Preocupación por el estado de salud de Amador Mohedano después de que haya trascendido que se encuentra ingresado en un hospital de Jerez de la Frontera desde el viernes pasado. Ha sido el programa ‘TardeAR’ el que ha activado las alarmas sobre el hermano de Rocío Jurado, de 71 años, al que le estarían realizando diferentes pruebas desde que el pasado 18 julio llegó al centro médico acompañado por uno de sus hijos -fruto de su matrimonio con Rosa Benito- al encontrarse mal.
En directo desde el citado hospital, el reportero del espacio presentado por Frank Blanco y Verónica Dulanto ha apuntado que, aunque se desconocen los detalles de su hospitalización -ya que no se ha emitido por el momento ningún parte médico con su diagnóstico-, continuará ingresado para que continúen las analíticas y pruebas clínicas hasta que se determine el origen de su malestar.
Al parecer, habría sido el propio Amador el que, al no sentirse bien, tomó la opción de ir al hospital con su hijo Salva a ver qué le estaba pasando. Un ingreso que dura ya cinco días, y en el que no se habría visto entrar ni salir del centro hospitalario a ninguno de sus seres queridos, ya que según el citado programa, ni Chayo, ni Fernando, ni Amador Jr. se habrían desplazado hasta la localidad gaditana para estar al lado de su padre en este nuevo bache de salud.
Ante la preocupación por su estado, el tío de Rocío Carrasco ha cogido el teléfono para hablar con ‘TardeAR’ y confirmar que, aunque todavía le están haciendo pruebas, ya se encuentra mejor: «Estoy en el hospital, estoy mejor pero vamos, aquí estoy con pruebas y más cosas», ha explicado.
«Mañana según me cuentan le van a realizar otra y según lo que le digan van a tomar la decisión de que le den el alta o no» ha revelado el colaborador Tino Torrubiano, insistiendo en que por el momento no se sabe nada sobre si su dolencia es leve o si, por el contrario, deberá quedarse ingresado algunos días más.
La última vez que vimos a Amador fue el pasado 9 de julio cuando, confirmando la buena relación que tiene con José Ortega Cano y con sus sobrinos José Fernando y Gloria Camila, se desplazó hasta el tanatorio de Arcos de la Frontera para estar a su lado tras el trágico fallecimiento de la expareja del hijo de Rocío Jurado, Michu. Una reaparición en la que llamó la atención entre la prensa allí presente la delgadez del hermano de ‘La más grande’ y sus dificultades para caminar.