El vicepresidente del Concejo de Bogotá, Juan David Quintero, presentó un proyecto de acuerdo que podría transformar el panorama para los músicos emergentes de la capital colombiana. La propuesta busca que estos artistas actúen como teloneros en los espectáculos masivos realizados en espacios públicos emblemáticos como El Campín, el Movistar Arena y el Parque Simón Bolívar.
La iniciativa, que tiene como objetivo principal promover y fortalecer a los músicos locales y emergentes, brindándoles oportunidades para avanzar en la industria musical, es una idea que viene discutiendo el cabildante desde el concierto de System of a Down en Bogotá, el 24 de abril de 2025, en el que la agrupación Ego Kill Talent, de Brasil; fue el telonero, quitándole la opción a una agrupación del rentado nacional.
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“La perla del concierto de anoche de System of a Down: ¿Por qué no apoyar una de las 40,000 bandas bogotanas en lugar de traer un telonero de Brasil? Trabajamos en un proyecto de acuerdo para que en Bogotá el talento local tenga su merecido espacio”, resaltó el concejal aquella noche.
De acuerdo con Quintero, el proyecto también contempla la creación y adecuación de ‘ensayaderos’ públicos en diferentes puntos de la ciudad. Estos espacios estarían diseñados para ofrecer condiciones técnicas profesionales que permitan a los artistas preparar sus presentaciones y desarrollar sus carreras. La propuesta fue respaldada en febrero durante la Audiencia Pública de Teloneros, donde participaron más de 50 músicos de diversos géneros, junto con entidades como Idartes y la Secretaría de Cultura.
El impacto de la medida podría ser significativo en una ciudad donde, según datos de la Alcaldía de Bogotá de 2018, solo el 25% de los músicos profesionales lograba ingresos superiores a $5 millones anuales por presentaciones en vivo. Además, la economía cultural y creativa de Bogotá, que en 2023 generó más de $19 billones y empleó a más de 216.000 personas, podría beneficiarse de un impulso adicional al talento local. Sin embargo, las condiciones laborales de los músicos en la ciudad han sido históricamente precarias, con falta de regulación, ausencia de seguridad social y bajos ingresos, lo que ha limitado su desarrollo profesional.
El proyecto de acuerdo, titulado “Por medio del cual se promueven y fortalecen los músicos emergentes y locales en el Distrito Capital”, propone dos estrategias principales. La primera es garantizar que los espectáculos masivos en espacios públicos incluyan al menos un artista local como telonero, siguiendo ejemplos internacionales como los de Argentina, Chile y Panamá, donde leyes similares ya están en vigor.
En Argentina, por ejemplo, la Ley Nacional de la Música establece que los músicos nacionales deben tener un espacio de al menos 30 minutos en eventos protagonizados por artistas extranjeros. En Chile, la normativa exige la participación de teloneros locales en conciertos masivos, priorizando talentos regionales.
La segunda estrategia del proyecto se centra en la creación de ensayaderos públicos, espacios diseñados para que los músicos puedan practicar y profesionalizarse sin enfrentar los altos costos asociados al alquiler de estudios privados.
Actualmente, los artistas deben asumir gastos significativos en la compra y mantenimiento de instrumentos, alquiler de espacios de ensayo y formación profesional, además de los costos básicos de subsistencia. Estas dificultades, sumadas a la falta de regulación de tarifas y la ausencia de prestaciones sociales, han hecho que muchos músicos enfrenten condiciones laborales inestables.
Quintero destacó que la música debe ser una opción viable de vida y trabajo, no un privilegio para unos pocos. Según explicó, esta propuesta no solo busca mejorar las condiciones económicas de los artistas, sino también fortalecer la identidad cultural de Bogotá y dar visibilidad al talento que emerge de sus barrios. En este sentido, el proyecto representa una oportunidad para que la ciudad amplifique su música y brinde a los artistas locales una plataforma para darse a conocer ante públicos más amplios.
La falta de oportunidades para los músicos en Bogotá es un problema recurrente. En 2018, un censo realizado por la alcaldía reveló que los principales medios para descubrir nuevos artistas eran las plataformas de streaming, las redes sociales y los eventos de música en vivo.
No obstante, la limitada exposición en grandes escenarios ha restringido el alcance de los músicos locales, dificultando su crecimiento en la industria. Este nuevo acuerdo busca cambiar esa realidad, ofreciendo a los artistas emergentes la posibilidad de compartir escenario con figuras nacionales e internacionales, lo que podría abrirles puertas a nuevas oportunidades.
Si se aprueba, la iniciativa marcaría un hito en la política cultural de Bogotá, estableciendo un precedente para otras ciudades del país. La propuesta no solo busca beneficiar a los músicos, también pretende enriquecer la oferta cultural de la capital, fortaleciendo su posición como un epicentro de creatividad y talento en la región.