El Ministerio de Economía enviará al Congreso el avance del proyecto de presupuesto 2026 que contiene, entre otras cosas, las proyecciones del Gobierno para la economía este año.
Según el texto, en diciembre de 2025, el dólar estará a $1229 (una variación del 20,4% interanual) mientras que la inflación será del 22,7% contra el mismo mes de 2024.
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Se trata de un documento que elabora el Ministerio de Economía como adelanto de su proyecto de gastos y recursos para el año próximo, que habitualmente se envía a principios de julio. El proyecto de Presupuesto 2026 oficial deberá ser presentado, como marca la ley, antes del 15 de septiembre, ante la Cámara de Diputados.
Para 2025, proyectan que el PBI crecerá un 5,5%. A nivel sectorial, el sector agropecuario crecerá 2,1%, debido centralmente al avance en la cosecha de soja (+1,6%), que se estima en 49 millones de toneladas (48,2 millones de tn en 2024).
La industria y el comercio -los sectores de mayor peso en la economía- se proyectan con subas de 5,3% y 7,6%. En suma, los rubros de bienes se elevan en promedio 5,1% y los servicios 4,6%. Por el lado de la demanda, el consumo privado crecerá 7,2%, el público 5,0%, la inversión 22,7% y las cantidades exportadas de bienes y servicios 3,7%. Por su parte, las importaciones de bienes y servicios suben 25,2%.
El valor exportado de bienes y servicios aumentará este año un 3,8% y el valor importado un 19,6%, lo que es igual a un superávit comercial de US$4913 millones en el año.
Para 2026 el documento no tiene proyecciones de inflación ni tipo de cambio (estarían disponibles en el documento completo que se enviará en septiembre), pero sí de recaudación.
En cuanto al futuro, el avance elaborado por el equipo económico dice que “se continuará avanzando en el realineamiento de los precios relativos, la reducción sostenida de la inflación y la generación de las condiciones de estabilidad que permitan el pleno desarrollo del sector privado y la recuperación del crecimiento económico”.
Por otro lado, el equilibrio fiscal se mantendrá como un “compromiso inclaudicable”. “Para 2026, se prevé continuar en la senda del equilibrio fiscal con el objetivo de corregir de forma definitiva los desajustes estructurales y consolidar un entorno de estabilidad macroeconómica. Esto permitirá aprovechar plenamente el potencial productivo del país, fomentando un clima propicio para el incremento de la inversión privada, la mejora en los niveles de productividad, y el impulso sostenido de la actividad económica, el empleo y los ingresos”, anticiparon.
La recaudación de impuestos nacionales y de contribuciones a la seguridad social se estima que aumentará un 22,3% respecto de la recaudación proyectada para 2025, aumentando 0,51 puntos porcentuales del PBI respecto del año anterior.
La presión tributaria pasaría de 22,23% del PBI en 2025 a 22,74% en 2026. “Este cambio en la presión impositiva total responde principalmente al efecto neto de modificaciones en el contexto macroeconómico, así como también a medidas de política y administración tributaria”, explicaron.