Tras las acusaciones en redes sociales de escritores venezolanos en el exilio, como Israel Centeno y Rodrigo Blanco Calderón, a las que se sumaron otros autores hispanoamericanos, sobre la “complicidad” de los finalistas del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos con la dictadura de Nicolás Maduro, dos de los escritores argentinos en carrera respondieron a sus colegas. “Es un disparate”, sintetizó Sergio Bizzio. Su novela Perdidos figura entre las seleccionadas, con No es un río, de Selva Almada, y El simulacro de los espejos, de Vicente Battista.
“En cuanto a lo que sostienen con tanto fervor esos dos escritores venezolanos, solo puedo afirmar que tienen todo el derecho a decir lo que se les ocurra, de ahí a que yo lo comparta hay un enorme trecho -dice Battista a este diario-. Fui jurado del anterior Rómulo Gallegos, el que ganó Perla Suez, y, tal como me sucedió cuando fui jurado del Casa de las Américas de Cuba, no recibí una sola sugerencia de parte de los organizadores: el veredicto lo resolvió el jurado, doy fe de ello. Por supuesto, me alegrará mucho ganarlo, pero la palabra final, precisamente, la tendrá el jurado”. Almada no respondió las consultas de LA NACION.
Además de Suez, integran el jurado el escritor guatemalteco Rafael Cuevas Molina, el escritor y politólogo español Fermín Goñi, el escritor cubano Abel Prieto (exministro de Cultura en su país) y el escritor venezolano Juan Antonio Calzadilla. El acto de premiación se hará el 2 de agosto, en Caracas. El ganador o la ganadora recibirá 80.000 euros, una medalla de oro y un diploma.
En su cuenta de X, Blanco Calderón había escrito: “Los escritores que están de finalistas son cómplices de la dictadura asesina de Nicolás Maduro. Lo son desde que aceptan participar, lo cual no puede hacerse sin su autorización. Pudieran dejar de serlo si tienen dignidad y respeto por los Derechos Humanos y retiran sus novelas del premio”. También indicó que el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), que otorga el premio, es hoy una institución estatal que “el chavismo convirtió en un aparato de la dictadura”.
Ningún escritor venezolano que se respete participa desde hace años en el Premio Rómulo Gallegos. Ese premio lo han convertido en uno de esos tantos hoteles que hay en Cuba que son solo para los turistas. Y el turista va y disfruta y cree que en Cuba todo está chévere.
Lo de…
— Rodrigo Blanco Calderón (@atajoslargos) July 2, 2025
Según el autor de The Night y Venecos, que reside en España, el premio tuvo independencia hasta 2003; desde entonces, escritores como el español Isaac Rosa, la mexicana Elena Poniatowska, Ricardo Piglia y el portorriqueño Eduardo Lalo ganaron el Rómulo Gallegos.
El exministro del gobierno venezolano y actual presidente de la Asamblea Nacional de su país, Jorge Rodríguez, concursa con El mar que me regalas. Se seleccionaron novelas de autores de España, Venezuela, Colombia, Perú y la Argentina.
“El exilio siempre nubla un poco la visión de las cosas; lo sé por experiencia propia -dijo a LA NACION el agente literario Guillermo Schavelzon-. Acusar de cómplices a los autores que participan del premio es como acusar de apoyar a Trump a quien pide una beca Guggenheim. Que el gobierno venezolano mantenga vivo este premio para mí merece elogios, no críticas. Y esto no implica apoyar ni denostar a Maduro. Los autores preseleccionados y quien gane tienen que estar orgullosos de su obra”.