“Últimamente, la demanda por carne vacuna ha explotado en el mundo. Creció por encima de las posibilidades de la oferta para satisfacerla”, afirma el consultor Víctor Tonelli. Por esa razón, en Europa el rump and loin cotiza cercano a 19.000US$/t. A su vez, en Estados Unidos, la carne alcanza valores récord y los cortes que se embarcan hacia China, generados con vacas de rechazo, se pagan 5200-5400US$/t. Es decir, hay una excelente escenario internacional para la carne vacuna en el presente y en los próximos años, que podría ser aprovechado por la Argentina si no aparecen restricciones para ubicar el producto en el exterior.
En ese escenario internacional favorable, el principal freno que tiene la ganadería argentina para entrar en un proceso de retención y mayores precios que los actuales es el costo del dinero.
“Con las tasas actuales del 60-70% anual no hay chances de que los productores vayan al banco y entonces se arreglan con lo que tienen; luego de tres años de sequía y malas cosechas muchos se ven obligados a vender vaquillonas que se iban a entorar, para hacer frente a los gastos corrientes”, ilustra el especialista.
“Sin embargo, si se estabiliza el panorama político y si reaparece el crédito, la oferta ganadera puede caer en 2026 y 2027; va a haber lugar para la retención de hembras, para el crecimiento de la recría pastoril y la oferta de carne podría derrumbarse a 2,9 millones de toneladas”, vaticina.
Ese proceso de retención se podría ver estimulado por una explosión de pasto en primavera luego de un invierno lluvioso. En esa situación, puede ocurrir una retención importante, cuyo efecto se podría manifestar a lo largo de los próximos dos años. “Si las tasas de interés vuelven a un nivel razonable la oferta interna se clava, mientras que la oferta mundial comenzará un proceso de decrecimiento que se espera que ocurra en Brasil y en Australia”, proyecta. “El mundo va a pedir carne y la va a pagar muy bien, por lo que espero muy buenos años para el precio de la ganadería”, adelanta.
Mientras tanto, la relación de compraventa entre el valor del ternero y del novillo gordo aumentó en las últimas semanas a alrededor de 1,30:1. Sin embargo, esa desventaja es compensada parcialmente con un costo rentable: un kilo producido de animal entrepesado cuesta alrededor de $2400/2500 y se vende a $3300-3400.