El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha admitido que la situación actual de la calidad del material rodante ferroviario (los trenes) es de «tormenta perfecta», con trenes antiguos que se han quedado obsoletos y otros que son nuevos pero que tienen unas fallos «excesivos».
Así lo ha trasladado el titular de Transportes en una entrevista a RNE, recogida por Europa Press, en la que ha insistido en que el Gobierno ya trabaja en solucionar esa coyuntura con inversiones récord, tanto en la compra de nuevo material rodante como en obras en las vías, alcanzado solo el año pasado 4.500 millones de euros de contratos ejecutados.
El ministro ha intentado explicar el motivo de las incidencias que se están dando en la red ferroviaria en los últimos meses, principalmente con tres razones: el mayor número de trenes en circulación, lo que satura la red; los continuos fallos de los trenes, y la mayor cantidad de obras en las vías, lo que impacta directamente en el servicio.
«Cuando se habla de la década de los 90, estábamos en el millón de usuarios y había solo seis trenes por día entre Madrid y Sevilla. Hoy, con casi 50 millones de viajeros, en algunos puntos pasan 289 trenes al día. Si se para un tren, hay otros diez detrás y otros diez en el otro lado en una franja de 45 minutos. En los años 90 se paraba un tren y había tres horas de margen. Ahora no», ha explicado sobre el primer motivo.
En cuanto al segundo, ha vuelto a incidir en que los nuevos trenes de la serie 106 de Talgo (conocidos como Avril) «no han dado el resultado esperado», y esos son los únicos trenes nuevos que han entrado en operación desde 2008, tras los recortes económicos que se llevaron a cabo tras la crisis financiera.
En cuanto a las obras en la infraestructura, ha explicado que en países como Alemania, donde el 50% de los trenes llegan con más de 15 minutos de retraso –en contraste con el 20% en España–, cortan las líneas (Berlín-Hamburgo en este caso) mientras hacen obras, mientras que en España se compaginan con el servicio, lo que da lugar a mayores incidencias.
Por último, también ha añadido una cuarta razón al incremento de los problemas en la red: las incidencias ajenas a la red, como los incendios, que este verano han supuesto el 23% del total, frente al 7% del año pasado.