junio a noviembre, Mazatlán podría verse afectada por la temporada de tormentas y huracanes, aunque éstos afectan más al oeste del lado de la península de California. Sólo tres veces la ciudad ha sido azotada por estos fenómenos: en 1943; en 1957 y en 1975.
Qué debo hacer para asegurar mi patrimonio debido a los fenómenos meteorológicos extremos
La falta de preparación ante fenómenos hidrometeorológicos representa un costo diario superior a los 25 millones de pesos para las empresas mexicanas, según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). Entre 2012 y 2024, se pagaron en promedio 7,591 millones de pesos anuales por siniestros relacionados con tormentas, lluvias intensas e inundaciones, un incremento del 91% respecto al periodo 2001–2012.
Este panorama refleja la creciente vulnerabilidad operativa y financiera de las compañías, especialmente durante la temporada de huracanes, que se extiende hasta el 30 de noviembre, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El pronóstico para 2025 indica una alta actividad ciclónica, con la posible formación de entre 8 y 9 tormentas tropicales, 4 o 5 huracanes de categoría 1 o 2 y hasta 6 huracanes intensos, de categoría 3 o superior.
Ante este escenario, Eduardo Gutiérrez, Socio Director en Eikos, consultora especializada en seguros y administración de riesgos, recomienda reforzar tres pilares fundamentales: seguros adecuados, protocolos internos robustos y alianzas estratégicas predefinidas.
En cuanto a cobertura, Gutiérrez advierte que disponer de una póliza no garantiza protección suficiente; “Una póliza integral frente a fenómenos hidrometeorológicos debe contemplar al menos los siguientes elementos: cobertura por huracanes, tormentas, granizo, deslaves e inundaciones; protección frente a interrupción de actividades o pérdida de ingresos; daños a bienes en tránsito o en uso fuera de planta; gastos adicionales por reubicación temporal; remoción de escombros y limpieza; procesos preferenciales de atención de siniestros”, detalla el especialista.
Además, recomienda revisar periódicamente los valores asegurados y mantener actualizadas las ubicaciones de los activos.
Un Plan de Respuesta ante Tormentas (ERP) debe contemplar cinco etapas:
Planeación anual.
Preparación inicial y final.
Respuesta durante el evento.
Recuperación posterior, incluyendo simulacros.
Actualización constante de procedimientos.
Más allá de los seguros, los protocolos internos juegan un papel clave en la gestión de riesgos. Alicia Martínez, Subdirectora de Daños, Autos y Fianzas de Eikos, señala que “es de gran relevancia que los protocolos incluyan canales de comunicación seguros, asignación de responsables por área y mecanismos para documentar daños con el fin de facilitar la gestión con aseguradoras y reducir el impacto en la continuidad del negocio”.