
El CADE Ejecutivos 2025 marcará un hito para el país. Tras 17 años, el encuentro empresarial más influyente del Perú regresará a Lima, en un momento en el que el debate sobre el futuro de la nación se ha vuelto urgente. Con una sucesión presidencial cerca y un escenario político frágil, el foro se realizará del 4 al 6 de noviembre en el Centro de Convenciones de San Borja, convocando a líderes empresariales, autoridades y especialistas para discutir el rumbo nacional.
Este año, la agenda se centrará en temas clave como el crecimiento económico, la seguridad, la salud, la educación y la justicia. Todo ello en medio de un clima social tenso, expectativas de mayor institucionalidad y la necesidad de reactivar la economía. En conversación con Infobae Perú, Gonzalo Galdós, presidente de IPAE, destacó que el país enfrenta un desgaste institucional profundo que ha afectado la provisión de servicios básicos y la confianza ciudadana.
Regreso a la capital en un clima desafiante
El retorno del CADE a Lima no solo es simbólico, coincide con un periodo especialmente complejo para la capital, marcada por la inseguridad y su impacto económico. Galdós reconoce que la violencia viene golpeando al tejido productivo: “Tenemos un clima de inseguridad que conspira y desalienta el espíritu emprendedor, desde grandes compañías hasta pequeños y microempresarios”.
La preocupación es que el avance del crimen organizado, las extorsiones y las amenazas están frenando la inversión y deteriorando el clima de negocios. Por ello, uno de los llamados centrales de IPAE apunta al gobierno transitorio: “La prioridad número uno es devolverle al país la sensación de que no estamos en una jungla y que podemos recuperar el imperio de la ley”, mencionó.
El ejecutivo señala que el foro insistirá en tres tareas urgentes para la administración actual: restablecer el orden y la seguridad, garantizar un proceso electoral transparente y destrabar inversiones estratégicas. Solo con estos elementos, asegura, se podrá empezar a recuperar la confianza y dinamizar la economía.
Una agenda para reconstruir el Estado
El presidente de IPAE fue directo en señalar la gravedad del deterioro institucional. A su juicio, Perú atraviesa una crisis del aparato estatal que se ha profundizado en los últimos gobiernos. “Necesitamos reconstruir el Estado, que se ha venido desmoronando y hoy es incapaz de proveer servicios básicos de salud, educación y justicia real”, remarcó.

Este diagnóstico será uno de los ejes centrales del CADE 2025, donde se buscará que los futuros aspirantes presidenciales y sus equipos programáticos recojan propuestas técnicas desarrolladas por especialistas. Para Gonzalo Galdós, este intercambio es vital en un contexto electoral en el que el país necesita claridad y visión de futuro.
Además, enfatiza que el foro no será solo un espacio de crítica, sino de construcción de consensos. “Queremos que el gobierno tome estas iniciativas como propias y que los nuevos candidatos incorporen estas propuestas en sus planes de gobierno”, afirma.
Los bloques temáticos del CADE 2025
El evento se ha estructurado en cinco grandes bloques que abordan las urgencias del país:
Reactivación económica: Se analizarán medidas para acelerar la inversión privada y recuperar tasas de crecimiento más sólidas. Entre las prioridades figura la reducción de trabas burocráticas, señaladas como uno de los principales frenos para nuevos proyectos. Galdós insiste en que el crecimiento actual —alrededor del 3%— es un rebote y no un avance sostenible: para lograr desarrollo real, el país “requiere crecer al menos 6% o 6,5%”.
Seguridad ciudadana: Se discutirá cómo enfrentar la expansión del crimen organizado y fortalecer la coordinación entre Policía, Poder Judicial y ciudadanía. “El tema de la seguridad no lo vamos a resolver solamente con un estado de emergencia o medidas policiales; se necesita apoyo del sistema judicial y participación ciudadana”, señala el presidente de IPAE.
Salud y educación: Habrá énfasis en reformas estructurales que permitan mejorar gestión, servicios y cobertura, incluyendo mecanismos de colaboración público-privada. Galdós alerta que el sistema actual no responde a las necesidades reales de la población.

Justicia: Se pedirá garantizar autonomía, eficiencia y despolitización. Para el líder empresarial, la justicia hoy parece “un privilegio”, lo que mina la confianza y daña la gobernabilidad.
Contexto internacional: El CADE incluirá una mirada regional y global para analizar tendencias y sus efectos en el desarrollo y el clima de inversión del Perú.
Crisis política y su impacto económico
Si bien algunos indicadores muestran resiliencia —como la fortaleza del sol peruano frente a otras monedas regionales—, Galdós advierte que esto no debe interpretarse como solidez estructural. Existe, dice, un problema grave de gobernabilidad debido a la alta rotación ministerial y la incapacidad de sostener políticas públicas de largo plazo.
“Con nueve ministros en una misma cartera durante un periodo de gobierno, ¿quién puede hacer una gestión medianamente eficaz?”, cuestiona. Para él, este desorden no solo frena reformas, sino que reduce la capacidad del país de aprovechar ciclos favorables, como los altos precios de los metales.
Otro riesgo latente es el deterioro fiscal. Aunque la estabilidad monetaria ha sido una fortaleza peruana, señala que esta ya se ve amenazada por el déficit fiscal. “Estamos heredando minas de tiempo a los próximos gobiernos”, advierte.
Llamado al trabajo conjunto
El presidente de IPAE también hizo un llamado a la corresponsabilidad. Señala que ni el Estado ni el sector privado, por sí solos, podrán revertir la crisis de seguridad, reactivar la economía o reformar servicios públicos. “Se requiere una actitud de trabajo conjunto y colaboración frente a los problemas centrales del país”, subraya.
Esto implica mayor claridad en las políticas públicas, eficiencia institucional y una ciudadanía más activa en la denuncia y prevención del delito. Además, plantea fortalecer las alianzas para impulsar soluciones en educación y salud desde distintas instancias.
Mirada hacia las regiones: hacia un nuevo pacto nacional
Aunque el CADE retorna a Lima este año, la organización reafirma su compromiso con la descentralización. Galdós recordó que IPAE llevó el evento a Cusco y luego a Arequipa, incluso en contextos difíciles, y anticipó que el objetivo es volver a las regiones desde 2026. La sede será elegida mediante un concurso público que se convocará en los primeros meses del próximo año.

A menos de un año del próximo cambio de gobierno, IPAE pretende que el CADE se convierta en un espacio determinante para encaminar al país hacia un ciclo de institucionalidad, confianza y crecimiento sostenible. La meta es cristalizar un consenso sobre reformas urgentes que, de ser asumidas por candidatos y autoridades, puedan orientar el rumbo del Perú en la próxima década.
En medio de incertidumbre, violencia y urgencia social, el mensaje de Galdós es claro: reconstruir el Estado y recuperar la capacidad de brindar servicios y seguridad a la ciudadanía. Como señaló, “solo habrá desarrollo si el crecimiento económico se traduce en reducción de la pobreza”, y para lograrlo, no basta con estabilidad coyuntural: se necesita un nuevo pacto nacional.
