
El debate interno sobre la conveniencia de una reforma profunda del gabinete adquirió relevancia tras las declaraciones recientes de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quien remarcó ante el presidente Pedro Sánchez la urgencia de reestructurar el núcleo de gobierno ante la «insostenibilidad» del estado actual, según reportó el medio original. El viernes, delegados de PSOE y Sumar se reunieron en un encuentro que, como consignó el medio, se caracterizó por el secretismo, excluyó a ministros y contó con la presencia de representantes de Izquierda Unida y Más Madrid. La cita, sobre la que no se revelaron ni la hora ni el lugar, se desarrolló bajo un contexto marcado por investigaciones judiciales y presiones para una renovación del Ejecutivo.
De acuerdo con la información publicada por el medio, la reunión respondió a un clima de tensión institucional generado por recientes investigaciones que afectan a miembros del entorno socialista, con denuncias de corrupción y acoso sexual. Las pesquisas han cobrado mayor notoriedad tras la detención de Leire Díez, exmilitante del PSOE, y de Vicente Fernández, ex presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), ambos presuntamente implicados en irregularidades en la adjudicación de contratos públicos. La situación amplificó el descontento dentro de Sumar, cuyos dirigentes reclamaron a Pedro Sánchez «acciones concretas» ante lo que consideran una inacción del partido mayoritario.
Tal como detalló el medio, las formaciones políticas han encarado esta crisis institucional con propuestas divergentes sobre el alcance de una posible reforma. Sumar sostiene que la actual coyuntura representa el desafío más grave de la legislatura y demanda una «reformulación de arriba a abajo» del Ejecutivo. Bajo su perspectiva, la resistencia a emprender un cambio estructural favorecería a la oposición, especialmente a Vox y al bloque de derechas, según manifestaron dirigentes del espacio. Por otro lado, medios consultados por el mismo periódico describieron que el PSOE relativizó la necesidad de grandes transformaciones, argumentando que la inexistencia de ministros investigados no justifica una remodelación a gran escala.
En la convocatoria de este viernes intervinieron figuras como la secretaria de Organización del PSOE, Rebeca Torró, y representantes de las distintas franjas ideológicas integradas en Sumar. A diferencia de anteriores encuentros en los que participaron ministros como Ernest Urtasun (Sumar), María Jesús Montero o Félix Bolaños (PSOE), en esta ocasión las negociaciones se mantuvieron en el ámbito de las direcciones partidarias, excluyendo a los miembros del gabinete, según relató el medio original.
La demanda de una renovación ministerial integral se reactivó tras la postura pública de Yolanda Díaz, quien, según el medio, trasladó personalmente a Pedro Sánchez la posición de Sumar: sostienen que cualquier intento de afrontar la crisis sin cambios de fondo estaría destinado al fracaso. Sin embargo, fuentes del PSOE han restado peso a estos planteamientos, y el ministro Óscar Puente llegó a cuestionar públicamente si Sumar propondría revisar incluso sus propias carteras en el gabinete, calificando la propuesta como «sacrificio en el altar».
Según informó el medio, Sumar mantiene la presión sobre el presidente Sánchez, a quien atribuyen la facultad exclusiva de recomponer el gabinete, bajo el argumento de que con la reciente renovación interna en la cúpula socialista, la única alternativa viable es una reestructuración profunda. No obstante, voceros de Sumar descartaron romper la coalición o abandonar el Ejecutivo; apostaron a que el presidente adoptará finalmente una postura favorable a los cambios exigidos, en vista de las dimensiones de la crisis.
Al interior de Sumar también emergieron matices. Antonio Maíllo, coordinador federal de Izquierda Unida, según destacó el medio, se desmarcó de la posición defendida por Yolanda Díaz y puso en duda que la petición de una reforma estructural se hubiera consensuado con todos los integrantes de la coalición. Maíllo planteó que la reunión de este viernes debe interpretarse como un primer paso para superar el actual bloqueo del Ejecutivo, al tiempo que insistió en la gravedad del momento político.
Durante las horas previas al encuentro, los ministros socialistas se centraron en subrayar la cohesión y la capacidad de cooperación de la coalición. Distintos portavoces del PSOE, según publicó el medio original, insistieron en resaltar los puntos de coincidencia entre los socios y minimizaron las diferencias, a la vez que expresaron su confianza en alcanzar acuerdos para restablecer la estabilidad política y funcional del gobierno.
La cúpula socialista defendió el diálogo como método de solución y rechazó la posibilidad de una ruptura, reafirmando su apuesta por consensuar medidas que sostengan la estabilidad institucional y permitan recuperar la agenda gubernamental. El medio recogió que la cita de este viernes no incluyó la adopción de decisiones finales sobre la composición del gabinete, pero estableció un punto de partida clave para el proceso de búsqueda de salidas políticas a la crisis.
La postura de Sumar, como socio minoritario, pone foco en conservar su lugar dentro del ejecutivo, sin exigir por ahora la salida de ministros concretos, aunque mantiene en la agenda la reestructuración como vía prioritaria en manos de Pedro Sánchez, sobre todo tras las modificaciones recientes en la dirección del PSOE. La magnitud de las investigaciones judiciales, el impacto mediático de las detenciones y la presión pública acrecientan la urgencia de decisiones que prevengan una mayor erosión de la imagen institucional del Ejecutivo.
Según describió el medio fuente, el contexto político se encuentra atravesado por una percepción generalizada de fragilidad en la coalición, mientras la expectativa por los efectos que puedan tener esta y futuras reuniones mantiene en suspenso el equilibrio interno y la proyección del bloque gubernamental hacia el electorado.
