
Cayetano Rivera vuelve a ser el centro de la polémica tras haberse visto implicado en un accidente de tráfico ocurrido en la noche del domingo en las inmediaciones del Real Club de Golf de Sevilla, en el término municipal de Alcalá de Guadaíra. Según han confirmado fuentes policiales, el suceso tuvo lugar alrededor de las 21:00 horas, cuando el diestro perdió el control de la furgoneta que conducía y acabó estrellándose contra una glorieta ajardinada del recinto.
El vehículo terminó impactando contra una palmera, que fue arrancada de raíz debido a la fuerza del golpe. Pese a lo aparatoso del siniestro, Rivera resultó ileso, gracias en parte a la activación de los airbags. Pero los daños se concentraron en el arbolado y en el bordillo de la glorieta, así como en la parte frontal de la furgoneta.
Tras recibir el aviso de los testigos, la Guardia Civil acudió rápidamente al lugar. Allí, los agentes intentaron someter al torero a la prueba de alcoholemia, pero, según publica el diario ABC, él se habría negado. De momento, el propio Cayetano no ha ofrecido declaraciones públicas ni ha emitido ningún comunicado sobre lo ocurrido.
Este nuevo episodio supone otro golpe a la imagen pública del hijo de Paquirri y Carmina Ordóñez, que en los últimos meses ya había sido noticia por un incidente en un local de comida rápida en Madrid. En aquella ocasión, los hechos desembocaron en su detención por presunta resistencia a la autoridad, después de un altercado con varios agentes de policía.
Y es que el pasado 30 de junio, Cayetano protagonizó un tenso episodio en un restaurante de hamburguesas situado en la zona de Atocha, en la capital. Según recogieron entonces los informes policiales, el torero se encontraba “en evidente estado de embriaguez” y mostraba una actitud “alterada y agresiva” hacia el personal del establecimiento. Los trabajadores alertaron a las autoridades, y a su llegada, los agentes intentaron calmarlo sin éxito.

El forcejeo con la policía fue tal que terminó con la detención del diestro, más tarde trasladado a dependencias policiales bajo la acusación de resistencia y desobediencia. El informe, revelado por La Razón, detallaba que los agentes tuvieron que emplear la fuerza para reducirlo, después de que se negara a atender las indicaciones y empujara a uno de ellos.
Pocos días más tarde, Cayetano reaccionó mediante un comunicado oficial difundido por sus abogados. En él negaba haber agredido a ningún agente y pedía “responsabilidad” a los medios a la hora de tratar el caso. “Lamento profundamente que se estén difundiendo versiones infundadas sobre unos hechos que, en ningún caso, ocurrieron como se ha insinuado”, decía el texto. También subrayaba su “respeto por las fuerzas y cuerpos de seguridad, cuya labor valoro y reconozco”.
El torero, que entonces suspendió algunos compromisos profesionales por las lesiones derivadas del forcejeo —entre ellas una fractura en la mano y contusiones en el pecho y glúteos—, aseguró sentirse víctima de una actuación “desproporcionada” y presentó una denuncia por detención ilegal a través de su abogado, Joaquín Moeckel.
Nueva preocupación por su estado
Este nuevo incidente en Sevilla ha reavivado la preocupación en el entorno de Cayetano Rivera. Fuentes cercanas aseguran que el torero atraviesa una etapa marcada por la inestabilidad emocional, algo que ya se insinuó tras su detención en verano. En su momento, algunos colaboradores televisivos apuntaron que el hijo mediano de los Rivera “no estaba pasando un buen momento personal” y que el impacto mediático de su arresto le habría afectado más de lo que aparentaba.
De momento, ni él ni su entorno más cercano —incluida su exmujer, la presentadora Eva González, ni sus hermanos Francisco y Kiko Rivera— han hecho declaraciones al respecto. La familia permanece en silencio, a la espera de que se esclarezcan los detalles del siniestro y de que el propio Cayetano decida pronunciarse.
