Ante la falta de rentabilidad, el Puerto Gardella dejará de funcionar como polo gastronómico en Quequén, lo que ha llevado al Consorcio de Gestión de Puerto Quequén a analizar diversas alternativas para la utilización del predio.

Una de las opciones en evaluación es que se instalen oficinas del organismo portuario, aprovechando los contenedores ya existentes en el lugar.
Así lo confirmó Jimena López, presidenta del consorcio, quien señaló que se encuentra en diálogo con el empresario José Servat, concesionario del predio, para intentar alcanzar un acuerdo. Servat ha decidido retirar los contenedores en junio, poniendo fin a la concesión otorgada de manera precaria durante la gestión de Arturo Rojas en el puerto.
Una concesión con dificultades económicas
En una entrevista en el programa radial “Voces de la ciudad”, conducido por el periodista Jorge Gómez, López explicó que la concesión del predio se realizó con el objetivo de desarrollar un polo gastronómico, pero que con el tiempo su viabilidad económica se volvió insostenible.
El año pasado, Servat manifestó la falta de rentabilidad del proyecto, motivo por el cual se acordó una extensión hasta el verano para evaluar posibles soluciones. Sin embargo, al finalizar la temporada, el empresario confirmó que retirará los contenedores en junio, marcando el fin de la iniciativa.
Posible uso del predio para oficinas portuarias
Ante esta situación, desde el Consorcio de Gestión de Puerto Quequén se buscan alternativas para evitar que el espacio quede inutilizado. López adelantó que se está trabajando en un acuerdo para que el predio albergue oficinas del puerto, sin generar conflictos legales ni reclamos laborales, ya que el consorcio únicamente prestó el espacio de forma precaria.
En los próximos meses se definirán los pasos a seguir y el destino final del predio, mientras el Consorcio continúa evaluando la mejor opción para optimizar el uso de las instalaciones.